Fuentes, Bartolomé. Sevilla, 1598 – El Callao (Perú), s. XVII. Descubridor, marino.
Navegante español, de “origen portugués. Mandaba las fuerzas marítimas españolas en Nueva España y el Perú, y en tiempo indeterminado ejerció un cargo importante en Chile” (según Jackson). El 3 de abril de 1641, partió del Callao con una escuadra compuesta por la nave Espíritu Santo, al mando de la cual se encontraba Fuentes, Santa Lucía, con el vicealmirante Diego de Peñalosa, El Rosario, con Pedro Bernardo, y Rey Felipe, con Felipe de Ronquillo, con las que llegaron a los 20º de latitud norte, donde fueron desviados por corrientes de aire del suroeste, que les condujeron a California, donde costearon hasta llegar al paralelo 53. Fuentes afirma en una carta que escribió él mismo y se publicó en Londres en 1708 —según Jackson— que recorrió desde este punto unas doscientos sesenta leguas, hasta los 52º y 54º latitud, por diferentes canales entre multitud de islas, a las que denominó archipiélago de San Lázaro, y que corresponden a los actuales archipiélagos del Príncipe de Gales, cuyo descubrimiento se atribuyó a Wallis ciento veinticinco años después, en 1765. Posteriormente, en 1786, fueron visitadas por La Perouse, que no quiso reconocer en ellas las islas de San Lázaro, de Fuentes, y por Colnet y Duncas, en 1787 y 1788, y que llamó islas del Príncipe Real.
En 1641, en la misma expedición de Fuentes, este navegante español descubrió las desembocaduras de dos ríos, que denominó Reyes y Haro, respectivamente, y envió al capitán Pedro Bernardo a explorar al segundo río mientras él hacía lo propio en el primero.
A veinte leguas de la desembocadura, encontró un puerto que denominó de la Arena, y un poco más arriba del cauce halló un lago que llamó Bello (22 de junio de 1641), a poca distancia de él, a media jornada de camino, se encontró un poblado indígena de Conasset, donde permanecieron durante un período de dos años dos misioneros que iban en la expedición de Fuentes. El 1 de julio del mismo año, dejó sus naves cerca del lago, para poder desplazarse en chalupas por el río que llamó Parmentiera, y una de estas pequeñas barcazas franqueó ocho cataratas, la última de las cuales tenía treinta y dos “pies” de elevación sobre el nivel del lago. Seguidamente, el 6 de julio, llegaron a un segundo lago, que denominó Fuentes, y que comprende varias islas fértiles, una de ellas grande (ciento sesenta leguas de longitud, sesenta de anchura y veinte, treinta y sesenta brazas de profundidad) y muy poblada. Unos días más tarde, el 14 de julio, parten de esta isla y navegan hacia el este noroeste (ENe), atravesando un nuevo lago (de treinta y cuatro leguas de longitud, dos o tres de anchura y veinte a veintiocho brazas de profundidad), que llamó estrecho de Ronquillo, desde donde avanzó con dirección este y descubrió otra población indígena, y en la que tuvo conocimiento de la llegada de un gran navío que acababa de desembarcar a poca distancia de allí. A continuación, se trasladó al sitio indicado, y halló, en efecto, un buque, dirigido por el capitán Shapeli, procedente de Boston y que era propiedad de Seymour-Gibbous, mayor general de Massachusetts, que le había expedido para tomar un cargamento de peletería. Como esta nave inglesa había llegado por el oriente, y ellos por el lado opuesto, Fuentes consideró que debía existir una comunicación entre los dos mares, por medio de un estrecho, entre lagos o grandes ríos, pero entonces no supo que podía haber procedido desde la otra costa de América del Norte o que directamente bordeó el continente. Tras entrevistarse con el capitán Shapely, el 6 de agosto, volvió sobre sus pasos y dio con sus navíos en el lago Bello (16 de agosto), y poco después se reunió con el capitán español Pedro Bernardo, que había remontado el río Haro hasta el lago que llamó Velasco, y dejó allí la nave El Rosario, para embarcar en tres piraguas con dos jesuitas y treinta y seis indígenas, y avanzó ciento cuarenta leguas al oeste. Continuó recorrido 436 leguas con dirección ENE hasta los 77º de latitud, aunque esta última parte de la relación aportada por Pedro Bernardo se juzgó errónea (según Jackson).
Posteriormente, Fuentes dio órdenes a su escuadra de partir en dirección a Perú, donde parece que murió, aunque, como indica Jackson, “se ignora el resto de su vida, y aún se ha puesto en duda la realidad de su viaje, de sus descubrimientos y de su existencia”, e incluso también pone en duda todos los descubrimientos del navegante español Fuentes Roberto de Vaugondy, Dalrymple, Malte-Brun y Forster, aunque piensa lo contrario Felipe Buache, José Nicolás de Lisle y Fleurieu, entre otros. Esta duda histórica se amplía con la publicación de una carta del propio Fuentes a un destinatario desconocido, que se editó significativamente traducida al inglés con el título The Mounthly Miscellany, or memoirs of the various (Londres, 1708), y que podía haber sido cogida por los piratas a su propietario o también podía haber sido entregada por Fuentes por iniciativa propia para la difusión de sus descubrimientos en Inglaterra. Más tarde, las relaciones de Juan de La Bodega y Cuadra y de Ferrer Maldonado no contradicen el contenido del texto de Fuentes, mientras que Dalrymple plantea que uno de los traductores, Petiver, puede haber sido el verdadero autor del texto, al narrar un relato imaginario o no de las aventuras tenidas por un grupo de tripulantes de un navío de Boston encontrado por Groseiller cerca del río Nelson. En esta línea, Arthur Dobbs publicó una relación de los países que rodean la bahía de Hudson (Londres, 1744), donde afirma que en 1640 existía en Boston un capitán llamado Shapely. Asimismo, Vancouver admite la posibilidad de los descubrimientos referidos a Fuentes, aunque no lo confirma rotundamente.
Mientras, partidarios del hallazgo son José Nicolás de Lisle, que publicó en francés acerca de Fuentes una Explicación de las cartas de los nuevos descubridores al Norte del Mar del Sur (París, 1752, que incluye cartas dibujadas por Buache), y unas Nuevas cartas de los descubrimientos del almirante de Fonte y otros navegantes (París, 1753, con mapas igualmente de Buache), y Felipe Buache (que no es el dibujante indicado anteriormente, según Jackson, o quizá sí puede serlo), quien publicó las Consideraciones geográficas y físicas acerca de los nuevos descubrimientos al Norte del gran mar, llamado vulgarmente Mar del Sur (París, 1753), y fue contestado con incredulidad por estos descubrimientos de Fuentes, por parte de Roberto de Vaugondy en las Observaciones críticas acerca de los descubrimientos del almirante Fuentes (Paírs, 1753) y The great probability of a North West passage deduced from observations on the letter of almiral del Fonte (Londres, 1761).
Bibl.: W. M. Jackson, Diccionario Enciclopédico Hispano- Americano de Literatura, Ciencias, Artes[...], t. IX, Londres, W. M. Jackson Editor, s. f.; VV. AA., Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de literatura, ciencias y artes, t. IX, Barcelona, Montaner y Simón Editores, 1899; VV. AA., Personajes de la Historia de España, t. V, Madrid, Espasa Calpe, 1999.
Miguel Héctor Fernández-Carrión