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Beato Simó Reynés Solivellas

Biografía

Reynés Solivellas, Simò. Mancor de la Vall (Mallorca), 23.I.1901 – Barcelona, 23.VII.1936. Religioso Misionero de los Sagrados Corazones (MM.SS.CC.), sacerdote, beato.

Tuvo sus primeros contactos con las letras en el Colegio de las religiosas agustinas, y a los siete años pasó a la escuela. Demostró su atracción por la música y, tras recibir lecciones en Selva, ingresó en el coro de la Catedral de Mallorca. Probablemente atraído por su hermano Francesc, pidió ser admitido como aspirante de los Misioneros de los Sagrados Corazones.

En la ermita de St. Honorat transcurrió el tiempo inicial y el noviciado, profesando en 1919, junto a cinco jóvenes, entre los que se encontraba su hermano.

En 1919, los seis estudiantes pasaron al Monasterio de La Real, y en 1920 pasó a la recién fundada casa de Sóller. Profesó en 1922. Frágil de salud, estuvo en el Monasterio de Sant Honorat, donde el hermano Francesc Mayol se encargó de cuidarle; después volvió a Sóller. Pasó al seminario diocesano, y en 1926 recibió el presbiterado. Tuvo después varios destinos: St. Honorat, Lluc y Soller, hasta que, ante la situación hostil para la Iglesia en 1931, su hermano Francesc pidió que Simó fuera con él a Barcelona.

Posteriormente fue destinado al santuario del Coll y, a principios de 1934, otra vez a Lluc, y de nuevo al Monasterio de Nuestra Señora del Coll, en Barcelona, en febrero de 1936. Tanto él como otros tres religiosos de su comunidad, dos religiosas y una señora que les había acogido en su casa fueron asesinados.

Miquel Pons Ramis —Llubí (Mallorca), 8.VII.1907 – Barcelona, 23.VII.1936—, de familia muy humilde, profesó con los Misioneros de los Sagrados Corazones en 1923. Hizo los estudios de Humanidades y Teología en varias residencias de la Congregación y fue ordenado sacerdote en 1931. Pasó buena parte de su vida en el santuario de Lluc como profesor de niños y adolescentes. Su último destino fue el santuario del Coll en Barcelona, donde colaboró en los trabajos de la casa y de la Iglesia.

Francesc Mayol Oliver —Vilafranca de Bonany (Mallorca), 31.V.1871 – Barcelona, 23.VII.1936—, a raíz de una misión popular predicada por los Misioneros de los Sagrados Corazones, acudió a ellos para consagrarse a la vida religiosa, ingresando como hermano coadjutor en 1895 y profesando al año siguiente. Se formó junto al fundador de la Congregación, padre Joaquim Rosselló, quien dejó una profunda huella en su personalidad. Estuvo en varias residencias, donde ejerció de enfermero, cocinero, hortelano... Pasó los últimos años en el santuario del Coll.

Pau Noguera Trias —Sóller (Mallorca), 24.XI.1916 – La Arrabassada (Barcelona), 23.VII.1936—, entró en la Congregación de Misioneros de los Sagrados Corazones en 1931 como hermano cooperador, e hizo su profesión religiosa en 1934. Fue destinado a Barcelona. El día 23 de julio de 1936 los milicianos lo apresaron y lo condujeron al comité. Allí se encontró con algunas religiosas de la barriada del Coll.

El hermano Pau tenía las manos atadas a la espalda y se mantuvo siempre silencioso. El grupo entero padeció humillaciones y amenazas de muerte, siendo sometidos incluso a simulacros de fusilamiento. Por fin, fueron obligados a subir a un camión, rodeado de milicianos, y fueron fusilados en La Arrabassada de Barcelona.

Catalina Caldés Socias, beata Catalina del Carmen —Sa Pobla (Mallorca), 9.VII.1899 – La Arrabassada (Barcelona), 23.VII.1936—. Había estudiado en el Colegio de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia, fundadas medio siglo antes en Pina (Mallorca) y siguió en contacto con ellas hasta que en 1930 vistió su característico hábito azul, profesando en 1931. Su primer destino fue Lloseta (Mallorca), donde atendió a los párvulos y a las tareas domésticas.

Tuvo otros destinos en Mallorca y en Ciutadella (Menorca), donde trabajó en el Seminario. En julio de 1936 sor Catalina formaba parte de la comunidad de Franciscanas situada en la calle Santuari, 18, en el barrio del Coll, de Barcelona.

