Bernardo de Quirós y Valdés, Francisco. Figaredo (Asturias), 11.X.1644 – Aquisgrán (Alemania), 18.I.1709. Consejero y diplomático.
Hijo de Diego Bernardo de Quirós y Lorenzana (Pola de Lena, Asturias, 1595) y de María de Valdés y de las Alas (Gozón, Asturias, 1610), fue becario del Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá (1667), saliendo doctor en ambos Derechos (1671). Estudió también en las Universidades de Salamanca y Oviedo y ejerció de catedrático de Artes entre 1671 y 1674.
Caballero de Santiago en 1681, desempeñó luego el cargo de agente general de España en Roma (1682- 1687) antes de ocupar una plaza del Consejo de Órdenes (20 de noviembre de 1687). Nombrado consejero de Castilla (16 de marzo de 1692), fue al mismo tiempo destinado al puesto de enviado de España a las Provincias Unidas, ascendiendo a embajador el 15 de noviembre de 1696: desde Holanda hizo frecuentes viajes a Bruselas, donde tenía el encargo de observar la gestión del elector de Baviera, a cuyas reformas económicas se opuso. Su designación como consejero y camarista del Consejo de Indias (18 de marzo de 1700) no interrumpió su embajada, aunque hubo de renunciar a sus estancias en Bruselas. Aceptó el cambio de dinastía y siguió en La Haya hasta la declaración de guerra del 8 de mayo de 1702. Se despidió el 24 de mayo y, conforme a órdenes recibidas, marchó a los Países Bajos, donde quedó “vegetando, sin papel determinado y sin sueldo, en una situación realmente miserable”. Tras el desastre de Ramillies (23 de mayo de 1706) y la evacuación de Flandes, dio oídos a las ofertas del archiduque y aceptó ser su plenipotenciario en los Países Bajos para arreglar los problemas de la “Barrera” (9 de octubre de 1706).
Aquejado por accidentes de salud, dejó Bruselas el 28 de diciembre de 1708 para ir a tomar las aguas en Aquisgrán, donde falleció apenas hubo llegado. De él escribió Saint-Simon: “Había pasado toda su vida en las negociaciones en las que desplegó mucha habilidad, siempre en las cortes extranjeras o en las asambleas para la paz [...]. La batalla de Ramillies y sus consecuencias le volcaron hacia la Casa de Austria”.
Había permanecido soltero.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional (Madrid), Consejos, lib. 732; Órdenes Militares, Santiago, exp. 1046.
D. Ozanam, Les diplomates espagnols du XVIII siècle, Madrid- Bordeaux, Casa de Velázquez-Maison des Pays ibériques, 1998.
Didier Ozanam
