González de Villasimpliz, Juan. Zaragoza, c. 1470 – ?, p. m. s. xvi. Secretario del emperador Carlos V y conservador del patrimonio real del reino de Aragón.
Fue elegido interlocutor de Carlos V con los agermanados en pleno proceso de radicalización de la revuelta.
Recibió instrucciones precisas del Emperador, quien estaba dispuesto —si el pueblo renunciaba a la Germanía y abandonaba las armas— a relevar al virrey, como pedían los agermanados, y a admitir la permanencia en sus cargos a los jurados del pueblo hasta la siguiente elección. Conocido en Valencia este nombramiento, los radicales, contrarios a toda negociación que supusiera la desaparición de la organización agermanada, crearon confusión en el pueblo haciendo circular el rumor de que el secretario del Emperador venía a Valencia con el único propósito de procesar a los líderes populares. Por el contrario, el 30 de octubre de 1520 los moderados aceptaron negociar con González de Villasimpliz, aunque sus exigencias fueron juzgadas imposibles de cumplir en tan complicada coyuntura y, reconociendo no haber obedecido algunos mandatos reales, manifestaron que estaban dispuestos a cumplirlos. Esta respuesta complació a Juan González de Villasimpliz, que comunicó al Emperador y al virrey lo que él consideraba un éxito personal: llevar al pueblo a la obediencia. Pero pronto comprobó que se había dejado llevar por el entusiasmo, porque la gran mayoría de los síndicos y capitanes de los gremios pertenecían al sector radical de la Germanía y no consentirían, de ninguna manera, que los moderados, en clara minoría, aceptasen en representación de todo el pueblo cumplir lo que proponía González.
En aquellos días —febrero de 1521— llegaron a Valencia Andrés y Pedro de Llanes. Fueron enviados por el adelantado de Granada, señor de Elx y Crevillent, para pedir al secretario imperial que intentase reducir por vía diplomática estas dos poblaciones a la obediencia a su señor antes de recurrir a las armas.
González de Villasimpliz, desilusionado ante los escasos frutos de su gestión en Valencia, aceptó el encargo sin reparar en lo complicado de la misión que, como era de esperar, acabó en fracaso. Finalmente, el 29 de abril de 1521, Juan González procedió a dar cuenta de los resultados de su gestión, no al Consell, donde temía la reacción de los radicales, sino al Consell Secret.
Allí volvió a exigir la disolución de la Germanía, la entrega de las armas, la revocación de la Junta de los Trece y la aceptación del virrey. Si se cumplía todo esto, González aseguraba que los excesos cometidos hasta entonces por el pueblo serían reservados hasta el regreso del Emperador a España, que seguirían en sus cargos los jurados elegidos por el pueblo hasta la próxima elección, y que serían concedidos permisos para la importación de granos. Conocidas las condiciones, los líderes radicales se movilizaron. Vicent Peris, además de insultar públicamente a Juan González de Villasimpliz, organizó tan gran tumulto contra la residencia del secretario en Valencia que éste se vio forzado a abandonar la ciudad. Con su marcha se frustró el último intento por parte de Carlos V de conseguir la reducción de la Germanía por vía diplomática, vislumbrándose, ya como inevitable, el enfrentamiento armado.
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Vicente J. Vallés Borràs
