Montalvo, Bernabé de. Medina del Campo (Valladolid), p. m. s. XVI – Toledo, c. 1632. Monje cisterciense (OCist.), historiador de la Orden.
Hijo del Monasterio de Montesión (Toledo). Fue el primer monje de la Congregación Cisterciense de Castilla que emprendió y dio a la luz públicamente una historia de la Orden del Císter. Fue una persona sumamente inquieta intelectualmente, y demostró un afán infatigable por recolectar datos de los monasterios y su historia.
Al decir de Henríquez, en su Phoenix Reviviscens: “Es digno de señalar que, por este mismo tiempo, Dios infundió en el ánimo de varios monjes de nuestra España emprender esta misma tarea, como si hubieran sido exhortados para dilatar la fama y el buen nombre de la Orden de Císter. Entre ellos destacan los nombres de Bernardo Brito, Ángel Manrique, Francisco Vivario, Bernabé de Montalvo, Bernardo de Villalpando, Gonzalo de Silva, Cristóbal Perales [...] Ignacio Fermín Ibero [...] Todos ellos, hasta el presente han escrito ya varios volúmenes”.
Efectivamente, la gran labor histórica cisterciense llevada a cabo por los monjes de la Congregación de Castilla, puede considerarse, más que como el resultado de los esfuerzos aislados de unos pocos, como una empresa común, en la que trabajaron los anteriormente citados, y otros más. Parece que había pasión por el estudio e investigación de la historia del Císter en todas sus manifestaciones, y una falange de monjes cuyos nombres duermen en el olvido, se dedicaron a ello. Otra de las glorias de la labor histórica cisterciense de la Congregación es el haber sido “universal”.
Tarea, por otro lado, ambiciosa, dado el estado en que entonces se encontraba la historia de la Orden.
Al padre Montalvo le antecedieron Benito Peña —Tratado del origen de la Sagrada Orden del Cistel y Riformación que della se hizo en estos Reynos de Castilla, ms. 1565, que no ha sido posible localizar aunque algunos autores lo citan—. Hacia 1588 ya hay noticias de una obra importante; Marcos de Villalba, abad de Fitero, escribía por estos años una Historia de la Orden de San Bernardo, que la muerte le impidió terminar.
Estas dos obras son la base, muy probablemente, de la que escribió Bernabé Montalvo.
Aunque Montalvo, al decir de Muñiz, “en sus escritos no observó las formalidades necesarias y adaptables que exige la Historia, sin embargo le consideramos acreedor à alguna mas estimacion de la que mereciò al Señor Manrique, ya por haber sido el primero que rompió la valla en este genero de Escritos, y ya porque en aquel tiempo estaba muy escondida la critica y muy escasas las noticias: siendo cierto que de las comunicadas por éste no se ruboró el Señor Manrique aprovecharse de ellas siempre que se le proporcionó la ocasión”.
La obra de Montalvo se compone de cinco libros: en el primero se habla de la fundación de la Orden de Císter; en el segundo de las Órdenes y Congregaciones que han tenido principio y dimanado de la cisterciense; en el tercero se describe la vida de san Bernardo; en el cuarto se habla de algunos discípulos del melifluo doctor y otros monjes contemporáneos del santo; y en el quinto de los discípulos más distinguidos del mismo san Bernardo.
Montalvo realiza una tarea histórica ingente, desconocida hasta la fecha, pero muy incompleta y lejos del sentido crítico necesario. Si se sabe poco de su vida, asimismo se ignora cómo compuso esta obra.
De su obra Varones ilustres [...] (de esta obra hace mención él mismo dos veces en su Primera parte de la Crónica [...] dice Nicolás Antonio fundado en lo que asegura Henríquez en el Prologo del libro V “Queda, campo descubierto para en la segunda parte de esta Historia tratar de los Varones ilustres de nuestra Orden, segun que lo prometimos en el Prologo del primer libro”; y De Visch, dice “dejó ms. otra obra: De los Varones ilustres de la Orden de San Benito; pero ambos manuscritos parece a todas luces que han desaparecido).
Obras de ~: Primera parte de la Coronica del Orden de Cister e Instituto de San Bernardo / por el Padre Fray Bernabe de Montaluo, monge [...] de la mesma Orden [...], Madrid, Luis Sánchez, 1602; Varones ilustres de la Orden de S. Bernardo (ms.).
Bibl.: C. Henríquez, Phoenix Reviviscens, sive Ordinis Cisterciensis Scriptorum Angliæ et Hispana series, Bruxellae, Typis Joannis Meerbecii, 1626, págs. 268-269; R. Muñiz, Biblioteca Cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793, págs. 231-232.
Francisco Rafael de Pascual, OCist.
