Molina y Salcedo, Fulgencio Antonio de. ¿Baños de la Encina (Jaén)?, p. t. s. XVIII – ¿Barcelona?, 1780 post. Alcalde mayor y corregidor.
Pudo ser originario, el licenciado Molina, de la localidad jienense de Baños de la Encina, pues en su iglesia parroquial de San Mateo y más concretamente en la capilla de Jesús de la Columna —hoy de Jesús Nazareno— perduran los blasones de los Molina y Salcedo y allí se encuentra el panteón familiar.
Se desconoce dónde pasó sus primeros años y cursó sus estudios. Sus actividades profesionales estuvieron marcadas por los lugares en los que fue alcalde mayor y corregidor. Al parecer, comenzó en Alhama de Granada al ser nombrado alcalde mayor subalterno el 15 de octubre de 1750, y tomó posesión del cargo semanas después —el 1 de diciembre—.
Permaneció en Alhama hasta septiembre de 1754.
El 6 de mayo de 1755, fue nombrado corregidor de Sisante y Vara del Rey, en tierras conquenses, y el día 29 del mismo mes tomó posesión de la corregiduría.
Tras cesar en Sisante (octubre de 1756) supo de su nombramiento como alcalde mayor subalterno de Almansa (Albacete), donde ejerció su cargo desde la primavera de 1757 hasta el 6 de noviembre de 1760, año para el que las fuentes recogen su nombre como alcalde mayor y corregidor de Palma de Mallorca, ciudad en la que el licenciado Molina permaneció nueve años. Antes de regresar a Castilla, ocupó de forma interina y por un breve espacio de tiempo la corregiduría de Requena (1769), en la provincia de Valencia.
En 1769 —año en que fue nombrado corregidor de las Siete Merindades de Castilla la Vieja (2 de febrero)—, como hecho destacable, el corregidor Fulgencio de Molina emitió un informe a petición del Consejo de Castilla. En el informe trató lo concerniente a los comerciantes de granos, a la estructura de la propiedad de la tierra y a las rentas de los agricultores del corregimiento de Villarcayo (Burgos). Expuso los abusos de los grandes propietarios y de los comerciantes —a veces prestamistas— sobre la gran masa de pequeños renteros que no obtenían de sus cosechas lo suficiente para alimentarse y vivir. Además, el corregidor de Villarcayo informó de las tres clases de labradores que había en su corregimiento: “los acomodados, los medianos y otros que apenas recogían lo que necesitaban para mantenerse con miseria y escasez”.
Según él, estos últimos formaban las cuatro quintas partes del total de labradores. La actuación de los poderosos (grandes propietarios laicos y eclesiásticos y comerciantes) burlaba lo establecido por la Real Pragmática de 20 de agosto de 1768, con lo que perjudicaban a los más pobres.
El 15 de noviembre de 1772, Molina fue nombrado alcalde mayor subalterno de Valencia, y poco después —en 1774— aparece como alcalde mayor de Sástago, municipio zaragozano en la ribera baja del Ebro. Así consta en el Archivo de la Corona de Aragón. De allí pasó a Barcelona, ciudad de la que fue alcalde mayor subalterno, desde el 10 de septiembre de 1776. Finalmente, a partir de 1780, Fulgencio de Molina actuó como alcalde mayor en la Intendencia de Cataluña, con una remuneración anual de 4.411 reales de vellón.
A partir de dicha fecha, las fuentes silencian el nombre del corregidor, quizá porque hubiese muerto.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 4178; lib. 712/235r.; lib. 712/421v.; lib. 712/297v.; lib. 712/323v.; leg. 2541; lib. 2375.224r.; lib. 2507.263r.; Archivo General de Simancas, Gracia y Justicia, leg. 160; Tribunal Mayor de Cuentas, legs. 2149, 2150 y 2151; Archivo de la Corona de Aragón, Autos por don Juan Escribá de Romaní y Cabanilles sobre remesar ciertos censos pertenecientes al vínculo de Romaní y Bertrán en la construcción de una posada, sig. ACA, Diversos, Sástago, 210 (Lio G), n.º 039, 1774; Sistema de Bases de Datos ACTOZ (Actores Ozanam), Centre National de la Recherche Scientifique y Universidad Complutense de Madrid.
G. Anes Álvarez de Castrillón, Las crisis agrarias el la España Moderna, Madrid, Taurus, 1970, págs. 289 y 377-381; M. López Rojo, Villarcayo: capital de las siete merindades de Castilla-Vieja, Villarcayo, Ayuntamiento, 1982; Catálogo documental del Corregimiento de Villarcayo: Archivo Municipal, Burgos, Diputación Provincial, 1983; R. Sánchez Domingo, “El corregimiento de las siete merindades de Castilla-Vieja”, en Cuadernos de Historia del Derecho, n.º 1 (1994), págs. 125- 137; http://fabian.balearweb.net/post/27121.
César Ramos Iglesias
