Rodríguez de Biedma-Benavides, Men. Señor de Santisteban del Puerto (I). ?, p. s. XIV – Linares (Jaén), 3.III.1381 post. Noble, caballero.
Según López de Haro, el linaje de Biedma era oriundo de Galicia, donde habían sido señores de Monterrey. Su llegada a Andalucía tuvo lugar con motivo de las grandes campañas del siglo XIII, en las que participaron Íñigo Íñiguez de Biedma y Alfonso González de Biedma, el cual quedó incluido entre los caballeros beneficiarios del repartimiento de Baeza. Así fue como se afincaron en tierras giennenses, donde Rodrigo Íñiguez de Biedma llegó a ser, a principios del siglo XIV, alcaide del alcázar de la propia ciudad. Con su sucesor, Día Sánchez de Biedma, que continuó incrementando el patrimonio y consolidando el prestigio del linaje, se inició el parentesco con la casa de Benavides, por su matrimonio con María Alfonso Godínez, hermana de Teresa Alfonso Godínez, esposa de Juan Alfonso de Benavides.
En su hijo Men Rodríguez se unieron las Casas de Biedma y Benavides. Su trayectoria vital atravesó, por tanto, dos etapas. En la primera, fue cabeza del linaje giennense de Biedma, y como tal, está documentada su actuación política y militar, al menos desde 1340, prestando servicios a la Monarquía en el reinado de Alfonso XI. Participó en la batalla del Salado, y consiguió para el patrimonio familiar algunas donaciones en recompensa, como el derecho de cobro del tributo de la roda en Mengíbar. Su actuación fue más destacada en los reinados siguientes. Durante la Monarquía de Pedro I, es conocida su presencia, por ejemplo, como caudillo de las tropas petristas, en 1352, en el sitio de la plaza cordobesa de Aguilar, contra el rebelde Alfonso Coronel. En la primavera de 1361 intervino como negociador, por Castilla, en la paz de Terrer, firmada con Aragón, a instancias del cardenal Guido de Bolonia.
Por su implantación en tierras fronterizas, Men Rodríguez de Biedma se vio envuelto también en las campañas contra los musulmanes, que, en algunos casos, se saldaron con la derrota castellana, como sucedió en Guadix, en enero de 1362. Men Rodríguez de Biedma, que se encontraba en Xérica como responsable de la defensa de esta plaza fronteriza, se mantuvo fiel a Pedro I, cuando éste, con ocasión de la coronación de Enrique de Trastámara en 1366, empezó a convocar a todos los caballeros. En esta circunstancia se observa un paralelismo con su primo Juan Alfonso de Benavides II que, por entonces, había estado también como caudillo en la cercana localidad de Segorbe.
De forma imprevista, sin embargo, tal vez influido por las controvertidas reacciones de Pedro I, incluso contra algunos nobles que le habían demostrado fidelidad, dio un vuelco a su opción política, y se unió al bando Trastámara, para intervenir así en la batalla de Nájera, en abril de 1367, en la que fue apresado por las fuerzas petristas.
Habiendo escapado de la prisión, se detecta su actuación relevante al servicio del futuro Enrique II, frente a los aliados Pedro I y MuÊammad V de Granada. La defensa de los alcázares de Jaén y Córdoba que llevó a cabo contribuyó a estrechar las relaciones con el Trastámara, y todos esos servicios, y, en especial, su posterior intervención en la contienda de Montiel, le proporcionaron importantes mercedes enriqueñas, sobre todo la que se tradujo en la concesión del señorío de Santisteban del Puerto (Jaén), fechada en Toro, el 25 de septiembre de 1371, y sus aldeas cercanas.
A partir de ese momento, el signo identificador de la casa fue este señorío, en el que estaban agregados los lugares de Castellar de Santisteban y Las Navas de San Juan, al que después se incorporarían otras villas, hasta llegar a componer un importante estado señorial.
