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Sancho Alfónsez

Biografía

Alfónsez, Sancho. ?, 1093-1097 – Uclés (Cuenca), 30.V.1108. Hijo bastardo de Alfonso VI, habido de la princesa hispanomusulmana Zayda, heredero de los reinos de León y de Castilla.

El cronista Pelayo de Oviedo señala que el infante Sancho nació de la unión del rey de León y de Castilla Alfonso VI (1065-1109) con la princesa Zayda, relación insólita que, según demostraron Menéndez Pidal y Lévi-Provençal sólo pudo entablarse después del asalto de la ciudad de Córdoba por los almorávides, en marzo de 1091, ocasión en la que murió con las armas en la mano el esposo de Zaida, hijo del rey de Sevilla al-Muta‘mid. Don Pelayo añade que la muerte de Sancho Alfónsez se produjo en la batalla de Uclés, acaecida el 30 de mayo de 1108. Las crónicas posteriores repiten esos datos y aportan el nombre de su ayo, el conde García Ordóñez, repoblador de la Rioja y el más nombrado antagonista del Cid, y algunos detalles sobre las circunstancias que rodearon a la muerte del infante que —añade Rodrigo Jiménez de Rada— se produjo cuando aún era niño (adhuc parvulo). Un epitafio de Zayda que se conserva en Sahagún precisa que la princesa murió de parto, pero no especifica el año, que ha sido objeto de hipótesis variadas. No cabe aseverar, como a veces se ha hecho, que el parto fuese del infante Sancho, de modo que la cuestión no ilustra la fecha del nacimiento de éste, que resulta incierta. Los diplomas alfonsinos le denominan puer en varias ocasiones, y con esa designación figura en el último diploma real donde suscribe, el de la célebre concesión del derecho de labrar moneda a la sede compostelana, fechado el 14 de mayo de 1107, dato revelador de que era todavía niño un año antes de su muerte. También apunta en ese sentido la presencia en otro diploma alfonsino próximo en el tiempo, de 8 de mayo de 1107, de un pedagogus, y a la vez maiordomus, del infante. No tendría entonces don Sancho más de diez o doce años y, de ahí que pueda suponerse que nació entre 1095 y 1097, mejor que en 1092 o 1093, fechas que proponen Levi-Provençal y Reilly.

El nombre del infante Sancho aparece en 1103 por vez primera en los diplomas de su padre, en lugar eminente en la relación de confirmantes. A partir de entonces, mientras vivió, figura en casi todos los diplomas alfonsinos. Dos de ellos, los ya citados de mayo de 1107, le muestran acompañando a su padre en una enigmática expedición a Navarra y Aragón, cuya finalidad y desenlace se desconocen.

Los títulos que adornan su nombre en los diplomas reales son los de infans, regis filius o Toletani imperatoris filius y, con carácter excepcional, el de regnum electus patrifactum —que figura en una de las redacciones del referido de 14 de mayo de 1107—, alusivo probablemente a la decisión por Alfonso VI de nombrarle heredero de sus dominios. La sucesión de Alfonso VI, que no tuvo hijo varón legítimo de sus cinco matrimonios, generó una situación de incertidumbre que conoció dos momentos críticos, el primero con motivo del pacto sucesorio que suscribieron Raimundo y Enrique de Borgoña, los poderosos yernos borgoñones del rey, en defensa de sus intereses y los de sus esposas, las infantas Urraca y Teresa Alfónsez.

Raimundo y Urraca tenían un hijo, Alfonso Raimúndez, el futuro Alfonso VII, nacido en marzo de 1105. La fecha del pacto es incierta, pero pudo producirse en torno a 1105-1106, con motivo de la legitimación del infante Sancho. Se ha supuesto también que el extrañamiento en 1103 del influyente Pedro Ansúrez, el magnate de mayor relieve en la Corte, que se dirigió al condado de Urgel con la intención de defender los intereses de su nieto, haya tenido relación con el inicio de la crisis sucesoria: se ha visto en él a un valedor de Sancho Alfónsez frente a los yernos del rey, pero es inseguro. En septiembre de 1107 fallecía prematuramente Raimundo de Borgoña, tal vez el principal oponente a la legitimación del infante.

Cabe señalar también que algunos historiadores recientes sostienen, sobre bases documentales endebles, que Alfonso VI, con el fin de legitimar a su heredero, contrajo matrimonio con Zayda en torno a 1106, lo que implica que en la secuencia de sus matrimonios se habrían sucedido dos reinas de nombre Isabel, circunstancia que ningún cronista sugiere. El segundo momento crítico se produjo al morir Sancho y se saldó con la proclamación como sucesora de Alfonso VI de su primogénita, la infanta Urraca, que contrajo inmediatamente segundas nupcias con el rey Alfonso de Aragón.

La Historia Compostelana, en referencia a acontecimientos del año 1107, señala que Alfonso VI encomendó a Sancho el gobierno de Toledo (cuius custodiae secundum patris imperium Toleti dominium erat commisum), responsabilidad de carácter formal dada su edad, destinada posiblemente a realzar su dignidad de heredero. En mayo del siguiente año los almorávides desencadenaron una ofensiva bien pertrechada con el fin de recuperar la ruta de Zaragoza, que la ocupación de Medinaceli por Alfonso VI había obstaculizado.

El ejército almorávide conquistó Uclés, y sus últimos defensores, refugiados en el castillo, solicitaron ayuda de Toledo. Un ejército cristiano a cuyo frente iban el infante, su ayo García Ordóñez y Alvar Fáñez, capitán principal de Alfonso VI en la zona del Tajo, fue derrotado en las proximidades de Uclés. Uno de los contingentes en fuga se refugió en Belinchón y allí perecieron Sancho Alfónsez, heredero del reino castellano-leonés, y su ayo García Ordóñez, de quien Jiménez de Rada dice que murió cuando intentaba proteger con su cuerpo el del infante.

 

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Andrés Gambra Gutiérrez

 

 

 

 

 

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