Bint Ŷaʿfar b. Ŷaʿfar, Fatḥūna. Umm al-Fatḥ (“Madre de al-Fatḥ”). Murcia, post. 356 H./967 d. C. – ant. 658 / 1260. Literata e historiadora.
La biografía de Fatḥūna se ha conservado en una escueta nota biográfica, recogida por Ibn al-Abbār en su Kitāb al-Takmila, donde dice literalmente: “Fatḥūna bint Ŷaʿfar b. Ŷaʿfar, de la gente de Murcia, con kunya Umm al-Fatḥ, tiene un libro (ta’līf) acerca de las esclavas cantoras (qiyān) de al-Andalus con el que imitó el libro de Abū l-Faraŷ al-Iṣbahānī”. El compilador ʿAbd al-Malik al-Marrākušī repite la misma información casi al pie de la letra: “Fatḥūna bint Ŷaʿfar b. Ŷaʿfar, murciana, Umm al-Fatḥ, literata y cronista (adība tārījiyya). Tiene un libro (muṣnaf) acerca de las esclavas cantoras (qiyān) de al-Andalus con el que imitó el libro de Abū l-Faraŷ al-Iṣbahānī”.
Geográficamente, está ubicada en la región de Murcia, si bien sobre su fecha de nacimiento o muerte, no hay ninguna información. Es evidente que ha de ser posterior a Abū l-Faraŷ al-Iṣbahānī, muerto en 967, y anterior a la muerte de su biógrafo, Ibn al-Abbār, en el año 1260. Algunos autores la han situado en el siglo X o en el XI. Personalmente, creo que es más coherente emplazarla en época del emir del Levante Muḥammad Ibn Mardanīš (siglo XII), porque una obra de las características de la suya, elaborada en Murcia, sólo sería posible en una corte al estilo de la mardanīší. No en vano, sólo se conocen tres obras producidas por mujeres andalusíes, la de Fatḥūna, y otra dos de Amat al-Raḥmān bint Ibn ʿAṭiyya (Granada 1120 - Murcia 1153 post.). Las tres estarían situadas en el mismo entorno geográfico, la corte de Ibn Mardanīš.
Su onomástica consta de más datos de los habituales en las biografías femeninas: su nombre propio (Fatḥūna), el nombre de su padre y el de su abuelo (Ŷaʿfar hijo de Ŷaʿfar) y su kunya (“Madre de al-Fatḥ”). Sin embargo, no hay certeza de sus orígenes. Se puede decir que su nombre propio (ism al-ʿalam) es el único así registrado en la onomástica andalusí u oriental: no se encuentra ninguna otra Fatḥūna en la historia. Se trata de un apelativo familiar o afectivo, con la terminación –ūn (para el masculino) / –ūna (para el femenino). Estos hipocorísticos eran muy abundantes en la sociedad andalusí. Por lo que respecta al equivalente masculino, Fatḥūn, hay varios personajes en al-Andalús que llevan la šuhra Ibn Fatḥūn, muchos de ellos relacionados con Orihuela, que pertenecía en aquella época a la cora de Tudmīr. En su caso, Fatḥūna quizá provenía de Fatīḥa o de Fatḥiyya, que son nombres bastante utilizados en las sociedades árabes, tanto medievales como contemporáneas. No se sabe, pero en todo caso, su nombre pertenecería a la raíz FTḤ (“abrir”, “conquistar”, “ayudar”), que es la que lleva su kunya.
Del nombre de su padre y abuelo, Ŷaʿfar, no se tiene constancia de quiénes eran, tal y como aparecen en las fuentes. No era costumbre que padre e hijo llevaran el mismo nombre. Sí lo era portar el nombre del abuelo. Se podría considerar que Fatḥūna fuera hija de Ŷaʿfar b. Abī Ŷaʿfar, con lo que se la emparentaría con una ilustre familia de la ciudad. En la biografía de Ibn Ṭāhir, Ibn al-Abbār menciona a las familias más importantes de Murcia en el siglo XII, y entre ellas incluye los Banū Ŷaʿfar y los Banū Fatḥūn. ¿Quizá Fatḥūna pertenecía a alguna de ellas? Es más que probable. El caso es que Ibn al-Abbār no lo menciona, con lo que ha dejado una incógnita.
La última parte de su cadena onomástica, la kunya Umm al-Fatḥ (“madre de al-Fatḥ”), abre la puerta a tres probabilidades, casi seguras, que describen su condición social: era una mujer libre, casada y madre. Al menos se tiene referencia de 17 mujeres en al-Andalus que llevaron esa kunya. En época nazarí, donde se sitúan nueve de ellas, parece haber sido tan frecuente que llegó a usarse como nombre propio. Si realmente tuvo o no un hijo con el nombre de al-Fatḥ es algo que no se puede saber. No fue un nombre muy común, aunque lo llevaron algunos personajes importantes como, por ejemplo, al-Fatḥ Ibn Jāqān (Alcalá la Real o Sevilla, finales del s. XI - Marrakech, 1134). Es de reseñar también que esta kunya era frecuente con el nombre propio de Fāṭima. Sin embargo, también era común en al-Andalus el empleo de diminutivos directamente como nombres propios de mujer.
La importancia de Fatḥūna radica en su obra, titulada en las fuentes como: Fī qiyān al-Andalus (“Acerca de las esclavas cantoras de al-Andalus”). En este libro, que no se ha conservado, emulaba el famoso Kitāb al-agānī (“Libro de las canciones”) del oriental Abū l-Faraŷ al-Iṣbahānī, del cual el califa de Córdoba al-Ḥakam II (961-976) adquirió a precio de oro una copia manuscrita, introduciéndolo en al-Andalus. Las fuentes posteriores, árabes u occidentales, la mencionan como autora (muˋallifa), cronista o historiadora. Para que Fatḥūna pudiera haber escrito semejante libro tenía que darse la confluencia de dos factores importantes: pertenecer a una familia de rango elevado, que le habría permitido la posibilidad de recibir una sólida educación, pero también debía estar habituada a frecuentar a las esclavas cantoras de al-Andalus. Es decir, no se trata del entorno habitual de los ulemas andalusíes, sino más cortesano. Sin estos dos elementos (prestigio social y conocimiento directo de las cantoras) habría sido imposible escribir un libro sobre ellas.
Sobre las esclavas cantoras (qayna, pl. qiyān, qaynāt) hay dos fuentes principales: la Risālat al-qiyān (“Tratado de las esclavas cantoras”), de al-Ŷāḥiẓ, y el Kitāb al-agānī (“El libro de las canciones”), de al-Iṣbahānī, al que hacen alusión las citas sobre Fatḥūna. Algunos autores las han equiparado a las ŷawārī (“sirvientas”, “muchachas”), pero un estudio pormenorizado de las fuentes no permite realizar tal identificación, puesto que estas últimas serían simples esclavas, sin las dotes para la música y el canto atribuidas a las primeras. Las qiyān eran mujeres cantoras y músicas, alguna de las cuales destacaron también como poetisas. Muchas veces sabían leer y escribir, conocían bien el iʿrāb (declinación de las palabras) y otras artes literarias. En al-Andalus, en el siglo XI, el literato y científico Ibn al-Kattānī era a la vez vendedor de esclavas, a las que adiestraba y enseñaba, para luego venderlas. La función de las esclavas cantoras era la de contribuir al goce de sus dueños y de los invitados. Por ello, el único contexto en el que se pueden encontrar es entre las clases sociales más adineradas, donde constituía un rasgo de riqueza y posición. En al-Andalus proliferaron en la época de los reyes de taifas, cuya inclinación al vino y a estas mujeres, según enfatizan las fuentes textuales, habría sido lo que favoreció la llegada de los almorávides con objeto de salvar a los andalusíes de la amenaza cristiana. Es decir, estas cantoras aparecen en ambientes cortesanos, más allá de sólo familias acomodadas. En 1184, el califa almohade al-Manṣūr prohibió los trajes de seda, la actuación de las qiyān en las bodas y ordenó detener a los músicos, lo que influyó en las referencias posteriores sobre las esclavas cantoras y su aparición en las fuentes. La pérdida de la obra de Fatḥūna puede estar relacionada con esta prohibición y ha impedido que conozcamos mejor los nombres y vidas de las cantoras andalusíes.
Obras de ~: Ta’lif fī qiyān al-Andalus (“Obra sobre las esclavas cantoras de al-Andalús”), (título incierto) (obra no conservada).
Fuentes y bibl.: Ibn al-Abbār, al-Muʿŷam, ed. de F. Codera, Madrid, Josephum de Rojas, 1885 (Bibliotheca arabico-hispana, t. 4); Ibn al-Abbār, “al-Takmila li-Kitāb al-ṣila”, ed. de M. Alarcón y C. A. González Palencia, en Miscelánea de estudios y textos árabes, Madrid, Centro de Estudios Históricos, 1915, pág. 404, nº 2868; E. García Gómez, “Hipocorísticos árabes y patronímicos hispánicos”, en Arabica, 1, 2 (1954), págs. 129-135; F. Pons Boigues, Los historiadores y geógrafos arábigo-españoles: 800-1450 AD: ensayo de una diccionario bio-bibliográfico, acompañada de anotaciones críticas y históricas, descripciones analíticas de las obras; con apéndices varios, un índice general e índices arábigos precedido de una introducción general, Amsterdam, Philo Press, 1972, pág. 513; al-Marrākušī, Al-Ḏayl wa-l-Takmila, vol. II, ed. de M. Ben Šarīfa, Rabat, Maktabat al-maʿārif al-ŷadīda, 1984, pág. 491, nº272; M. L. Ávila, “Las mujeres sabias en al-Andalus”, en Mª. J. Viguera (ed.), La mujer en al-Andalus: reflejos históricos de su actividad y categorías sociales, Madrid - Sevilla, Universidad Autónoma de Madrid - Editoriales Andaluzas Unidas, 1989, págs. 139-184; V. Aguilar, “Mujeres y repertorios biográficos”, en M. L. Ávila y M. Marín (eds.), Biografías y género biográfico en el occidente islámico. Estudios Onomástico-Biográficos de al-Andalus, vol. VIII, Madrid, CSIC, 1997, págs. 127-139; M. Marín, Mujeres en al-Ándalus, vol. X de los Estudios Onomástico-Biográficos de al-Andalus, Madrid, CSIC, 2000; “Fatḥūna bint Ŷaʿfar, Umm al-Fatḥ”, en Biblioteca de al-Andalus, vol. I, J. Lirola Delgado y J. M. Puerta Vílchez (eds.), Almería, Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2012, págs. 342-343, nº 107 [documentación]; V. Aguilar, “Identidad y vida intelectual en la Murcia de Ibn Mardanīš”, en M. Á. Manzano y R. El Hour (eds.), Política, Sociedad e Identidades en el Occidente Islámico (siglos XI-XIV), Salamanca, EUSAL, 2016, págs. 13-41; V. Aguilar, “Fatima, Amat Al-Rahman y otras mujeres en el mundo del saber de Murcia en el siglo XII”, en Mª G. Ríos, Mª B. Hernández y E. Esteban (eds.), Mujeres de letras: pioneras en el arte, el ensayismo y la educación, Murcia, Consejería de Educación y Universidades (Carm), 2016, págs. 21-33; M Paraskeva, Entre la música y el eros. Artes y vida de las cantoras en el Oriente medieval según El libro de las canciones (Kitāb al-agānī), Granada, Editorial Universidad de Granada, 2016; M. Paraskeva, “El léxico del Kitāb al-Agānī referente a la condición artística de cantoras y músicas”, en Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos. Sección árabe, 66 (2017), págs. 213-235.
Victoria Aguilar