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Caius Iulius Proculus

Biografía

Iulius Proculus, Caius. C(aius) Iulius M(arci) f(ilius) Volt(inia tribus) Proculus. Galia, c. 70 – ?, m. s. II. Senador romano, juez y ¿gobernador? de la provincia Baetica.

Su nombre y la tribus Voltinia en que fue censado inclinan a considerarle miembro de una familia senatorial del sur de la Galia. Comenzó su carrera con funciones menores relacionadas con la amonedación (triunvir aere argento auro flando feriundo), fue cuestor imperial a finales del gobierno de Domiciano (81- 96) —seguramente hacia el año 96— y adquirió su experiencia militar como tribuno militar de la legión IIII Scythica en Siria hacia el año 97, ya bajo Nerva (96-98). El emperador Trajano (98-117) le integró en la oficina palatina como secretario ab actis e inmediatamente después fue elegido tribuno de la plebe.

Seguramente en torno al año 100 obtuvo las insignias de la pretura con unos treinta años de edad.

Con ese rango pretorio, el senador Caius Iulius Proculus recibió el mando de la legión VI Ferrata, de nuevo en la provincia de Siria que ya conocía desde sus primeras armas e, inmediatamente después, regresó a Italia como administrador de las regiones de la Transpadana. Fue elegido para un consulado sufecto en otoño del año 109 y se le encomendó el censo de la provincia de Galia Lugdunensis antes de volver de nuevo a Roma como responsable de las obras en edificios públicos.

Durante la visita a Hispania del emperador Adriano (117-138) en 122-123, Caius Iulius Proculus formó parte de la comitiva imperial, lo que significa que, al igual que había ocurrido con Trajano, seguía gozando de la confianza del nuevo Monarca. Seguramente con esa visita hay que relacionar su mención como juez en el establecimiento de los límites entre las ciudades cordobesas de Sacili Martiale (Alcorrucén, cerca de Pedro Abad), Epora (Montoro) y Solia (cerca de El Guijo). Este deslinde territorial está recogido en una inscripción conocida como el trifiniun de Villanueva de Córdoba (CIL, II²/7, 776).

A partir de ese texto se ha especulado con la posibilidad de que Caius Iulius Proculus ejerciera sólo una judicatura extraordinaria para el establecimiento de los límites de estas comunidades en el marco de la visita imperial a Hispania e, incluso, con la posibilidad de que el gobernador proconsular de la Bética hubiera fallecido en esos años y que Adriano nombrara a un hombre de su confianza como gobernador provisional a la espera de la llegada del sucesor.

 

Bibl.: F. Fita, “El trifinio romano de Villanueva de Córdoba. Nuevo estudio”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, n.º 60 (1912), págs. 37-52; A. d’Ors, Epigrafía jurídica de la España romana, Madrid, Instituto Nacional de Estudios Jurídicos, 1953, págs. 364-365; R. Nierhaus, “Baedro”, en Madrider Mitteilungen, 5 (1964), pág. 192; L. Petersen, Prosopographia Imperii Romani saec. I, II, III. Editio altera (PIR²), Pars IV.3, Berlin, Walter de Gruyter, 1966, págs. 255-256, n.º I 497; G. Alföldy, Fasti Hispanienses. Senatorische Reichsbeamte und Offiziere in den spanischen Provinzen des römischen Reiches von Augustus bis Diokletian, Wiesbaden, Franz Steiner Verlag, 1969, págs. 166-167; B. E. Thomasson, Laterculi praesidum, I, Göteborg, Editiones Radii, 1984, col. 23, n.º 19; A. U. Stylow, “Beiträge zur lateinischen Epigraphik im Norden der Provinz Córdoba, I: Solia”, en Madrider Mitteilungen, 27 (1986), págs. 266-268, n.º 30; J. M. Abascal, “Inscripciones romanas y celtibéricas en los manuscritos de Fidel Fita en la Real Academia de la Historia”, en Archivo de Prehistoria Levantina, n.º 21 (1994), pág. 8; A. U. Stylow, Corpus inscriptionum Latinarum, vol. II (editio altera), pars VII, conventus Cordubensis, Berlin, Walter de Gruyter, 1995, n.º 7, 776 (CIL, II²/7, 776).

 

Juan Manuel Abascal