Ibn al-‘Aṭṭār: Abū ‘Abd Allāh Muḥammad b. Aḥmad b. ‘Ubayd Allāh b. Sa‘īd, al-Qurṭubī al-Umawī. ¿Córdoba?, 330 H./941-942 C. – final de ḏū-l-ḥiųųa 399 H./24.VIII.1009 C. Jurista, notario y miembro del Consejo consultivo del juez.
No todas las fuentes coinciden en que fuese Córdoba su lugar de nacimiento, pero en lo que no hay duda es en que fue en esta ciudad en la que pasó la mayor parte de su vida.
Fue jurista, notario —ocupaciones por las que nunca cobró salario— y miembro del Consejo consultivo del juez. No alcanzó ningún puesto judicial importante, al parecer, por su mal carácter, el cual le hizo tener varios conflictos con casi la totalidad de los juristas de su tiempo. Este mal carácter se veía compensado por su gran sabiduría. También cultivó una faceta poética y tuvo formación en cálculo, lingüística y gramática.
No tuvo reparos en enfrentarse al juez supremo de Córdoba, cuestión ésta que no le acarreó demasiados problemas, por contar con el apoyo de Almanzor, a quien se atrevió a corregir públicamente por ese mismo carácter, violento en algunos casos.
Como consecuencia de este acto, Almanzor le retiró su apoyo. Un grupo destacado de juristas redactó un escrito en contra de Ibn al-‘Aṭṭār, firmado por el propio Almanzor, que le obligaba a retirarse de la vida pública. Estando en esta situación tan incómoda, Ibn al-‘Aṭṭār pidió la autorización necesaria para realizar la peregrinación, permiso que le fue concedido. Durante la duración de este viaje, estudió con diferentes ulemas, entre los que destacan Abū Muḥammad b. Abī Zayd al-Qayrawānī y Muḥammad b. Jurāsān al-Siqilī’ el cual le concedió el permiso necesario para difundir sus conocimientos. Entre sus discípulos, cabe destacar a Ibn al-Faraḍī, jurista y transmisor de las tradiciones del Profeta.
A su regreso a al-Andalus en el año 383/991, se reconcilió con Almanzor, el cual firmó un acta que ayudó a su integración en la comunidad de juristas y le ordenó que se ocupase de las tributaciones.
Son numerosas sus opiniones con respecto a la oración, a la posición que se debe ocupar junto al imam, a casos determinados en los que se olvida ir a orar, etc., todas ellas no exentas de polémica con sus contemporáneos.
Vivió a las afueras de Córdoba, lugar en el que murió, siendo enterrado en el cementerio de Ibn ‘Abbās.
Ibn al-‘Aṭṭār es conocido principalmente por ser autor del Kitāb al-waṯā’iq wa-l-siŷillāt (Formulario de actas notariales y judiciales). Este formulario notarial es el primero conservado —que no escrito— en al-Andalus, una de las obras principales de la literatura jurídica andalusí. En este formulario se recogen más de doscientos modelos de actas y en él también se pueden encontrar explicaciones legales, jurídicas y lingüísticas, que facilitan la comprensión de cada uno de los modelos notariales. La primera parte de esta obra se perdió, pero se sabe que contenía modelos referentes al matrimonio y a las ventas. En la segunda parte encontramos gran variedad de temas generales de derecho, contratos de diferentes tipos, donaciones, préstamos, manumisión, adquisición de libertad, etc. También incluye Ibn al-‘Aṭṭār modelos de registros notariales.
Obras de ~: Kitab al-wata’iq wa-l-siyillat (Formulario de actas notariales y judiciales) [Formulario notarial hispano-árabe por el alfaquí y notario cordobés Ibn al-‘Attar (s. X), ed. de P. Chalmeta y F. Corriente, Madrid, Instituto Hispano-Árabe de la Cultura-Academia Matritense del Notariado, 1983].
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Rebeca Fuentes Arcos
