Pineda, Fernando Jerónimo de. Murcia, p. s. XVIII – Santo Domingo (República Dominicana), 12.I.1743. Capitán de Infantería e ingeniero en segundo.
En 1724 ingresaba en el Cuerpo de Ingenieros, como ayudante, después de haber aprobado el examen de suficiencia ante la Junta de Ingenieros. En 1731 se hallaba destinado en Nueva España.
Uno de los problemas al que hizo frente el virrey, don Juan de Acuña, marqués de Casafuerte, después de su nombramiento en 1722, fue la limpieza de las arenas que inundaban a Veracruz y su muelle, al que las lanchas no podían llegar. El encargado de este trabajo fue el ingeniero en jefe Carlos Blondeaux, teniente coronel procedente de La Habana, que comenzó a levantar un nuevo plano de la ciudad, en el que se viera el sondeo de su puerto. Solicitó dicho ingeniero un delineador para que le auxiliara en dicho trabajo, largo y necesitado de cuidadosa exactitud. En respuesta, el rey le enviaba al ingeniero murciano Fernando Jerónimo de Pineda, por una Real Orden firmada en San Ildefonso, el 21 de octubre de 1724.
En 1734, una vez fallecido Carlos Blondeaux, llevó la dirección de los trabajos y proyectos del puerto de Veracruz, de sus fortificaciones y del castillo de San Juan de Ulúa el ingeniero del Real Cuerpo don Fernando Jerónimo de Pineda.
El 17 de diciembre de 1734, ya como ingeniero ordinario, remitía en una carta dirigida a don José Patiño, su Relación y reflexiones dadas por el Ingeniero Ordinario don Fernando Jerónimo de Pineda sobre la plaza de Veracruz, puerto y Castillo de San Juan de Ulúa, proyectos que se deben construir para el abrigo de las flotas, azogues, armada de barlovento y demás navíos así de S.M. como de particulares que arriban a este puerto, y costo princjpal que podrán tener. Terminaba, además, los planos acabados de la ciudad de Veracruz iniciados por Carlos Blondeaux antes de su muerte, los cuales adjuntaba en su carta.
Iniciaba la relación encareciendo la importancia del puerto de Veracruz, único en toda aquella extensísima costa del seno mexicano, destacando las ventajas de acceso del canal del norte o nuevo, no solo por su mayor calado sino también por ser su enfilamiento, según los vientos dominantes. Para aumentar la capacidad de atraque de los barcos, proponía como ampliación la construcción de dos alas contiguas al castillo de Ulúa, que formarían una dársena proyectada de treinta toesas de lado. Además, en las alas se edificarían almacenes con puertas al puerto. De igual manera se proyectaban diversas obras de fortificación para aumentar las defensas de Veracruz y su puerto y la de un cuartel para alojamiento de la tropa.
En el año 1735 enviaba de nuevo una Breve descripción del puerto y su castillo y sobre San Juan de Ulúa escribía: “en frente del puerto de la Vera Cruz, a un corto tiro de cañón, se halla fundado el Castillo de San Juan de Ulúa en buena construcción de fortaleza sobre un bajo o escollo que por todos lados le circunda el mar, hace punta a la entrada de la canal, que es bastante travajosa, y tan angosta que sólo dista un tiro de pistola […] dicho Castillo tiene unas argollas con su muralla donde se atan los navíos que sin ellas sería imposible la invernada, por lo cruel de los Nortes, cuyo Gobernador, o Castellano convendrá siempre sea de gran satisfacción, no sólo por depender de él la seguridad del Puerto y Castillo, sino de la Nueva España”.
El 9 de mayo de 1735 enviaba una carta al ministro Patiño solicitando regresar a España por llevar diez años de servicios en Indias. Dos años después de que solicitara su regreso a la Península, se encontraba en Santo Domingo, donde en 1737 levantaba el plano de la ciudad. En 1738 dibujaba parte de la isla de la Española, y en 1742 se le encargaba reconocer y proponer la reedificación de la iglesia de Santa Bárbara, cuyo coste estimó en 5.389 pesos.
El 15 de enero de 1740, aún como ingeniero ordinario, solicitaba el ascenso a ingeniero en segundo y grado de teniente coronel, siendo el ingeniero principal de la isla La Española. Con fecha de 16 de 1741 se le concedía el ascenso solicitado en el Cuerpo y el de capitán de Infantería.
Murió el 12 de enero de 1743, sólo un año después de que se le encargara la reedificación de Santa Bárbara. En su inventario de bienes se indica las causas de su fallecimiento: “no se taso la ropa de bestir por haver declarado los medicos ser preciso quemarla toda por haver muerto el dicho Dn. Fernando de mal contagioso como asi lo Zertificarian...Dn. Manuel de Herrera primer Cirujano de la Real Armada de el mar oceano medico Graduado y rebalidado por el Real Protomedico”.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas. Exps. Pers.
J. A. Calderón Quijano, Ingenieros Militares en Nueva España, Madrid, Anuario de Estudios Americanos, 1949; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad de Barcelona, 1983; J. O. Moncada Maya, Ingenieros Militares en Nueva España. Inventario de su Labor Científica y Espacial. Siglos XVI-XVIII, México D.F., Universidad Autónoma de México, 1993; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones españolas en América y Filipinas, Madrid, MAPFRE, 1996; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; P. Santos López, “Del Caribe a Constantinopla, la odisea de una familia murciana”, en Andelma: Revista del Centro de Estudios Históricos Fray Pasqual Salmerón, 7, 17 (2009), págs. 22-30.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
