Jālid b. Saʽd, Abū l-Qāsim. Córdoba, c. 902-903 – 26.XII.963. Historiador y tradicionista andalusí.
No se conocen sus orígenes familiares, pues su cadena onomástica se limita al nombre de su padre Saʽd, sin incluir genealogía ni filiación tribal. Contrasta esta sobriedad con el nombre de otros sabios andalusíes, que poseen una larga cadena genealógica, que a veces se remonta, o lo pretende, a un antepasado afamado. Esto podría hacernos pensar en un origen muladí, es decir, no árabe.
Este personaje cordobés inició su formación en su ciudad natal, Córdoba, donde tuvo por maestros a los principales ulemas de su tiempo. Entre ellos sobresale Saʽīd b. ʽUṯmān al-Aʽnāqī, autor de al-ʽUtbiyya, una de las principales obras del mālikismo andalusí. Recuérdese que la escuela jurídica de Mālik b. Anas fue la preponderante en al-Andalus. Al-Aʽnāqī escribió además una obra biográfica, Tārīj al-riŷāl (Libro de los tradicionistas), que Jālid estudió con él y que sin duda influiría en el libro que compuso más tarde. También recibió las enseñanzas de Ibn Lubāba, el cadí Aslam b. ʽAbd al-ʽAzīz y un largo etcétera. Además de sus estudios en Córdoba, viajó a Sevilla para estudiar con Saʽīd b. Ŷābir. La presencia de Ibn Ḥayyūn al-Ḥiŷārī y Muḥammad b. Fuṭays al-Ilbīrī en la relación de sus maestros permite suponer que se desplazó a Guadalajara y Elvira para asistir a las lecciones de estos personajes.
Se carece de datos sobre un posible viaje a Oriente, habitual entre los ulemas, que se realizaba con el doble objetivo de cumplir el precepto islámico de peregrinar a La Meca, por un lado, y ampliar estudios en otras ciudades como El Cairo, Bagdad, etc., por otro.
Jālid destacó como tradicionista, es decir, estudioso y transmisor de la tradición islámica. Él mismo confesaba haber aprendido veinte hadices o tradiciones tras haberlos oído una única vez. Muestra del grado que alcanzó en esta disciplina es la sentencia que se atribuye al califa al-Ḥakam II: “Si los orientales se vanaglorian de Yaḥyà b. Maʽīn, nosotros lo hacemos de Jālid b. Saʽd”. Este Ibn Maʽīn fue un tradicionista bagdadí, que vivió entre los años 775-847, de gran influencia en los principales compiladores de hadiz, como al-Bujārī e Ibn Saʽd. Sin embargo, existen otras opiniones sobre Jālid b. Saʽd no tan favorables. Un maestro de Ibn al-Faraḍī lo admiraba sobremanera y este, deseando saber si era merecedor de tanta admiración y elogio, preguntó a otro (el cadí Ibn Mufarriŷ), que le respondió: “Era un tuerto entre ciegos”. Esta afirmación hay que situarla en el contexto del conocimiento de la tradición profética que entonces se tenía en al-Andalus, cuyo estudio no estaba plenamente desarrollado. Sus biógrafos recogen otra crítica referida a su carácter, pues tachaban su lenguaje de grosero y calumnioso.
La otra faceta en la que destacó fue la de historiador, autor de una obra biográfica, escrita, como otras muchas, bajo el patrocinio del bibliófilo y mecenas de la cultura, al-Ḥakam II. En calidad de tal, el califa, siendo aún príncipe heredero, promovió la redacción de varios diccionarios biográficos, género este característico de la cultura islámica, que se escribían con el fin primordial de documentar los transmisores de la tradición islámica. Se dice que el propio al-Ḥakam poseía unos apuntes biográficos. Esta obra de Jālid, titulada Tārīj riŷāl al-Andalus (Historia de los tradicionistas o transmisores de al-Andalus) no se ha conservado y debió de desaparecer de la circulación unos años después de la muerte de su autor. Se puede deducir esto del hecho de que los autores posteriores que más se basan en ella para redactar sus propios diccionarios, Ibn Ḥāriṯ e Ibn al-Faraḍī, no la conocieran directamente, sino a través de sus maestros.
Precisamente las informaciones contenidas en las obras de estos dos autores nos sirven para aventurar la estructura y el contenido del diccionario de Jālid. Se trataba de una obra sobre tradicionistas, en la que había en torno a 279 biografías de jueces, alfaquíes, gramáticos, ascetas, etc. Aunque los protagonistas tenían orígenes geográficos diversos, predominaban los cordobeses, como cabía esperar, debido a la condición de Córdoba como capital de al-Andalus en aquellos momentos. Cronológicamente, abarcaba los siglos VIII a X. Las biografías de estos personajes eran bastante breves y todas ellas seguían un mismo esquema. La importancia de Jālid b. Saʽd para la historia de al-Andalus radica en haber sido un pionero, el primero conocido, del género biográfico en al-Andalus. El esquema establecido por él sería desarrollado cincuenta años después por Ibn al-Faraḍī, cuya obra se constituyó en arquetipo de las que vendrían después.
Jālid b. Saʽd falleció de repente en Córdoba el 26 diciembre de 963 y fue enterrado en el cementerio de Mutʽa. Tenía más de sesenta años y, según se dice, la barba cana.
Obras de ~: Tārīj riŷāl al-Andalus (Historia de los tradicionistas o transmisores de al-Andalus), c. 946-947 (inéd.); Kitāb manāqib al-nās wa-maḥāsini-him (Libro de las cualidades y virtudes de la gente), s. X (inéd.).
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María Luisa Ávila
