Bravo de Piedrahita, Juan. Piedrahita (Ávila), c. 1525 – Salamanca, 27.VII.1610. Médico.
Realizó los estudios de Artes y Medicina en Salamanca, donde obtuvo los grados de bachiller (1550) y licenciado (1553). Unos años después, en 1561, accedió al grado de doctor, escasamente concedido por los cuantiosos gastos en comidas, regalos y festejos que la Universidad exigía a los aspirantes. Tras ejercer unos años la profesión en su localidad natal, volvió a Salamanca, donde desempeñó en 1560 la cátedra de Articela para acceder en 1563 a la más prestigiosa de Prima, llamada también de Avicena. Durante treinta y seis años, hasta su jubilación a principios de 1597, se dedicó a la actividad docente, interviniendo con frecuencia en las disputas sobre los más diversos asuntos que se produjeron en el claustro académico.
Precisamente en las deliberaciones que concluyeron con la creación en 1566 de la primera cátedra de cirugía en una universidad española, Bravo fue uno de los opositores más encarnizados de esta propuesta, pues aseguraba que los contenidos en esa materia impartidos en las cátedras existentes eran más que suficientes para las necesidades de los futuros profesionales. Su fallecimiento, según el historiador de la Universidad Esperabé de Arteaga, se produjo en 1610.
La primera de sus obras impresas fue una monografía dedicada a la rabia que, según aseguraba elaboró animado por el obispo de Plasencia, Pedro Ponce, quien le preguntó en el curso de una amena sobremesa sobre las causas de la muy tardía aparición de los síntomas de la enfermedad tras la mordedura de un perro. El libro recoge la tradición clásica y medieval sobre la enfermedad y debate especialmente sobre las características del síntoma más llamativo, la hidrofobia, que justifica desde la recuperada doctrina atomista de la antipatía y simpatía de las cosas. Bravo advertía de la condición mortal de la enfermedad, una vez que se manifestaban sus síntomas, y abogaba por una actuación preventiva rápida mediante la aplicación de cauterios. Cuando la herida era muy extensa, defendía la amputación. En el mismo libro debate sobre la supuesta eficacia curadora de los saludadadores o ensalmadores que calificaba de superchería, aunque una experiencia personal con un hijo suyo repentinamente afectado por un supuesto aojamiento, le llevase a admitir que en algunos casos el hombre podía con su imaginación ocasionar perjuicios o beneficios a sus semejantes.
Bravo de Piedrahita es uno de los representantes más destacados del humanismo médico salmantino, preocupado por una recuperación de la cultura clásica y por transmitir ese saber aclarando los aspectos más controvertidos de los textos de Hipócrates y Aristóteles.
A diferencia de los autores alcalaínos o valencianos, los autores salmantinos no ofrecen ediciones de los textos griegos; dependen de las traducciones latinas más difundidas y optan por el comentario como género literario-didáctico idóneo para aclarar los textos más confusos. En su comentario a los Pronósticos de Hipócrates se sirve de la edición latina de Lorenzo Laurenziani, siguiendo con bastante fidelidad la distribución por pronósticos establecida por Cristóbal Vega en su edición de 1551. Características similares tiene su comentario al libro de Galeno Sobre las diferentes fiebres que dedicó a Felipe II y donde se ocupa de este asunto fundamental en la patología del médico de Pérgamo. La compleja sistematización del texto galénico se completa con las aportaciones de los médicos árabes y con la agregación de algunos casos clínicos de su propia experiencia profesional.
Un carácter pretendidamente práctico tenía su libro sobre el significado patológico de los sabores y olores de las secreciones naturales, en el cual se suceden las citas de autores clásicos y modernos, con una preocupación dominante por el valor semiológico de la orina.
Bravo fue igualmente autor de dos obras sobre terapéutica.
Una de ellas estaba dedicada a los purgantes, que consideraba no habían sido tratados con suficiente atención por los autores clásicos. Precisamente por la importancia que en la patología humoral tenían los medicamentos evacuantes, creía necesario corregir este descuido con su aportación. Dividida en tres partes, las dos primeras comentaban los efectos y actuación de los purgantes según la complexión de los individuos, la tercera se ocupaba de veinticinco sustancias con propiedades específicas como laxantes. Carácter mucho más general tenía su tratado sobre la selección y preparación de los simples donde, junto a unas recomendaciones para su recolección, se añadían indicaciones para su preparación farmacológica con abundante recurso a los autores clásicos y medievales. En Bravo de Piedrahita son muy patentes las ambigüedades y contradicciones de un pensamiento atraído por las novedades del Renacimiento, pero todavía incapaz de revisar muchos conceptos y prácticas transmitidos acríticamente por la tradición médica medieval.
Obras de ~: De hydrophobiae natura, Salmanticae, Ionnes Baptista a Terranova, 1571; In Hippocratis Prognostica comentaria, Salmanticae, Mathiae Gastii, 1579 (Salmanticae, Ioannen et Andream Renaut, 1593; 1594); De saporum et odorum differentiis, Salmanticae, Mathiae Gastii, 1583 (Venetiis, Ioan.Baptistam Ciottum Senensem, 1591; 1592); De curandi ratione per medicamenti purgantis exhibitione, Salmanticae, Claudius Curlet, 1588; De simplicium medicamentorum delectu et praeparatione libri duo, Salmanticae, Ioannen et Andream Renaut, 1592; In libros Galeni de differentiis febrium comentaria, Salmanticae, Gastii heredes, 1596.
Bibl.: A. Chinchilla, Historia de la Medicina Española, t. II, Valencia, López y Cía. y Mateu Cervera, 1841-1843, págs. 5-12; J. M. López Piñero (ed.), Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, Barcelona, Península, 1983; M. J. Pérez Ibáñez, El humanismo médico del siglo xvi en la Universidad de Salamanca, Valladolid, Universidad, 1998, págs. 54-57 y 147-150; T. Santander Rodríguez, Hipócrates en España (siglo xvi), Madrid, Dirección General de Archivos y Bibliotecas, 1971, págs. 75-82; J. Theodoridès, Histoire de la rage. Cave canem, Paris, Masson, 1986, págs. 63-69.
Antonio Carreras Panchón