Miquela Rullán Ribot, beata Miquela del Sacramento —Petra (Mallorca), 24.XI.1903 – La Arrabassada (Barcelona), 23.VII.1936—. Había ingresado en Pina, en 1928, como postulante Franciscana Hija de la Misericordia, y profesado al año siguiente. En 1935, fue destinada a la comunidad del Coll, en una barriada periférica de Barcelona. El día 20 de julio de 1936 se hallaba en el convento cuando fue arrestada por los milicianos, junto con sor Catalina Caldés.

Éstas y el hermano Pau Noguera fueron acogidos por Prudencia Canyelles i Ginestá —Sant Celoni (Barcelona), 5.VIII.1884 – La Arrabassada (Barcelona), 23.VII.1936—. Había contraído matrimonio en 1927. Animada de carácter y de natural muy caritativa y sensible ante las desgracias del prójimo, perteneció a las Conferencias de San Vicente de Paúl y a la Visita domiciliaria. Visitaba a personas necesitadas y pedía recursos para ellas.

El 19 de julio de 1936, ante el ofrecimiento de varias familias por los acontecimientos que se estaban produciendo, los Misioneros de los Sagrados Corazones de Coll decidieron buscar refugio fuera del Santuario.

Los padres Simó Reynés y Miquel Pons, en la cercana tienda El Pagés; el padre Francesc, entonces superior, y el hermano Pau Noguera, en casas particulares, y el hermano Francesc Mayol se quedó en el convento. En la madrugada del 20 de julio incendiaron el Santuario del Coll y, aunque el hermano Mayol intentó apagarlo, tuvo que hacer caso a la insistencia de la señora Prudencia Cañellas de abandonar el santuario e irse a su casa, la Torre Alzina, que ella creía segura.

Del 21 al 23 de julio los padres Simó Reynés y Miquel Pons y el hermano Francesc Mayol estuvieron refugiados en la Torre Alzina. Pero a media tarde del 23 de julio fueron tiroteados, sin previa detención ni interrogatorio alguno, en el mismo jardín de la casa. Sólo vivió el hermano Mayol que quedó herido pero al que mataron poco después.

Sor Catalina Caldés se encontraba atendiendo a un enfermo cuando en la calle se proferían amenazas y gritos anticlericales. Aunque le aconsejaron no moverse, ella prefirió reunirse con sus hermanas y regresó al convento vestida de seglar. El día 20, ella y sor Miquela fueron arrestadas por los milicianos y, junto con otras dos religiosas de la Compañía de Santa Teresa, fueron llevadas ante el comité del barrio. Allí sufrieron malos tratos y vejaciones, según algunos testigos.

Luego, las condujeron a una carretera de las afueras, donde fueron fusiladas, el día 23 por la tarde junto con el hermano Pau Noguera y la señora Prudencia Canyelles. Sor Catalina sobrevivió, y durante la noche acudió a buscar refugio en casa de una conocida, pero la señora, para no comprometerse, prefirió prestarle los primeros auxilios en el exterior de la casa e hizo gestiones para que fuera hospitalizada. Sin embargo, los que la recogieron se la llevaron para rematarla.

Los cuatro religiosos, las dos religiosas y la señora Prudencia Canyelles fueron beatificados en Roma el 28 de octubre de 2007.

 

Bibl.: J. Sanabre sanromá, Martirologio de la Iglesia en la Diócesis de Barcelona durante la persecución religiosa 1936- 1939, Barcelona, 1943, pág. 236; M. Soler Palà, Les dreceres de Déu. Agermanats amb llacos de sang, Mallorca, 2006; Los atajos de Dios. Hermanados con lazos de sangre, Mallorca, 2006; Los mártires de Coll. Una crónica de locura y sangre, Mallorca, 2006; M.ª E. González Rodríguez (ed.), Quiénes son y de dónde vienen. 498 mártires del siglo xx en España, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 67-73; Hablar hoy de martirio y de santidad, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 145-206; Confer, 28 de octubre de 2007. Beatificación de 462 Religiosos y Religiosas Mártires de España, “Vosotros sois la luz del mundo”, “Folletos Con Él. Testimonio y Testigos”, n.º 282 (octubre de 2007).

 

María Encarnación González Rodríguez