Al-Asīlī: ‘Abd Allāh b. Ibrāhīm b. Muḥammad b. ‘Abd Allāh b. Ŷa‘far, Abū Muḥammad al-Umawī al-Asīlī al-Mālikī. ¿Arcila (Marruecos)?, 322/933-934 o 324/935-936 – Córdoba, 19 ḏū l-ḥiŷŷa 392/29.X.1002. Tradicionista y jurista renovador del malikismo.
Provenía de una familia de conversos, quizás cristianos, aunque se desconoce cuál era su etnia o su religión de origen. No está muy claro cuál fue su lugar de nacimiento, quizás la ciudad magrebí de Arcila (Asila), al sur de Tánger.
Llegó a Córdoba en el 342/953-954 donde estudió con varios maestros. Allí estuvo hasta el año 351-352/962-963 cuando se marchó fuera de al-Andalus para ampliar sus estudios, dirigiéndose hacia Oriente (Cairuán, El Cairo, La Meca, Medina, varias ciudades iraquíes y otras zonas de Oriente). Durante este periplo de casi catorce años, al-Asīlī estudió con grandes maestros de jurisprudencia, tradiciones del Profeta (hadices) y derecho —en especial Mālikí—. Adquirió tal grado de conocimiento en estas materias que llegaron noticias suyas a oídos del califa cordobés al-Ḥakam II, que le invitó a regresar a al-Andalus. La repentina muerte de su valedor justo cuando llegó a Almería, no impidió que al-Asīlī lograra una enorme fama en Córdoba. Almanzor le nombró jurista (alfaquí) consultor de su consejo particular, pero los conflictos en los que se vio involucrado al-Asīlī con los juristas andalusíes, hicieron que el amirí lo enviara a Zaragoza donde le nombró juez de la ciudad. Tras nuevos conflictos, Almanzor volvió a llevárselo a Córdoba y le nombró de nuevo miembro de su consejo consultivo. Todo esto da muestras de la espléndida relación que mantuvieron ambos.
Al-Asīlī emitió varios dictámenes jurídicos en los que se podía observar las diferencias que existían entre su concepción del mālikismo y la doctrina clásica. A esto contribuyeron en enorme medida sus estudios sobre teología dogmática y sobre las tradiciones del Profeta y su conocimiento de la versión iraquí del mālikismo, que nada tenía que ver con la seguida en al-Andalus, más cercana a la versión norteafricana y egipcia. Por ello, se le ha considerado siempre un reformador de esta doctrina jurídica. Aun así, las relaciones conflictivas con sus contemporáneos impidieron que sus enseñanzas alcanzaran la difusión esperable dada la calidad de su conocimiento y obra. A esto también favoreció su carácter irritable, colérico y perverso del que dio muestras en varias ocasiones.
Falleció el 19 de ḏū l-ḥiŷŷa del año 392 (29 de octubre de 1002) y fue enterrado en el cementerio de la Rusafa rodeado de gran número de personas.
Obras de ~: Kitāb al-Dalā’il ‘alà ummahāt al-masā’il fī ijtilāf Mālik wa-l-Šāfi‘ī wa-Abī Hanīfa (libro de las pruebas sobre las cuestiones jurídicas esenciales en lo relativo a la discrepancia jurídica entre Malik, al-Šafi‘i y Abu Hanifa); Kitāb/Risalat al-Mawā’id al-muntaŷaza min Allāh fī Kitābi-hi li-rasūli-hi wa-li-l-mu’minīn (epístola de las promesas que se han de cumplir y que fueron hechas por Dios en su Libro para su Enviado y para los creyentes); Nawādir ḥadīṯi-hi (pasajes excepcionales de los hadices transmitidos por al-Asili) 5 vols.; Risalat al-Radd ‘alà ma šadda fī-hi l-andalusiyyūn (epístola de refutación de las cuestiones sobre las que difieren los andalusíes), también conocida como Kitāb al-radd ‘alà aṣḥābi-hi l-andalusiyyīn (libro de la refutación de sus compañeros andalusíes); Risālat al-radd ‘alà man istaḥalla ‘an rasūl Allāh (epístola de la refutación sobre quien transmite indebidamente del Enviado de Dios).
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Omayra Herrero Soto
