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Francisco Prieto Santos

Biografía

Prieto Santos, Francisco. Valladolid, 17.XII.1884 – Cádiz, 2.II.1967. Pintor regionalista andaluz de origen castellano.

Nacido en el seno de una modesta familia, toda su infancia y adolescencia discurrió en Valladolid, en cuya Escuela de Artes y Oficios Artísticos, con el magisterio de José Martí y Monsó, se formaría como pintor desde 1896 hasta 1902. En octubre de este último año, obtenida una bolsa de estudios del Ayuntamiento vallisoletano, marchó a Madrid e ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando.

Asistió entre otras disciplinas a las clases de Antonio Muñoz Degraín, Antonio Graner, Alejo Vera y José Moreno Carbonero, al tiempo que, alternando ambas ciudades, aprovecha las ocasiones de exponer en uno y otro lugar. Así, en 1903 entregó a su Ayuntamiento el lienzo De compras, también conocido como Puente Mayor, participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1904 con Las prisas del Corpus, obteniendo Mención Honorífica, y consiguió otro premio en la Exposición que la Academia de Bellas Artes vallisoletana celebró seguidamente con Bailando al Santo en Amusquillo. En la siguiente Exposición Nacional de 1906 logró una nueva Mención Honorífica. Tras ello, sin culminar sus estudios en la Escuela Superior, marchó a París a probar fortuna. Allí residió al menos hasta 1913, aun cuando presentó un cuadro, Las parcas de Castilla, en la Exposición Regional de Valladolid de 1912, hoy en la Diputación vallisoletana, y, sin confirmación documental, también viajó a Argentina.

De vuelta en España, frecuentó nuevamente las aulas de la misma Escuela Superior quedando constancia de su matrícula en varias asignaturas durante los cursos 1913-1914 y 1916-1917, las suficientes como para permitirle optar con éxito a una plaza de profesor especial de Dibujo en 1917, incorporándose en octubre a la Escuela Normal de Maestros y Maestras de Cádiz. La idiosincrasia de la población, las condiciones climáticas que el lugar y su provincia brindaba así como el ambiente artístico existente, propiciado tanto desde la Academia de Bellas Artes local como por otras sociedades culturales, estimularon su permanencia.

Desde este momento enriqueció su inicial estilo costumbrista y se reafirmó en una estética configurada por la temática popular y la exaltación de la luz con técnica básicamente impresionista. La visión del campo gaditano, en especial de Arcos de la Frontera, sus frecuentes viajes a Granada y alguna estancia en el protectorado marroquí, Tetuán especialmente, confirmaron, por último, su inserción dentro de la tendencia regionalista de la pintura andaluza del período y, en particular, de la gaditana. Con su matrimonio en 1922 con una gaditana de Arcos de la Frontera, la radicación fue definitiva. Desde 1926 hasta 1964 tuvo su vivienda y estudio en la Alameda gaditana, frente al mar de la bahía, los mismos que con anterioridad ocupó el artista José Morillo Ferradas.

Las exposiciones suyas se suceden en Cádiz y su concurso es no menos habitual en los Salones de Otoño madrileños y en las Exposiciones Nacionales, también en las de Otoño promovidas por el Ateneo hispalense y las de la Academia de Bellas Artes sevillana. Ocasionales son las del Heraldo de Madrid, las de Pinelo para Sudamérica, la de la Exposición Iberoamericana y de Arte Español en los Países Bajos en 1929, Arte Regional en Granada, Galería Witcomb de Buenos Aires y otras, mientras ve premiado su lienzo Toros en un pueblo andaluz, una original interpretación del desaparecido coso taurino de Arcos, con una Tercera Medalla en la Exposición Nacional de 1934, desde 1951 expuesto en el Museo de Cádiz. Significativos son también, del mismo año, el lienzo de Las cobijadas de Vejer, propiedad del Ayuntamiento vejeriego, y, de 1935, su recreación sevillana de La Academia de baile del Maestro Realito, depositado en el Museo de Vigo. La Guerra Civil le sorprendió en Madrid, con motivo de su concurso en la Exposición Nacional de 1936, lo que implicará su temporal destino como profesor de Dibujo en el Instituto de Cuenca hasta el término de la contienda. Reintegrado a su plaza, prolongó la docencia hasta 1954, fecha en la que se jubiló como catedrático de Dibujo.

Francisco Prieto Santos prolonga la práctica artística en Cádiz, ya desaparecidos los maestros gaditanos de la generación anterior, y una estética figurativa conservadora, renovando su actividad durante la década de 1950, al abrigo, por demás, de la renovada exaltación costumbrista que desde distintas instancias, bien la literaria de José María Pemán, bien las que prolongaban el realismo académico, se ofrecían. Sería así un destacado intérprete de la imagen de los pueblos serranos, de la campiña y del mar de Cádiz. Su pintura, con amplia producción, está esparcida principalmente por colecciones particulares e instituciones varias. Ocasionalmente, realizó también carteles festivos.

Fue, asimismo, académico de la Real de Bellas Artes de Cádiz desde 1930, cubriendo la vacante dejada por el pintor Federico Godoy tras el traslado de éste a Sevilla.

 

Obras de ~: Paisaje, 1933; Plaza de toros de Arcos de la Frontera, 1933; Toros en un pueblo andaluz, 1934; Las cobijadas de Vejer, 1934; La Academia de baile del Maestro Realito, 1935; Patio del convento de San Francisco de Cádiz, 1949.

 

Bibl.: F. Cuenca, Museo de pintores y escultores andaluces, La Habana, Rambla y Bouza, 1923; F. Pérez Mulet, El pintor Francisco Prieto Santos. Vida y obra, Cádiz, Diputación Provincial, Instituto de Estudios Gaditanos, 1979; J. C. Brasas Egido, Pintura y escultura en Valladolid en el siglo xx (1900- 1936), Valladolid, Ateneo de Valladolid, 1988.

 

Fernando Pérez Mulet

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