Sobrino y Minayo, Blas. Urueña (Valladolid), 16.I.1725 – Trujillo (Perú), 26.IV.1796. Obispo, vicario general, visitador y párroco canónico.
Hijo de Pedro Sobrino y de Ana Pérez Minayo. Realizó sus estudios en Valladolid y fue párroco canónico de la Catedral de Zamora, en cuyo obispado fue también vicario general y visitador, como luego lo sería de Oviedo.
El 13 de marzo de 1775 se expedían sus bulas como obispo de Cartagena de Indias y se le consagraba en Madrid el 6 de agosto. Al poco tiempo de ocupar su diócesis, fue nombrado obispo de Quito por bula del 16 de diciembre de 1776. Fue precisamente en esta diócesis donde realizó sus tareas más relevantes y donde mantuvo una sintonía de sumisión con el presidente de la Audiencia, García de León y Pizarro, hasta el punto de tonsurar a su hijo para que se le asegurasen las capellanías de los jesuitas expulsados.
En Quito centró de una manera muy especial su interés en los asuntos de beneficencia, creando en 1782 el Hospicio y Casa de Pobres Desvalidos, además de un leprocomio, en el antiguo noviciado jesuítico, a cuyo desarrolló asignó 2.000 pesos de las rentas episcopales; en la misma línea rehabilitó parte de las dependencias de su palacio para atender a los enfermos de la epidemia de sarampión que asoló Quito en 1785. Igualmente reabrió el Seminario de San Luis y, además, en su tiempo se escindía de su obispado la diócesis de Cuenca, el 1 de julio de 1786, lo que mermó considerablemente las rentas episcopales.
El 15 de diciembre de 1788 era elevado a la diócesis de Santiago de Chile, adonde llegó a finales de 1790; pero su episcopado fue efímero, aunque también mantuvo una intensa política social en apoyo de las instituciones de beneficencia como la Casa de Recogidas y la cárcel. Su relación con las autoridades fue buena, aunque hubo alguna disensión, como su oposición a la creación de un teatro permanente de comedias que contaba con el aval de Ambrosio O’Higgins.
El 12 de septiembre de 1794 se expedían sus bulas como obispo de Trujillo del Perú, aunque no llegó a su sede hasta el 20 de septiembre de 1795, donde moriría unos meses más tarde.
Bibl.: F. González Suárez, Historia General de la República del Ecuador, t. V, Quito, Imprenta del Clero, 1894; A. de Egaña, Historia de la Iglesia en la América Española. Desde el Descubrimiento hasta comienzos del siglo xix. Hemisferio Sur, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1966; R. Pérez Ruiz, “Blas Sobrino y Minayo”, en C. Oviedo Cavada (dir.), Episcopologio Chileno 1561-1815, t. III, Santiago de Chile, Universidad Católica de Chile, 1992, págs. 11-41.
Jesús Paniagua Pérez
