Perillán García, Francisco Miguel. Valladolid, 1823 – Madrid, 22.XI.1885. Impresor, propietario y director de El Norte de Castilla.
Hijo de un policía municipal, nació en el seno de una familia humilde con una escasa preparación intelectual. A los treinta y tres años, comenzó a relacionarse con los trabajos periodísticos, a través de la imprenta local vallisoletana. Antes, se había asociado a un jovencísimo Miguel Íscar (futuro alcalde de Valladolid), para formar en 1853, una compañía “con el único y exclusivo objeto de ventilar toda clase de negocios”: se denominó Perillán y Compañía. Tenía un importante capital, al ser su principal accionista el citado Miguel Íscar. Era una sociedad dedicada a la fabricación y venta de material de construcción, en un momento expansionista de Valladolid. En 1854, Perillán abandonó
Tradicionalmente, se ha hablado de Perillán como el fundador del hoy decano de la prensa española, El Norte de Castilla. No fue así, según aclara Celso Almuiña. Inicialmente, fue el impresor, siendo su propietario Sabino Herrero Olea, empresario que había impulsado la fusión de dos competidores periodísticos anteriores: El Avisador y El Correo de Castilla. El primer número de El Norte de Castilla salió el 17 de octubre de 1856, tras asumir la empresa editora del citado El Avisador, por lo que en la cabecera de El Norte de Castilla aún hoy resalta la acotación: “fundado en 1854”. Cuando la nueva publicación se convirtió en diario, Perillán adquirió su propiedad, conservándola hasta 1870, desempeñando aún la dirección durante dos años más. Con Perillán, El Norte de Castilla se convirtió en un periódico progresista (dimensión que compartía su fundador Herrero Olea), de una clara orientación cerealística.
Perillán, según resalta Almuiña, fue el creador de la primera “empresa periodística” de Valladolid y una de las primeras de España. Ante las dificultades de supervivencia de la prensa de provincias, Perillán, apoyado por dos propietarios de periódicos de Cádiz y Granada, constituyó la Unión de
Desde lo político, Francisco Miguel Perillán se comprometió con el progresismo y llegó a ser encarcelado y desterrado de la ciudad en los días previos a la Revolución de 1868. Tampoco encontró su lugar en años posteriores, durante el Sexenio Revolucionario, pues consideró que era el momento de salir de Valladolid. Para ello, en 1870, vendió El Norte de Castilla y se trasladó a Madrid. Todo ello condujo a que el periódico vallisoletano abandonase su adscripción progresista, girando hacia posiciones más conservadoras. Durante
Bibl.: J. Altabella, El Norte de Castilla en su marco periodístico (1854-1965), Madrid, Editora Nacional, 1966; C. Almuiña Fernández,
Javier Burrieza Sánchez
