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Emeterio Cacho Calderón de la Barca

Biografía

Cacho Calderón de la Barca, Emeterio. Valladolid, c. 1745 – México, 12.II.1804. Letrado, alcalde del crimen y oidor en Indias.

Su padre fue Juan Antonio Cacho, alcalde de las cárceles secretas de la Inquisición de Valladolid, y secretario ad honorem del Secreto del mismo tribunal, y hermana suya fue María Manuela Cacho Calderón de la Barca, natural de Astudillo, que casó con Pedro de Piña y Mazo, fiscal de la Audiencia de Asturias (1766), luego fiscal del Consejo de Indias (1772) y de su Cámara (1777).

Inició sus estudios en el Colegio de San Gregorio de Valladolid, en el que permaneció durante tres años, y luego asistió a la Universidad de Osma, donde se graduó de bachiller en leyes el año 1764, grado que incorporó en la de Valladolid en 1766. Pasó después a Asturias en compañía de su futuro cuñado Pedro de Piña y Mazo, y allí fue recibido como abogado por la Audiencia de Asturias y se incorporó en la Universidad de Oviedo, de la cual fue catedrático de Sexto.

Fue nombrado oidor supernumerario de la Audiencia de Manila, despachándosele su título en Aranjuez el 12 de junio de 1774, y el 12 de septiembre de ese mismo año se le concedió licencia para pasar a su destino en compañía de dos criados. En Filipinas entendió junto a su colega Gómez Bonilla y Jimeno en la numeración de tributos de naturales de diversas provincias del distrito de la audiencia, y tuvo algunos desencuentros con la Hermandad y Casa de la Misericordia de la ciudad de Manila, respecto de los cuales, por Real Orden del Pardo de 5 de abril de 1778 se mandó al gobernador de Filipinas que le manifestara en el Real Acuerdo el desagrado con el que se había visto la informalidad con la que había tratado a los ministros de dicha hermandad.

Sobre consulta de Cámara del 20 de octubre de 1786 fue ascendido a una plaza de alcalde del crimen de la Real Audiencia de Méjico, despachándosele su título en Madrid el 5 de diciembre de 1786, oficio del que tomó posesión el 19 de enero de 1789, y sobre consulta de Cámara del 28 de julio de 1791 fue ascendido a plaza de oidor en el mismo tribunal, de la que se le libró título en San Lorenzo el 9 de octubre de ese año y tomó posesión de su oficio el 28 de enero del año siguiente.

En México desempeñó diversas comisiones, entre ellas actuó el año 1789 como ministro protector a cargo de las obras de la parroquia de San Carlos, por nombramiento del virrey; junto a su colega Baltasar Ladrón de Guevara ejerció como juez de residencia del virrey II conde de Revillagigedo; fue comisionado para que entendiera en la separación de los partidos de Zapotlán, Colima y la Barca de la diócesis de Valladolid, Michoacán, y agregarlos a la de Guadalajara, por cuyas actuaciones tuvo algunos desencuentros, sobre todo en la presentación de sus cuentas; y en 1791 fue comisionado para que pasase a la villa del Dulce Nombre de Jesús y allí se ocupara en resolver las diferencias que había entre los vecinos de dicha villa, los naturales del pueblo de Río Verde y el dueño de la hacienda del Jabalí, sobre los cinco ojos de agua de que se formaba el acueducto del pueblo de indios y las aguas de la poza de la Medialuna, la laguna de la Vieja y otros caudales. Sirvió también como auditor de guerra de la capitanía general desde fines de 1791, durante la enfermedad y ausencias del titular Miguel Bataller y Basco, y como propietario desde la muerte de este último por nombramiento del virrey en mayo de 1795, confirmado por real orden de 10 de noviembre de 1795, hasta el año de 1803; en 1795 fue nombrado como uno de los vocales protectores del Montepío; en 1802 fue nombrado juez general de bienes de difuntos para sustituir a Félix Quijada y Obejero.

Hacia 1801 solicitó que le fueran concedidos los honores del Consejo de Guerra, pero esta petición le fue denegada y así se le comunicó por real cédula fechada el 29 de noviembre de 1802.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5519, n. 2, r. 19; Filipinas, 334, leg. 13, fols. 113r.-113v.; Filipinas, 344, leg. 13, fols. 104r.-107r.; Indiferente General, 869; Méjico, 1639, 1640, 1642; Quito, 209, 229; Archivo General de la Nación de México, Bienes de Difuntos, 8, exp. 1, fols. 1r.-18r.; Bienes Nacionales, 575, exp. 72; Correspondencia de Virreyes, exp. 181, fols. 144r.- 144v.; Correspondencia de Virreyes, exp. 184, fol. 133r.; Montepío, 10, exp. 7, fols. 283r.-299r.; Real Audiencia, 30, exp. 1, fols. 1r.-14r.; Real Audiencia, 39, exp. 8, fols. 157r.-169r. y exp. 9, fols. 170r.-186r.; Reales Cédulas, 150, exp. 102; Reales Cédulas, 151, exp. 4; Reales Cédulas, 162, exp. 156; Reales Cédulas, 164, exp. 361; Reales Cédulas, 172, exp. 249; Reales Cédulas, 178, exp. 88; Reales Cédulas, 184, exp. 203; Reales Cédulas, 185, exp. 44; Reales Cédulas, 229, exp. 16; Tierras, 2.792, exp. 86; Archivo General de Simancas, Secretaría del Despacho de Guerra, 6964, n.os 3 y 38; Secretaría del Despacho de Guerra, 6973, 22 y 6978, 27.

M. A. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport (Connecticut), Greenwood Press, 1982, págs. 61- 62; M. A. Burkholder y D. S. Chandler, De la impotencia a la autoridad, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, págs. 272, 376, 392 y 400.

 

Javier Barrientos Grandon

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