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Rafael Ram de Viu y Pueyo

Biografía

Ram de Viu y Pueyo, Rafael. Conde de Samitier (II), barón de Hervés. Alcañiz (Teruel), 14.V.1777 – Teruel, 27.XII.1834. Aristócrata y militar carlista.

Hijo de Jerónimo Ram de Viu y Liñán, barón de Hervés, y de Mariana Pueyo y Pujadas. Sucedió a su medio hermano Buenaventura Ram de Viu y Baillet, I conde de Samitier, en esta merced y también como barón de Hervés. En su juventud estudió Filosofía y Derecho. Al empezar la Guerra de la Independencia se puso en contacto con Palafox y dirigió las actividades contra los franceses en las zonas de Morella, Alcañiz y Calatayud, misión que le fue encomendada por la Junta Central y confirmada por el Consejo de Regencia y en la que actuó de común acuerdo con el general Blake. El 22 de abril de 1810 fue nombrado gobernador de Alcañiz y su partido. El 4 de mayo de 1812 los franceses, que habían confiscado sus propiedades, hicieron prisioneros a su mujer, María de la Concepción de Grau y de Gras, y al mayor de sus hijos para tratar de atraerle a su causa, pero sin resultado.

En 1819 se le expidió el nombramiento de comandante de Infantería. En 1821 las juntas de Valencia y Morella le encomendaron formar el cordón sanitario desde Tortosa a Villafranca con motivo de la epidemia de Cataluña. A partir de entonces, se trasladó con frecuencia entre sus distintas propiedades para evitar tener que comprometerse en la lucha que desgarraba a España. Terminado este período, el 24 de septiembre de 1824 fue nombrado gobernador de Teruel, y el 20 de junio de 1828, corregidor de Valencia, donde se ocupó de la moralidad de los espectáculos, la salubridad de la población y el urbanismo. Según Izaguirre, tuvo cierta intimidad con don Carlos, del que se conservaban cartas en el archivo familiar que desaparecieron en su mayor parte durante la Guerra Civil.

Sí se conservaron algunas cartas intercambiadas con el conde de España, en una de las cuales, fechada el 28 de enero de 1824, se quejaba de quienes “con la capa de descubrir los proyectos de los Masones se dirigen bonitamente a hacer una amarga crítica de cuanto ha hecho el Rey N. S. Quisiera saber que es lo que intentan los que emplean tan perversos y reprobados medios, pues es bien claro que el que empieza contra la Autoridad del legítimo Soberano, con la palabra de Religión y Rey en la boca o en la pluma, no tiene ni uno ni otro en su corazón, y es un verdadero revolucionario, aunque con otros colores que los pasados”.

Sublevado en noviembre de 1833 en Morella, el coronel Carlos Victoria envío al barón de Hervés un oficio invitándole a que formase parte de la Junta de Gobierno constituida en nombre de don Carlos, junta de la que no tardó en ser nombrado presidente. Ante la aproximación de las tropas liberales, Hervés dejó a Marcoval al mando de la plaza y se internó en el Bajo Aragón, estableció su cuartel general en Calanda. Derrotado por el coronel Linares, fue hecho prisionero poco más tarde en el Mas de Bacanizas junto a su mujer y dos de sus hijos, y pasado por las armas.

La carta de despidida que redactó para su mujer e hijos la noche antes de ser fusilado deja en evidencia su profunda fe religiosa: “Jamás os venguéis en nadie ni tengáis rencor, amad a nuestros enemigos que es precepto de Dios. No penséis en mí sino para encomendar mi alma al creador […] estoy muy sereno y enteramente confiado en que por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo he de ir al cielo, para donde hemos sido creados”.

 

Bibl.: F. Izaguirre, “Aragón en la Primera Guerra Carlista: el barón de Hervés”, en Jerónimo Zurita. Cuadernos de Historia, 6-7 (1958), págs. 93-119; M. Grau i Monserrat y J. Pallarés Adell, Herbés: los señores de Herbés: (els Ports de Morella) (1233-1833), Castelló, Diputació, 1986; M. Grau i Monserrat, “El Baró d’Herbés: Rafael Ram de Viu i Pueyo (1777-1833)”, en AU, n.º 2 (1988), pág. 8.

 

Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera