Ayuda

Al-Jusani

Biografía

Al-Jušanī: Abū ‘Abd Allāh Muḥammad b. Ḥāriṯ b. Asad, al-Jušanī. Qayrawān (Túnez), p. m. s. X – Córdoba, 13 de ṣafar de 361 H. (5.XII.971). Alfaquí y cadí de origen tunecino asentado en al-Andalus.

Se trata de uno de los autores más célebres de la época del califato de Córdoba, al cual se deben varias obras, algunas de las cuales han sido editadas y traducidas. Diversos repertorios árabes nos transmiten su biografía, lo que, junto a los datos que suministran sus propias composiciones, nos permite trazar los rasgos esenciales de su trayectoria vital e intelectual.

Antes de desplazarse a al-Andalus, donde transcurrió la mayor parte de su vida, al-Jušanī pasó sus primeros años en su tierra natal, Qayrawān, la primera ciudad fundada por los musulmanes en el Occidente islámico y foco de irradiación de la escuela jurídica mālikí, a la que pertenecía nuestro autor. Allí inició sus estudios, aunque también se formó en Túnez y, asimismo, viajó a Egipto. Según M. Fierro, su traslado a la Península se relaciona con el acceso al poder en Ifrīqiya de la dinastía fatimí, que en 297 H./909 derrocó a los hasta entonces gobernantes aglabíes. La implantación del gobierno fatimí supuso la elevación al rango oficial de las doctrinas chiíes, lo cual debió producir no pocos problemas a muchos intelectuales y hombres de religión de una zona que, hasta entonces, había sido foco de irradiación de la escuela mālikí, una de las cuatro integradas dentro de la corriente sunní. Es posible que al-Jušanī fuese uno de los intelectuales que se vio obligado a emigrar debido al empeoramiento de su situación, buscando refugio en al-Andalus, a donde se traslada, probablemente en compañía de su padre, en el año 312 H. (924), es decir, antes de la proclamación como califa de Abderramán III.

Tras residir en distintas comarcas fronterizas, finalmente se asentó en la capital cordobesa, donde prosiguió sus estudios junto a algunos de los alfaquíes más destacados de la época, como Ibn Ayman, Qāsim b. Aṣag, Muḥammad b. Lubāba y Aḥmad b. Ziyād. Su formación jurídica le permitió acceder a diversos puestos dentro del organigrama administrativo del aparato del Islam, desempeñando la función de curador de herencias en Pechina (Almería) y formando parte, asimismo, de la asamblea consultiva (Šūrà) de Córdoba, destinada a resolver los problemas jurídicos más acuciantes y a asesorar políticamente al soberano omeya en todas aquellas cuestiones que requirieran una opinión especializada. Asimismo, sabemos que, antes del año 320 H (932), estuvo en Ceuta impartiendo docencia, encargándose, además, de que fuese corregida la orientación de la alquibla de su mezquita aljama, que estaba desviada de su correcta dirección hacia La Meca.

Su importancia como jurista y el desempeño de dichas funciones fueron factores que le permitieron ascender en la escala social, llegando a formar parte del círculo literario e intelectual del príncipe heredero al-Ḥakam, personaje muy inclinado al ámbito de las letras y el saber que logró reunir en el palacio califal una de las más formidables bibliotecas del mundo en su tiempo. Sus biógrafos afirman que al-Jušanī compuso para el príncipe omeya casi cien obras, de las cuales sólo conocemos algunas de ellas. De la mayoría, una quincena, sólo sabemos el título, habiéndose conservado manuscritos de algunas, en parte editadas y traducidas.

Su obra más conocida y, posiblemente, más importante, es la Historia de los cadíes de Córdoba, compuesta por petición expresa del príncipe al-Ḥakam, como el propio al-Jušanī señala en el prólogo de la misma. Según J. Ribera, para redactar esta obra el autor tuvo a su alcance testimonios escritos de primera mano, tales como los documentos procedentes de los archivos califales y del propio archivo de la curia de los cadíes cordobeses. No obstante, su base informativa son, sobre todo, los testimonios orales y narraciones, tanto las de índole popular como las recabadas de los propios integrantes del colectivo de hombres de religión al que pertenecía. Así pues, la obra consiste, por lo que se refiere a la técnica de redacción del autor, en una colección de anécdotas sueltas sobre diversos cadíes de Córdoba, a veces con dos o más versiones, unidas por breves párrafos del propio al-Jušanī. Aunque por su contenido y formato el Quḍāt Qurṭuba se suele clasificar dentro del género de los diccionarios biográficos, P. Chalmeta lo consideró una obra de historia oral (jabar, pl. ajbār), calificándola como la obra más extensa de este género que nos ha llegado y pieza clave para estudiar el mecanismo de fijación por escrito de los ajbār. De hecho, es la obra que más aplica la terminología del jabar, con unos ciento veinte ejemplos de dicho término o sus derivados. No obstante, no se trata de ajbār en su forma más pura, sino evolucionada, en la que las tradiciones ya no se transmiten oralmente, sino que se ponen por escrito.

Contando con esas fuentes y partiendo de dicho concepto de la narración, al-Jušanī traza un recorrido biográfico de los cadíes cordobeses desde la conquista musulmana hasta su propia época, incluyendo a un total de treinta y seis jueces. Su narración finaliza hacia el año 399 H. (950-951), considerando, con P. Chalmeta, que las biografías de los dos últimos cadíes se deben a un autor distinto. Algunos autores achacaron a esta obra ciertas debilidades fantasiosas, al hacerse eco de la falsa leyenda de los tres primeros cadíes de Córdoba. No obstante, lo cierto es que se trata de una de las obras fundamentales para el estudio de la época del califato, tanto por lo que se refiere a los aspectos políticos y sociales como, sobre todo, al ordenamiento jurídico y al sistema de administración de justicia. En efecto, la obra está plagada de informaciones relativas al nombramiento y deposición de los cadíes por el soberano, a las sentencias por ellos emitidas y a los entresijos del mundo de los hombres de religión, los ulemas y alfaquíes de entre quienes se nombraba, invariablemente, a los cadíes encargados de impartir justicia.

La segunda obra en importancia de al-Jušanī es la Historia de los alfaquíes y tradicionistas de al-Andalus, conservada en un unicum de la Biblioteca Real de Rabat (Marruecos) y editada hace más de una década. Pese a que, al igual que la Historia de los cadíes de Córdoba, se trata de una obra biográfica, las coincidencias textuales entre ambas son escasas, ya que de los treinta y seis cadíes biografiados en la primera, solo ocho aparecen también en la segunda. En esta obra, al-Jušanī traza las biografías de quinientos veintisiete personajes, la mayoría de las veces de forma breve, a veces de solo dos o tres líneas, en ese estilo telegráfico habitual en el género bio-bibliográfico al que pertenece la obra. No obstante, constituye una fuente de gran relevancia por el caudal de datos que aporta, sobre todo relativos a la actividad de los personajes biografiados en el ámbito jurídico, judicial y religioso-cultual, así como por la información toponímica vinculada a dichos personajes. Esta obra debió componerse antes del año 350 H. (961), fecha de la proclamación como califa de al-Ḥakam II, ya que en ella el autor se refiere a dicho gobernante como príncipe.

La tercera de las obras de al-Jušanī que ha sido editada es Kitāb ṭabaqāt ‘ulamā’ Ifrīqiya que, como indica su título, se vincula al género clásico de las generaciones (ṭabaqāt), una sub-especie dentro de la categoría de los diccionarios bio-bibliográficos. Esta obra contiene biografías de sabios no pertenecientes a la escuela mālikí y, especialmente, de los adeptos al chiísmo implantado en Ifrīqiya por los fatimíes. Es una obra de interés por las informaciones que suministra sobre dicha dinastía, si bien adolece de cierta imparcialidad por parte del autor, que traza un sombrío panorama respecto a esos ulemas, deseosos de mostrar su adhesión a los nuevos señores.

Finalmente, la cuarta y última de sus obras editadas se titula Uṣūl al-futyā fī-l-fiqh ‘alà maḏhab al-imām Mālik y es de temática puramente jurídica. En ella aborda los temas de forma breve y resumida, con el fin de aportar soluciones rápidas a los alfaquíes que acudieran a la obra para resolver sus dudas. La disposición temática de la obra sigue el orden habitual de las obras de jurisprudencia islámica, comenzando por la ablución, la oración, el azaque, el ayuno, la peregrinación, los enterramientos y el ŷihād. Seguidamente, la parte principal de la obra se dedica a cuestiones relativas a la vida familiar (causas de anulación del matrimonio, divorcio y repudio, guarda de los menores, la esclava que tiene un hijo de su amo, herencias y testamentos), la actividad comercial, esclavitud y manumisión, legados píos, etc.

Además de dichas obras, se le atribuyen otras varias en campos temáticos diversos, de algunas de las cuales existen copias manuscritas. Casi todas ellas son de temática jurídica, el género en el que al-Jušanī fue más prolífico. Asimismo, las fuentes le atribuyen la composición de casi 100 divanes poéticos para el entonces todavía príncipe al-Ḥakam, si bien no se han conservado testimonios de este tipo.

Sus diversos biógrafos no se ponen de acuerdo respecto a la fecha de fallecimiento de al-Jušanī. Según su biógrafo Ibn al-Faraḍī, murió en Córdoba el 13 de ṣafar de 361 H. (5 de diciembre de 971). Pese a que el califa al-Ḥakam murió cinco años más tarde de esa fecha, sin embargo otros autores, como el cadí ‘Iyāḍ, afirman que al-Jušanī aún seguía vivo entonces y que cayó en desgracia durante el gobierno de Almanzor, viéndose obligado a ganarse la vida vendiendo medicamentos, que él mismo elaboraba, en una tienda del zoco de Córdoba. A juicio de L. Molina, resulta más creíble la información que aporta su contemporáneo Ibn al-Faraḍī, dando por buena la fecha de fallecimiento de al-Jušanī que nos suministra.

 

Obras de ~: Kitāb al-qudā bi-Qurṭuba, ed. y trad. de J. Ribera, Madrid, Imprenta Ibérica E. Maestre, 1914 (reed. Granada, 1985); Kitāb ṭabaqāt ‘ulamā’ Ifrīqiya, ed. de M. Ben Cheneb, Classes des savants de l’Ifriqiya, Argel, 1915-1920; Uṣūl al-futyā fī-l-fiqh ‘alà maḏhab al-imām Mālik, ed. de M. al-Ma’dūb et al., Túnez, 1985; Ajbār al-fuqahā’ wa-l-muḥadiṯṯīn (Historia de los alfaquíes y tradicionistas de al-Andalus), est. y ed. de M.ª L. Ávila y L. Molina, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe, 1992; Quḍāt Qurṭuba wa-‘ulamā’ Ifrīqiya, ed. de ‘Izzat al-‘Aṭṭār al-Ḥusaynī, El Cairo, 1994 (2.ª ed.).

 

Bibl.: F. Pons Boigues, Ensayo bio-bibliográfico sobre los historiadores y geógrafos arábigo-españoles (Obra premiada por la Biblioteca Nacional en el concurso público de 1893), Madrid, Establecimiento Tipográfico de San Francisco de Sales, 1898, págs. 76-80; F. Gabrielli, “Qualche nota sul Kitāb al-Quḍāt bi-Qurṭuba di al-Jušanī”, en Al-Andalus, VIII (1943), págs. 275-280; P. Chalmeta, “Una historia discontinua e intemporal (jabar)”, en Hispania, XXXIII, n.º 123 (1973), págs. 45-52; C. Pellat, “Al-Khushanī”, en Encyclopédie de l’Islam, vol. V, Leiden, págs. 73-74, 1979; M. Marín, “Reseña de Uṣūl al-futyā”, en Al-Qanṭara, VII (1985), págs. 487-489; M. L Ávila, “Ibn Harit, fuente de Ibn al-Abbar”, en VV. AA., Ibn al-Abbar. Polític i escriptor àrab valencià (1219-1260). Actes del Congrés Internacional “Ibn Al-Albbar i el seu Temps”Onda, 20-22 de febrero de 1989, Valencia, Conselleria de Cultura, Educació y Ciència, 1990, págs. 269-287; A. Zomeño, “Ibn Ḥārit al-Jušanī”, Biblioteca de al-Andalus, t. III [de Ibn al-Dabbāg a Ibn Kurz], Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2004, págs. 290-296.

 

Alejandro García Sanjuán

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares