Ferreras, José de. Zaragoza, c. 1640 – Segovia, 1679. Ensamblador y arquitecto.
Formado acaso en Madrid con el también zaragozano Juan de Lobera, figuraba ya como vecino de Segovia en 1666 al hacerse cargo de la ejecución del retablo de la iglesia de San Miguel (1666-1672), sobre trazas suyas. En ese mismo año estuvo atendiendo con José Vallejo Vivanco los intereses de Lobera en relación con el retablo de las Injurias de los Mínimos de la Victoria, comenzado en 1665. Toda su obra retablística refleja además la influencia estilística de su maestro.
Su taller rivalizó durante casi tres lustros con el de Vallejo Vivanco, con quien mantuvo estrecha y positiva relación y de quien son en realidad muchas de las obras tenidas durante largo tiempo como propias de Ferreras, al contrario de lo que se refiere al mencionado retablo de San Miguel.
En 1669 hizo el tabernáculo del retablo mayor de la parroquial Moraleja de Coca, reconvertido con los años en monumento para la Semana Santa. Realizó luego la reja presbiteral de la iglesia de las hermanas de San Juan de Dios, en Segovia (1671), y un año después el modesto retablo mayor de la parroquial de Santo Domingo del Pirón.
Nuevamente con trazas de Lobera dio forma en Segovia al retablo de convento de San José de Ávila, de las madres carmelitas descalzas, terminado en 1674 y una de sus mejores realizaciones con el de San Miguel, de Segovia, del que directamente deriva. Son reflejos sólo de su solvencia profesional, no de una labor creativa.
Formó parte en 1675 de la comisión para la colocación del cuerpo de san Juan de la Cruz en la urna y retablo nuevos del convento de los descalzos de Segovia, realizados a raíz de la beatificación del santo místico, probablemente en el taller de Ferreras. Cabe deducir que era el ensamblador preferido en estos años por el Carmen reformado en Segovia y Ávila.
Una de sus últimas creaciones fue el retablo mayor de la iglesia de San Millán de Segovia (1677-1679), hoy en la de Santa Eulalia del Río, en Ibiza, en el que adopta la columna salomónica —que aparecía ya en el de san Juan de la Cruz— y da forma a una estructura dinámica, de laterales salientes, enteramente adaptada en planta y montea al ábside románico del templo.
Su hijo Juan firmó en su nombre contrato con Martín de Mendizábal, en 1679, sobre el ensamblaje del retablo de la iglesia parroquial de Espirdo, en aplicación del poder general otorgado al efecto. Poco llegó a ocuparse de este encargo, dada su quebrantada salud.
Testó en Segovia el 29 de septiembre de 1679 y fue enterrado, al morir, en el convento de San Agustín.
Estuvo casado con Francisca Pasquala, vecina de Talamanca, con quien tuvo tres hijos: Juan, Pedro y Josefa María. El primero de ellos siguió los pasos paternos, al frente del taller, y alcanzó mayor reconocimiento y prestigio.
Obra de ~: Retablo mayor (trazas de J. Lobera), Segovia, iglesia de San Miguel, 1666-1672; Retablo mayor, iglesia de Santo Domingo de Pirón (Segovia), 1672; Retablo mayor (trazas de Lobera), convento de San José, Ávila, 1674; Retablo mayor, iglesia de San Millán, Segovia (hoy en Santa Eulalia del Río, Ibiza), 1677.
Bibl.: D. Martínez, Descripcion de las fiestas que al Alcides del cielo San Miguel archangel celebraron con igual Desempeño a su obligacion los feligreses de la iglesia Parrochial de la Ciudad de Segouia, con ocasión de la renovación de su templo y retablo nuevo que hicieron para su capilla mayor. Madrid, José F. Buendía, 1673, págs. 18v. y ss.; J. M. Quadrado, España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia. Salamanca, Avila y Segovia, Barcelona, 1884, pág. 531; J. M. Quadrado, Recuerdos y bellezas de España, Barcelona, 1895, pág. 386; Conde de la Viñaza, Adiciones al diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España de D. Agustín Ceán Bermúdez, vol. II, Madrid, 1889-1894, pág. 195; E. Tormo, “Segovia. Cartillas Excursionistas. IV”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (1919), pág. 202; J. de Vera, “Aportaciones al estudio de Nuestra Catedral”, en Estudios Segovianos, XV (1963), pág. 251; J. J. Martín González, Escultura Barroca Castellana, vol. II, Madrid, Fundación Lázaro Galdiano, 1971, pág. 104; VV. AA., Libro de la catorcena, Segovia, Caja de Ahorros, págs. 44 y 49; J. J. Martín González, Escultura barroca en España, 1600-1770, Madrid, Cátedra, 1983, págs. 120- 121; M. Villalpando, Artistas en Segovia, Segovia, Caja de Ahorros, 1985, pág. 56; M. Sainz Serrano, “El zaragozano José Ferreras autor del retablo de San Miguel de Segovia”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, XXXV (1989), págs. 147-159; F. Vázquez García, “Escultores, ensambladores, entalladores, maestros de cantería, etc.”, en Cuadernos abulenses, n.º 16 (1991), pág. 67; F. Collar de Cáceres, “En torno a la iconografía de San Juan de la Cruz. A propósito de su capilla-mausoleo”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, X (1993), pág. 22; Sainz Serrano, “José Ferreras”, en Estudios Segovianos, XXXV (1994), págs. 711-754; F. Collar de Cáceres, “Juan de Lobera en Segovia”, en Estudios Segovianos, XXXVII (1996), págs. 176 y 186-188.
Fernando Collar de Cáceres
