Ferreras, Juan de. Segovia, 1654 – 7.II.1711. Ensamblador y arquitecto, aparejador mayor del Real Alcázar de Segovia.
Hijo del ensamblador zaragozano José Ferreras, afincado en Segovia, y de Francisca Pasquala, nacida en Talamanca. Centró su actividad profesional en la creación de retablos, desarrollando su labor en la diócesis de Segovia y en el norte de la de Ávila.
Estilísticamente depende en mayor grado de José Vallejo Vivanco y utiliza en todo momento columnas salomónicas en estructuras de planta estática.
Comenzó a trabajar por 1678 con su progenitor, a quien sucedió en la realización del retablo mayor de la iglesia parroquial de Espirdo (Segovia), que contrató conjuntamente con Martín de Mendizábal, y en nombre de su padre, en 1679. En ese mismo año, y también con Mendizábal, se obligó a hacer el retablo mayor de la hoy desaparecida iglesia de San Julián de Olmedo.
La presencia dominante de Vallejo Vivanco en Segovia hubo de determinar que su taller se ocupara de manera preferente, durante algún tiempo, de encargos en tierras vallisoletanas y abulenses. Realizó así también los compactos colaterales de la iglesia de El Oso (Ávila), en 1680, y en 1686 trabajaba en los algo más simplificados de la iglesia parroquial de Blascosancho (Ávila), a los que siguió de inmediato el más complejo y dinámico retablo mayor.
La realización del gran retablo de la capilla de los Ayala o del Sagrario de la catedral de Segovia (1686- 1689), conforme al contrato que firmó en Madrid en julio de 1686 con José Benito Churriguera, autor de la traza, supuso una auténtica inflexión en la obra y la trayectoria de Juan Ferreras, y la solvencia probada hubo de pesar de manera esencial para su nombramiento como arquitecto de la catedral apenas un año después (27 de agosto de 1687), aunque aún fue Vallejo el elegido para los retablos de san Gregorio y de san Antón.
En los mismos años (1686-1689) hizo con Martín de Mendizábal el retablo mayor de la iglesia parroquial de Martín Miguel (Segovia), cuyo expositor se asemeja a los de Vallejo. Siguieron el de la iglesia de La Higuera (Segovia), en 1691; el de la parroquial de Santo Domingo de las Posadas (Ávila), en 1692; el de San Justo y San Pastor de Segovia (1693), y los más importantes de la iglesia de Fuente de Santa Cruz (Segovia) —del mismo año, aunque no terminado hasta 1707— y del hoy desaparecido convento de mínimos de la Victoria en Segovia, realizado entre 1696 y 1697; amén de trabajos menores en la iglesia de Santovenia.
Entre sus últimos trabajos de ensamblaje se cuentan el retablo mayor del monasterio de San Vicente el Real (1699), en el arrabal de San Lorenzo, el de la ermita de Nuestra Señora del Pinarejo, junto a Aldeanueva del Codonal (Segovia) —también de 1699 y el más notable de los propios—, y el de la parroquial de Dehesa de Cuéllar, que se obligó a hacer en 1701 según modelo del existente en el hospital de la Magdalena de la villa, que pudiera ser suyo.
Ya por entonces ostentaba el cargo de aparejador mayor del Real Alcázar de Segovia y de Casas Reales de su contorno, en el que había sucedido el 21 de diciembre de 1698 al desaparecido José Vallejo Vivanco.
Realizó como tal diversas restauraciones en Valsaín y en el Alcázar, levantando en éste la puerta del parque.
Mayor importancia tuvo, no obstante, su aportación en lo tocante a los arcos y puertas de la ciudad, pues dio en 1703 las trazas para el arco de Madrid, que levantó Carlos de la Colina, y luego las del arco de la Fuencisla, de 1704, cuya construcción se encomendó inicialmente a Mateo Escobedo. Efectuó además la reforma de la puerta de San Juan, en la muralla, así como la restauración de la de San Andrés, unos diez años antes.
Casó el 6 de mayo de 1680 con Isabel de Arce Ladrón de Guevara, oriunda de Santiuste de Coca y hermana del pintor Pedro de Arce, quien colaboró con Ferreras al menos en el retablo de La Higuera. Tuvo con ella tres hijos varones y tres hijas: Josefa (1691), Francisca (1692), José (1694), Magdalena (1696- 1697), Francisca Eugenia (1698), Juan (1700) y Pedro, que fueron bautizados en la iglesia segoviana de San Román.
Su principal continuador en materia retablística fue Manuel Carretero, quien le sucedió como aparejador mayor del Alcázar, y cuya obra más significativa es el rotundo retablo salomónico de Navas de la Zarzuela (antes Navas de la San Antonio).
Obras de ~: Retablos colaterales, iglesia de El Oso (Ávila), 1680; Retablo mayor y colaterales, iglesia de Blascosancho (Ávila), 1686; Ejecución del Retablo de la capilla de los Ayala, catedral, Segovia, 1686-1689; con M. Mendizábal, Retablo mayor, iglesia de Martín Miguel (Segovia), 1689; Retablo mayor, iglesia de Fuente de Santa Cruz (Segovia), 1699-1707; Retablo mayor, ermita de Nuestra Señora del Pinarejo, Aldeanueva del Codonal (Segovia); Arco de Madrid, Segovia, 1703; Arco de la Fuencisla, Segovia, 1704.
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Fernando Collar de Cáceres
