Vidal Ponz, Antonio. Alcañiz (Teruel) 17.I.1896 – Anvar (Marruecos) 18.III.1922. Escolapio (SChP), capellán de la Legión en el Rif.
De familia humilde y muy cristiana, era el mayor de los cuatro hermanos. Estudió las primeras letras en el colegio de Santa Ana de su ciudad natal. Pasó a los Escolapios, como fámulo, estudiando los tres grados elementales y los estudios de latín. Hizo allí su Primera Comunión. Tenía buena voz y formó parte del coro. Se le recuerda como un buen cantador de jotas. Ingresó primero como postulante (1912) y comenzó el noviciado en Peralta de la Sal el 2 de julio de 1913, emitiendo sus primeros votos el 15 de agosto de 1914. Cursó los estudios civiles y de filosofía en Irache (Navarra) y los de teología junto con otras asignaturas complementarias en Zaragoza hasta terminar su carrera y emitir los votos solemnes el 1 de enero de 1918. Poco tiempo después era ordenado sacerdote. Inició su ministerio educativo en las escuelas elementales del colegio de Jaca. Por su condición de sacerdote, fue llamado para servir como capellán de la Legión en la Guerra de África, incorporado al Regimiento de Galicia.
Unos sesenta capellanes estaban en la plaza de Melilla cuando el general pide un voluntario para asistir a los legionarios. Dos dieron el paso adelante, pero uno se arrepiente, retrocede y queda sólo el P. Vidal. En el mes de octubre de 1921 entra en la Legión y, desde esta fecha hasta su llorada y gloriosa muerte, asiste a todos los combates de la Tercera Bandera del Tercio. Cuando se presenta la ocasión, cura las heridas del cuerpo, como enfermero, pero sobre todo las heridas del alma, como sacerdote. En poco tiempo se ganó la confianza de los soldados que lo querían como a un padre. Visitaba y confesaba a los soldados heridos y atendía a los moribundos en los lugares de mayor peligro. Murió el 19 de marzo de 1922, con sólo 26 años, herido en pleno campo de batalla Dar Drius, en Anvar (Marruecos) mientras administraba los sacramentos a los legionarios heridos de la Tercera Bandera del Tercio. Sus legionarios llevaron el cadáver a Melilla, y ellos mismos donaron la lápida del panteón de los caídos por la patria. El general Sanjurjo presidió los funerales con la oficialidad, los demás capellanes, los soldados del Tercio y numerosos antiguos discípulos de los Padres Escolapios. Más tarde el entonces teniente general Millán Astray escribió una emotiva carta laudatoria al P. Provincial de Aragón y también a Federico Berenguer, jefe de la columna, dándoles la noticia.
El día 8 de diciembre de 1923, el ayuntamiento de la ciudad de Alcañiz le rindió un emotivo homenaje en el Teatro Principal y le dedicó una calle de la ciudad.
Bibl.: Libros parroquiales. A. Pastor, Discurso necrológico, Zaragoza, 1924; Carta de Millán Astrain: Arch. Sch.P. Prov. Aragón, caja 25-b; VA 1-III, 220, 221, 385; Revista Calasancia, 112 (1922), págs. 360-364 (recoge artículos de diversos diarios sobre Un Escolapio, mártir de la Patria); Revista Calasancia, 115 (1922), págs. 668-670; “Necrología”, Catálogo de los Religiosos fallecidos en 1922, Madrid, 1923; J. Buñuel, Galería de alcañizanos ilustres, Zaragoza, 1959, págs. 335-338.
Pedro Sanz Navío, SChP