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Pío Ignacio de Lamo y Palacios

Biografía

Lamo y Palacios, Pío Ignacio de. Conde de Castañeda de los Lamos (II). Burgos, 14.VII.1754 – Madrid, 28.VIII.1818. Oficial de la Secretaría del Despacho de Estado.

Hijo menor del segundo matrimonio de Santiago de Lamo —hijosdalgos en Santibáñez él y sus hermanos (residentes en Burgos) en 1734, 1728 y 1722— y de Francisca Palacios. Exento como hijodalgo en Burgos en 1771 y 1772, se hallaba sin servicio cuando, el 1 de marzo de 1786, fue nombrado oficial 9.º de la primera Secretaría del Despacho. El 1 de diciembre de ese mismo año ascendió a oficial 7.º, obteniendo entonces el título de secretario de Su Majestad con ejercicio de decretos. Siguiendo los ascensos regulares, obtuvo las plazas de oficial 5.º (30 de diciembre de 1787), 4.º (27 de septiembre de 1789) y 3.º (17 de abril de 1791). Servía esta plaza cuando, el 15 de agosto de 1792, el Rey le envió una orden para que cesase en su destino y entregase las llaves y las papeleras al oficial Miguel de Otamendi. Se le concedió la mitad del sueldo, pero no se le comunicó el motivo del cese. Al parecer, la causa fue el despotismo de Godoy que, ya en el verano de 1792, comenzaba a dejarse sentir en la oficina de la primera Secretaría, aunque todavía era titular de la misma el conde de Aranda, que fue su ejecutor. En cuanto al origen de esta arbitrariedad, se apunta a la aversión del valido a quien había sido hechura de Floridablanca, considerado por él como un rival y un enemigo. Lo cierto es que tanto el conde de Castañeda como los oficiales Diego Rejón de Silva y José Castelló, que servían como 2.º y 4.º respectivamente, fueron privados de sus plazas, conservando cada uno, como pensión, la mitad de su sueldo. Rejón de Silva falleció tres años y medio después, pero Castañeda y Castelló tuvieron que esperar hasta la llegada al trono de Fernando VII para ser rehabilitados. En efecto, Castañeda fue desterrado a Burgos, desde donde presentó varios Memoriales solicitando su rehabilitación. Sin embargo, pese a haber sido nombrado anteriormente juez conservador del Canal de Castilla, hasta el 29 de marzo de 1808 no se declaró indebida, injusta y arbitraria su destitución. En consecuencia, por Real Decreto del 19 de noviembre siguiente, ambos oficiales fueron reintegrados a sus plazas con la graduación y antigüedad que les correspondía.

Esta medida sorprendió y disgustó a los entonces oficiales de la primera Secretaría, que protestaron alegando que la aplicación de tal resolución les causaría a ellos graves perjuicios (23 de noviembre de 1808).

Ante esta situación, y para evitar daños a terceros, el Monarca resolvió dejar sin efecto la disposición y buscarles otros destinos. Así pues, se expidió un Real Decreto del 6 de enero de 1809 por el que se reservaba el derecho a José de Castelló y al conde de Castañeda para que acudiesen a la Junta Suprema con las reclamaciones que les correspondiesen. Pocos meses después, Castelló recibió la Intendencia del Ejército y provincia de Extremadura, pero a Castañeda, por el momento, no se le concedió nada, probablemente porque él no quiso. Esperó al final de la Guerra de la Independencia para volver a la primera Secretaría del Despacho, ocupando su puesto de oficial mayor más antiguo. Además, se le confirió la plaza de secretario del Consejo de Estado, que era una de las salidas asignadas a los oficiales mayores de esa secretaría.

El 29 de mayo de 1815 obtuvo los gajes de secretario del Rey. En los años siguientes, por su calidad de oficial mayor, actuó como secretario de entregas. Así lo hizo en 1816, con motivo de los matrimonios de Fernando VII y su hermano el infante don Carlos.

También en 1817, durante la entrega del cadáver del infante don Antonio. Sin embargo, en 1818 no llegó a participar como secretario en comisión en la entrega del cadáver de la reina María Isabel de Braganza porque falleció el 28 de agosto. Le sustituyó el consejero de Estado Jerónimo Hualde.

El 12 de marzo de 1787 ingresó en la Real Academia Española, ocupando la Silla N, que había dejado vacante Vicente García de la Huerta. Ese mismo año, el 11 de noviembre, fue nombrado académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Era además caballero pensionado de la Real y Distinguida Orden española de Carlos III por Decreto del 3 de abril de 1792. Solicitó licencia para casarse con Josefa de Frías y Salazar, que le fue concedida el 22 de agosto de 1796.

 

Bibl.: F. de Antón del Olmet, marqués de Dosfuentes, El cuerpo diplomático español en la Guerra de la Independencia, vols. I y II, Madrid, Imprenta Artística Española, 1911; C. Bédat, Los Académicos y las Juntas (1744-1808), Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1982; V. Cadenas y Vicente, Extracto de los expedientes de la Orden de Carlos 3.º. 1771-1847, t. VII, Madrid, Hidalguía, 1985; B. Badorrey, Los orígenes del Ministerio de Asuntos Exteriores (1714-1808), Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1999; A. Zamora Vicente, Historia de la Real Academia Española, Madrid, Espasa Calpe, 1999, págs. 81-82.

 

Beatriz Badorrey Martín

 

 

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