Ortiz de Latierro Ortiz de Jócano, Fernando. Fray Fernando María de Mendoza. Mendoza (Álava), 25.V.1872 – Lecároz (Navarra), 28.X.1966. Religioso capuchino (OFMCap.), bibliotecario, escritor, historiador del arte y arqueólogo.
Su vida transcurrió en conventos de Cantabria, Guipúzcoa y Navarra, con dos estancias en Madrid y Asís. Aparte de las ocupaciones propias de un capuchino (predicar y confesar), sólo se le conoce el empleo de bibliotecario dentro de la orden y de ecónomo un trienio en el convento de Pamplona.
Fue hijo de José Ortiz de Latierro y de Gaspara Ortiz de Jócano Lope de Urbina. Fernando era el primogénito de otros seis hermanos, manteniendo especial relación con el sexto, fray Hipólito, también capuchino y excelente dibujante, colaborando los dos en las investigaciones arqueológicas sobre estelas funerarias de la antigüedad vasca.
Cursó los años preparatorios de Gramática y Humanidades durante unos cuatro años (¿1883?-1887), en el convento capuchino de San Sebastián de Montehano (Cantabria), antes de tomar el hábito capuchino. Hizo el noviciado y la Filosofía en el convento de Fuenterrabía (1887-1891). Tuvo la “Vestición” (inicio del noviciado) en el convento de Fuenterrabía el 18 mayo 1887. Cursó la Teología en el convento de Lecároz (Navarra), donde tuvo una primera estancia (1891-¿1897?). De esos seis años, cuatro fueron de estudios de Teología (1891-1895), culminando con la ordenación sacerdotal el 30 de marzo de 1895, en Pamplona. Los dos años siguientes (1896-1897) Fernando los dedicó a la predicación, después de obtener el correspondiente título el 12 de octubre de 1896, y, sobre todo, a la docencia de Física y Química e Historia Natural en Lecároz.
Siendo ya sacerdote, pasó por dos conventos madrileños (¿1897-1907?), unos diez años de confusa cronología biográfica. Fue destinado a la residencia de Madrid, para ocuparse interinamente de la revista capuchina de divulgación religiosa, El Mensajero Seráfico, “que era un caos”. Después estuvo en el convento de El Pardo (Madrid, 1901-¿1907?), como profesor de teología.
Su siguiente destino fue el de bibliotecario en el gran convento de Pamplona-Extramuros de Pamplona (1908-1924), donde el P. Fernando alcanza su esplendor vital, intelectual e investigador, dedicado a los estudios arqueológicos y de arte franciscano, colaborando en Euskalerriaren Alde sobre temas vascos (13 artículos entre 1912 y 1921); con la revista Ateneo de Vitoria (tres artículos en 1913); con el Boletín de la comisión de Monumentos de Navarra (ocho artículos entre 1916 y 1923); con La Avalancha (cinco, entre 1912 y 1918) y con Verdad y Caridad (27 artículos entre 1924 y 1932, de los cuales 12 corresponden al periodo 1924-1926). En 1916 descubrió en el Archivo de Navarra un fragmento del siglo XIII del Cantar de Roncesvalles, sin duda la investigación más importante y renombrada del P. Fernando, y redactó uno de sus artículos más recordados, “Los plateros de Carlos el Noble” (1925).
De 1924 a 1927 residió en Lecároz, sin que se conozcan los motivos, donde fue profesor y bibliotecario. En 1927 fue destinado a Fuenterrabía, donde se ubicaba el colegio de Filosofía, de nuevo como bibliotecario. No llegó a agotar el trienio, porque a los dos años fue enviado al convento de Asís (Italia), donde estuvo entre 1929 y 1931, reclamado por el ministro general, para implantar el mueso franciscano, como reconocido experto en cuestiones de Historia del Arte.