Era también señor de las villas gienneses de Jabalquinto, según se reconoce en un documento de época de su nieto, Día Sánchez de Benavides, y de Estibiel, localidad dependiente de Baeza, que había sido concedida por Fernando IV a Rodrigo Íñiguez de Biedma, así como de Hortalanca (Vilches), propiedad de sus antecesores desde principios del siglo XIII.
Bajo el reinado de Enrique II, consolidó su posición al amparo de la nueva Monarquía. Fue investido con la dignidad de caudillo del obispado de Jaén y promocionó la dimensión patrimonial y señorial de la casa, por lo que instituyó, con la preceptiva licencia regia, uno de los típicos mayorazgos enriqueños, en 1376.
Bajo el gobierno de Juan I, Men Rodríguez de Benavides gozaba de una posición muy asentada en Jaén, como lo demuestra la orden dada por el Rey a todos los concejos del obispado, de que lo incluyeran en los ayuntamientos.
En 1368, Men Rodríguez de Biedma recibió el patrimonio de su primo Juan Alfonso de Benavides, por decisión de éste, ante la falta de descendencia. A partir de ese momento, cambió su apellido por el de Benavides e inició así un nuevo período y un sustancial cambio en la trayectoria de la casa, en la que se unieron los bienes, patrimonios, señoríos y, en definitiva, los destinos de los dos linajes. Contrajo matrimonio en varias ocasiones: en primer término, con María Alfón de Toledo, de la que tuvo varias hijas; a continuación con Constanza Martínez; su tercera esposa llevaba el nombre de Teresa, y era, probablemente viuda del comendador mayor de Santiago; y, finalmente casó con Teresa Manrique, hija natural del arzobispo de Toledo, Gómez Manrique. En Linares, el 3 de marzo de 1381, otorgó su testamento, poniendo de manifiesto su delicada situación, por lo que su fallecimiento debió de producirse enseguida, acabando así con la larga y activa vida de un destacado militar, que dejó por heredero de la casa y mayorazgo a Gómez Méndez de Benavides, fruto de su último matrimonio, que murió muy pronto, sin descendencia, y fue sucedido por su otro hijo, Día Sánchez de Benavides.
Bibl.: A. López de Haro, Nobiliario Genealógico de los Reyes y Títulos de España, vol. I, Madrid, Luis Sánchez, 1622; B. Ximénez Paton, Historia de la Antigua y continuada nobleza de la ciudad de Jaén, Jaén, Pedro de la Cuesta, 1628; M. de Ximena, Catálogo de los obispos de las Iglesias Catedrales de la diócesis de Jaen, y Anales eclesiásticos deste Obispado, Madrid, Domingo García y Morras, 1654; P. Salazar de Mendoza, Origen de las dignidades seglares de Castilla y León, Madrid, Imprenta Real, 1657; D. V. de Vidania, Memorial de servicios de la Casa de Benavides, Nápoles, 1696; A. de Benavides, Memorias del rey D. Fernando IV de Castilla, Madrid, Imprenta José Rodríguez, 1860; G. Argote de Molina, Nobleza del Andaluzia, Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, 1957; J. Valdeón Baruque, Enrique II de Castilla: la guerra civil y la consolidación del régimen (1366- 1371), Valladolid, Universidad, 1966; M.ª C. Quintanilla Raso, “Aportación al estudio de la nobleza en la Edad Media: la Casa señorial de Benavides”, en Historia, Instituciones, Documentos, 1 (1974), págs. 165-219; “La Casa señorial de Benavides en Andalucía”, en Historia, Instituciones, Documentos, 3 (1976), págs. 441-484, M.ª del C. Requena Parrilla, “Los señores y señorío de Santisteban del Puerto (Jaén) en los siglos XIV-XVII”, en F. Andújar Castillo y J. P. Díaz López (coords.), Los señoríos en la Andalucía Moderna. El Marquesado de los Vélez, Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 2007, págs. 705-718.
María Concepción Quintanilla Raso
