Fernández de Quincoces López de Arbina, Jacinto. Quincoces. Baracaldo (Vizcaya), 17.VII.1905 – Valencia, 10.V.1997. Futbolista.
Hijo de Micaela López de Arbina Lazcano y de Domingo Fernández de Quincoces Soria. Formó, junto a Ricardo Zamora y Ciriaco Errasti, el más famoso terceto defensivo del fútbol español. Ingresó en el Deportivo Alavés a los dieciocho años, después de haberse forjado en los modestos clubes baracaldeses Giralda y San Antonio, sin que el Athletic de Bilbao mostrase el menor interés por él. Su garra y pundonor, unidos a una calidad técnica muy superior a lo demandado por entonces a los defensas, le llevaron a convertirse en uno de los mejores zagueros de Europa, aunque desde ciertos ámbitos se le achacara excesiva nobleza. Su estampa briosa, con el pañuelo anudado sobre la frente, se hizo popular en el Alavés con el advenimiento del Campeonato Nacional de Liga, en cuyas tres primeras ediciones disputó los cuarenta y cuatro partidos del calendario. En 1931 fue traspasado al Real Madrid con su compañero Ciriaco y el atacante Olivares, a cambio de 60.000 pesetas. Permaneció con los blancos hasta 1942, interviniendo en otros ciento treinta y dos partidos, alzándose con dos campeonatos de Liga y otros dos de Copa, y sumando veinticinco partidos internacionales desde su debut contra México en Ámsterdam, durante los IX Juegos Olímpicos, y su despedida frente a Austria, en el Metropolitano, el 19 de enero de 1936. En ese intervalo hubo un hueco para su presencia en el Mundial de Italia correspondiente a 1934. Apodado el Autogiro por su espectacular juego de cabeza y eficacia en los cruces, le fue dedicada una oda por el escritor José García Nieto con ocasión de un memorable partido de Copa contra el Barcelona en 1936. Aunque protagonizó tres películas y tuvo propuestas para actuar de galán en otras más, continuó ligado al fútbol como entrenador del Zaragoza, Real Madrid, Valencia y Atlético de Madrid, como secretario técnico merengue y seleccionador nacional en dos únicos partidos. Afincado en Valencia, donde tuvo negocios inmobiliarios, fue directivo en el club más representativo de esa ciudad, así como presidente del Mestalla y de la Federación Valenciana de Pelota, al tiempo que incorporó al equipo valenciano a su sobrino Juan Carlos Díaz Quincoces, Quincoces II, un correoso y buen defensa central que acabaría alcanzando la internacionalidad. Fue condecorado con la Medalla al Mérito Deportivo.
Bibl.: F. Martialay, El fútbol durante la Guerra Civil (inéd.); C. F. Santander, El fútbol durante la Guerra Civil y el franquismo, Madrid, Editorial San Martín, 1990; Á. Bellón, El Libro blanco. Historia del Real Madrid, Madrid, Universo Editorial, 1991; J. Hernández Perpiñá, La gran historia del Valencia, Valencia, Diario Levante, 1997-1998; J. Borrell, Todos los hombres del murciélago, Alicante, Agua Clara, 2000; B. de Salazar et al., Cien años del Real Madrid, Madrid, Diario As, 2001.
José Ignacio Corcuera
