Morales de Rada y Sesma, Joaquín. Corella (Navarra), 14.IX.1813 – Zaragoza, 2.VII.1861. Mariscal de campo y Caballero de San Fernando.
Eran sus padres don Joaquín Morales de Rada y Galdeano y doña Gaudiosa Sesma Vizmanos. La familia se trasladó en 1822 a Zaragoza, donde estudió Joaquín en la Escuela Pía, en la que destacó por su aplicación. Seguidamente comenzó el estudio de la carrera de Filosofía, que abandonó para ingresar como cadete en 1829 en el Colegio General Militar, siendo promovido a subteniente en enero de 1834 con la 9ª Promoción, y destinado al Regimiento de Infantería de Castilla.
Los años siguientes persiguió a partidas carlistas en Galicia, mereciendo se le otorgase la gracia de alférez del 2º Regimiento de la Guardia Real de Infantería, con el que a finales de 1835 se trasladó a las provincias del Norte.
Combatió en multitud de acciones en 1836, entre ellas en las de Arlabán, Los Berrios, Zubiri, Montejurra y Villatuerta, ganando en esta última el empleo de capitán y en la de Íñigo (Navarra), el 18 de enero, la Cruz de San Fernando de 1ª clase.
En 1837 se halló en las de Erice, Muzquiz, Larraínzar, Huesca, Barbastro, Gra –en la que ganó el grado de comandante– Herrera y Aranzueque; en la de Huesca, el 24 de mayo, fue recompensado con una segunda Cruz de San Fernando de 1ª clase. En el mes de septiembre se le confió el mando de una compañía de cazadores del Regimiento de África, con la que se enfrentó a los carlistas en Retuerta y Huerta del Rey.
Al año siguiente combatió en Sotoca, Úbeda, Baeza y Castril, y en marzo fue nombrado adicto a Estado Mayor y destinado al Ejército de Cataluña, de donde en ese mismo año pasó al Ejército del Centro, en el que continuó durante 1839, asistiendo a las acciones de Segura, Montalbán y Utrillas, ganando en ésta el empleo de mayor de batallón.
Con su nuevo empleo fue destinado al Regimiento de Córdoba, con el que continuó en campaña. En mayo de 1840 solicitó y obtuvo el ingreso en el Cuerpo de Estado Mayor, pasando a servir en la División Zurbano, con la que se halló en todas las operaciones de pacificación de Cataluña, por lo que fue recompensado con un segundo grado de teniente coronel y una tercera Cruz de San Fernando de 1ª clase. En septiembre fue nombrado jefe de Estado Mayor de la división y provincia de Vizcaya y en abril de 1841 de la de Navarra.
Tras un largo viaje y estancia en Perú, por asuntos familiares, regresó a España y reingresó en el Cuerpo de Estado Mayor, haciéndose cargo del Estado Mayor de la Capitanía de Aragón e interviniendo en la sofocación de los levantamientos de los valles de Hecho y Ansó, por lo que recibió el grado de coronel.
Ya comandante del Cuerpo, en septiembre de 1845 pasó al Estado Mayor de Cataluña, donde un año después se le concedió el empleo de teniente coronel de Caballería.
Volvió a enfrentase a los carlistas en 1846, siendo al siguiente año ascendido a teniente coronel de Estado Mayor y pasando con este empleo al Estado Mayor de la Capitanía General de Aragón, de la que en 1848 pasó a la de Castilla la Vieja y un año más tarde regresó a la de Aragón.
Ascendido a coronel de Estado Mayor en agosto de 1850, fue nombrado jefe de la recién creada Sección del Cuerpo en la isla de Cuba, desembarcando en La Habana en el mes de noviembre. En agosto de 1851 se le confió el mando de una columna para oponerse a la invasión acaudillada por el general Narciso López, a cuyos componentes consiguió dispersar. En diciembre recibió el ascenso a brigadier de Ejército, con el que en marzo del año siguiente se hizo cargo del gobierno político y militar de Matanzas, que abandonaría en diciembre para regresar a La Habana.
Se le encomendó en comisión en febrero de 1854 el gobierno de Trinidad, con el fin de que pusiese coto al tráfico de esclavos. Al haberse resentido su salud, obtuvo en abril de 1854 una licencia de seis meses para la Península, donde poco después de llegar fue destinado a las inmediatas órdenes del capitán general de Aragón.
En agosto de 1854 volvió a Cuba y desempeñó el cargo de jefe de Estado Mayor hasta que en julio de 1855 recibió el nombramiento de comandante general de Vuelta Abajo, donde volvió a luchar contra el tráfico de esclavos.
Pasó en julio de 1857 a ejercer el cargo de teniente gobernador de Puerto Príncipe, en el que sería confirmado al año siguiente, por lo que causó baja en el Cuerpo de Estado Mayor.
Abandonó el cargo de gobernador en mayo de 1859 y pasó a dirigir la Subinspección de Infantería y Caballería, que dejaría un año más tarde al solicitar el regreso a la Península para tomar parte en la Guerra de África.
Habiendo desembarcado en Ceuta, ofreció sus servicios al general O’Donnell, quien le nombró jefe de Estado Mayor del 3er Cuerpo. Tras asistir a varias acciones, se le dio el mando de la 1ª Brigada de la División de Reserva, a cuyo frente destacó en la batalla de Wad el Jelú, por lo que fue propuesto para el ascenso a mariscal de campo, que se le concedería en marzo del año siguiente. Tras participar en la batalla de Tetuán, quedó encargado del mando de esta plaza y de las tropas que la guarnecían. Seguidamente formó parte del cuerpo de ocupación de Tetuán.
Enfermo de cólera y disentería, fue obligado a regresar a España en el mes de diciembre de 1860, pasando a residir en Madrid, donde en enero del año siguiente fue nombrado jefe de Estado Mayor de la Capitanía General.
Habiendo sufrido continuas recaídas en su enfermedad, se le aconsejó cambiar de clima, por lo que se trasladó a Corella y posteriormente a Zaragoza, donde fallecería.
Poseía la Gran Cruz de Isabel la Católica (1859) y era caballero de la Orden de Alcántara. Estuvo casado con doña Segunda Sánchez Salvador y León.
Fuentes y bibl.: Gaceta de Madrid; Hemeroteca Nacional; Escalafones del Arma de Infantería.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez