Goicoechea y Galarza, Juan Martín de. Bacaicoa (Navarra), 2.XI.1732 – Zaragoza, 3.IV.1806. Infanzón- mercader.
La figura de Juan Martín de Goicoechea, el máximo representante de la burguesía mercantil en Aragón en el siglo xviii, hay que relacionarla con su tío, el infanzón- mercader Lucas de Goicoechea, por la protección que en todo momento le ofreció. Lucas acogió en su casa zaragozana a su sobrino, cuando todavía era un adolescente, y se preocupó por su educación en Europa. Tío y sobrino se convirtieron a la vez en suegro y yerno cuando el 21 de noviembre de 1762 Juan Martín, con treinta años recién cumplidos, casó con su prima hermana María Manuela, de veintiún años y medio. La nueva unidad conyugal se benefició del patrimonio familiar tras la muerte, en 1768, de Miguel Jerónimo, hermano de María Manuela y llamado a ser el heredero único. Estos acontecimientos facilitaron el desarrollo de los negocios y el encumbramiento social de Juan Martín, quien fue accionista de la Real Compañía de Comercio de Barcelona, del Banco Nacional de San Carlos y de la Compañía de Amigos de Zaragoza, porcionista de varias compañías comerciales, arrendatario de las rentas feudales y prestamista a particulares e instituciones.
Heredó la explotación agraria de su tío y compró tierras en Zaragoza y su término de Villamayor. También adquirió propiedades en las poblaciones de Arens de Lledó, Almudèfer y Caseras. Apoyó la construcción de la nueva presa de Camarera en el río Gállego, para regar la finca de La Torraza y el resto de propiedades que tenía en Villamayor. El riego facilitó que la explotación agraria la orientase al monocultivo del olivar, introduciendo la variedad empeltre. La información que poseía y el fracaso que tuvo con la industria sedera debieron de influir en la dinamización de este tipo de actividad.
Construyó un hilador de seda en Zaragoza en 1772, con los parabienes fiscales que ofrecía una Real Cédula de 28 de enero de 1774. El cierre se produjo en 1779, antes de practicarse los primeros ensayos sobre el hilado de la seda por parte de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, realizados en 1782, para demostrar la utilidad y ventajas del sistema Vaucanson.
La clausura del hilador propició que entre 1785 y 1789, en dicho solar industrial, Juan Martín de Goicoechea montase un molino de aceite de seis prensas y tres bodegas, siguiendo los modelos de los existentes en Caspe, Alcañiz, Calaceite y otros municipios. Los operarios que trabajaban en el molino provenían de la región francesa de Provenza.
Además de estas prácticas privadas agrícolas, industriales y comerciales, Juan Martín de Goicoechea también apoyó algunas iniciativas públicas. Así, colaboró con la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País desde 1776 hasta su muerte, tanto con su trabajo como con dinero destinado a fundaciones o ayudas a particulares. Formó parte de una junta que debía estudiar los medios para paliar las dificultades de los artesanos de la seda. Se encargó de buscar personas que hiciesen unos peines para que los tejedores consiguiesen unos lienzos más finos. Se ofreció a ensayar los resultados de la raíz de la rabiacana o arisaro. Tomó parte en la comisión encargada de suscribir acciones para la Compañía de Minas del Pirineo Aragonés. Fue comisionado por el Rey para fomentar el beneficio de las minas de cobalto y fue nombrado presidente y protector del beneficio y fundición de las minas y fábricas de cristales de Gistaín y San Juan de Plan. Presupuestó el precio que iba a adquirir el carbón de Utrillas una vez puesto en el puerto de Barcelona. Hizo ensayos con los cosecheros de uva para que consiguiesen la clarificación de sus vinos. Intentó sufragar la estancia de dos maestros holandeses que enseñasen la técnica del hilado fino de lana en la Casa de Misericordia y en el Hospicio de Niñas Huérfanas de Zaragoza. Elaboró varios informes para la Real Sociedad Económica, en los que valoró negativamente la propuesta de instalar una fábrica de gasas en Zaragoza, aportó datos sobre el comercio con Guipúzcoa y Vizcaya por Navarra, y estudió la forma de reducir en ocho horas el trayecto del camino carreteril a Tortosa. También fundó en 1784, y mantuvo a su costa hasta 1791, la Escuela de Dibujo, bajo los auspicios de la Real Sociedad Económica, que en 1792 se transformó en la Real Academia de Nobles Artes de San Luis.
Con esta activa presencia en la vida privada y pública, es lógico que Juan Martín ocupase puestos de responsabilidad en los sectores en que participaba. Así, fue representante de la Compañía Guipuzcoana de Caracas, apoderado del Banco Nacional de San Carlos, fundador de la Compañía de Amigos de Zaragoza, miembro de la junta creada para la construcción de la presa de Camarera, comisionado en la desamortización de Godoy, tesorero del Canal Imperial de Aragón de 1772 a 1775, diputado del común de Zaragoza de 1789 a 1791, vocal del Montepío de Labradores del Arzobispado de Zaragoza y miembro de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País (donde fue tesorero, segundo director de 1794 a 1806, curador de la Escuela de Matemáticas de 1779 a 1793 y vicepresidente perpetuo y curador de la Escuela de Dibujo).
Todas las actividades económicas y sociales en las que participó le permitieron reforzar el lugar honorífico y privilegiado que tenía su familia desde 1748, cuando logró la ejecutoria de infanzonía. Esta distinción social se consolidó cuando la Monarquía le concedió el 29 de julio de 1789 la Cruz de la Orden de Carlos III —por las sumas monetarias prestadas a la ciudad de Zaragoza durante 1789, año de carestía, y por otros caudales destinados al fomento de la agricultura, la industria y las artes.
La muerte de Juan Martín en 1806 —después del fallecimiento de su esposa en 1798— sin descendientes vivos favoreció el que su sobrino Pedro Miguel López de Goicoechea, hijo de las segundas nupcias de su única hermana, María Josefa, se convirtiese en su heredero universal.
Bibl.: P. Valero, Elogio del Sr. D. Juan Martín de Goicoechea, caballero de la Real y distinguida Orden española de Carlos III, y director segundo de la Real Sociedad Aragonesa. Leído en este Cuerpo Patriótico en Junta General de 5 de diciembre de 1806 por su individuo el Dr. D. Pedro Valero, canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana, y gobernador de este Arzobispado, Zaragoza, Medardo Heras, 1806; J. E. Iranzo, El muy ilustre señor don Juan Martín de Goicoechea. Estudio biográfico (leído el día 28 de octubre de 1911 en la Real y Excelentísima Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País), Zaragoza, G. Casañal, 1912; J. F. Forniés Casals, La Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País en el período de la Ilustración (1776- 1808): sus relaciones con el artesanado y la industria, Madrid, Confederación Española de Cajas de Ahorros, 1978; J. I. Gómez Zorraquino, Los Goicoechea y su interés por la tierra y el agua en el Aragón del siglo xviii, Zaragoza, Diputación General de Aragón, 1989.
José Ignacio Gómez Zorraquino