A partir de 1933 el P. Fernando residió en el convento de San Sebastián, con excepción de los dos últimos años de su vida, en que fue trasladado a la enfermería de Lecároz. Fue una segunda parte de su vida (c. 1933-1966), bastante distinta de la primera, con mucha menos actividad intelectual e investigadora. El padre Fernando (“figura chiquita”) era callado y llevaba una vida sencilla, anónima y oscura.
Resumiendo, su estancia en San Sebastián fue la de un simple y modélico operario sacerdotal. La producción literaria del P. Mendoza abarca una sesentena de títulos a lo largo de 39 años (1912-1951). Para comprender su vacilante aventura editorial, hay que tener en cuenta que, científicamente, fue autodidacta.
Obras de ~: “El convento de Santo Domingo de Vitoria”, en Euskalerriaren Alde, 2 (1912), 3 (1913), 4 (1914); “Historia alavesa. Laguardia a mediados del siglo XVI”, en Euskalerriaren Alde, 6 (1916), 11 entregas; “El cantar de Roncesvalles”, en Revista de Filología Española, 4 (abril-junio de 1917), págs. 105-204; “Discos funerarios en el País Vasco”, en Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, 13 (1922), págs. 282-285; “Plateros de Don Carlos el Noble”, en Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, 14 (1923), págs. 52-61; “Por el mundo franciscano. El museo franciscano de Asís”, en Verdad y Caridad, 6 (1929), págs. 370-372; “Pintores y tapiceros en Navarra a fines del siglo XIV”, en Revista Internacional de Estudios Vascos, 24, 2 (1933), págs. 184-197; “San Antonio con el Niño Jesús en el arte español”, en Collectanea Franciscana, 6 (1936), págs. 177-191; “Un libro. Un autor. Unas fiestas: ¿Fray Gerundio en Vitoria?”, en Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, 3 (1949), págs. 235-242; “Con los judíos de Estella”, en Príncipe de Viana, 44-45 (1951), págs. 235-271.
Fuentes y bibl.: “Carta del P. Fernando de Mendoza al superior M. R. P. Alfredo de Oco (San Sebastián, 3 de diciembre de 1946)”, en Archivo Histórico Provincial de Capuchinos de Pamplona (AHPCP), Carpeta personal de Hipólito de Mendoza.
Anónimo, “Necrológica del Padre Fernando María de Mendoza”, en Boletín Oficial de la Provincia Capuchina de Navarra-Cantabria-Aragón, 22 (1967), pág. 124; Anónimo, “Necrológica. P. Hipólito Ortiz de Mendoza (1883-1971)”, en Boletín Oficial de la Provincia capuchina de Navarra-Cantabria-Aragón, 26 (1971), págs. 166-167; E. Martínez de Zuazo, “El capuchino alavés Padre Fernando de Mendoza, descubridor del Roncesvalles”, en Boletín de la Institución Sancho el Sabio, 20 (1976), págs. 245-284; C. Pérez Aguirre y V. Pérez de Villarreal, Escritores de la Provincia Capuchina de Navarra-Cantabria-Aragón (1900-2000), Pamplona, Curia Provincial de Capuchinos, 2001, págs. 649-651; T. de Azcona, El convento de capuchinos Extramuros de Pamplona (1606-2006), Pamplona, Gobierno de Navarra - Institución Príncipe de Viana, 2006; G. López Albizu, “La Avalancha. La realidad social a través de la prensa doctrinaria navarra”, en Príncipe de Viana, 260 (2014), págs. 551-588; F. Goñi, Lecároz, en 100 palabras, Pamplona, Asociación de antiguos alumnos de Lecároz, 2015; J. A. Echeverría, Síntesis de la historia de la Provincia de Navarra-Cantabria-Aragón durante el siglo XX [en línea], disponible en https://sites.google.com/site/silbandoenelviento/Home/espana/historia-de-la-provincia-de-navarra-cantabria-aragon.
Antonio Astorgano Abajo
