Panyella i Renom, Jordi. Pany. Barcelona, 23.IV.1916 – Badalona (Barcelona), 14.V.2008. Excursionista, alpinista.
Panyella o, familiarmente, Pany se formó en el movimiento escultista catalán. De muy joven entró en contacto con la montaña e incluso hizo sus pinitos como escalador, que la Guerra Civil española de 1936-1939 interrumpió. Reanudados en la inmediata posguerra, no tardó en convertirse en un modelo para los noveles escaladores, más jóvenes que él, que admiraban su estilo acrobático, original y atrevido. Protagonizó muchas e importantes escaladas, entre ellas las primeras ascensiones al Gegant Encantat, el Sentinella, el Dit, el Cap del Guerrer o l’Agulla Fina, en Montserrat. En el Pedraforca, tres vías llevan su nombre: la Pany y la Pany-Ferrera, ambas abiertas el año 1941 en el Pollegó Superior, y la Pany-Haus (Haus era el sobrenombre de Jordi Casasayes, compañero suyo en esta ocasión), abierta tres años después en la pared sur del Pollegó Inferior, que fue considerada como la más difícil escalada hecha en el Pedraforca hasta entonces. Hay que añadir ascensiones en los Pirineos, como la Torre de Góriz o la Brecha de Rolando, y en los Mallos de Riglos, verticales formaciones rocosas situadas junto al pueblo aragonés de Riglos, donde en 1942 escaló la punta más alta del Mallo Firé formando cordada con Mallafré, Blasi y Bou; en 1946 dos vías en el Mallo Pisón, una de las cuales, la chimenea Pany-Haus, es una de las vías clásicas más bellas de la zona. El interés de Panyella por Riglos no decayó. El 15 de julio de 1953 se dispuso, en compañía de Ayats, Salas y Rosich, a escalar la espectacular aguja del Puro, que pocos meses antes se le había resistido. Lo consiguieron, pero no fue la primera ascensión, ya que aquel mismo día se les adelantó una cordada aragonesa compuesta por Bescós, Rabadá y López. En 1955 descubrió para la escalada el Peñón de Ifach, en el pueblo alicantino de Calpe, y abrió con Jordi Salas la primera de las más de veinte vías que actualmente surcan esta roca calcárea que emerge del mar. Pany se mostró pródigo en la realización de escaladas, pero remiso en escribir las reseñas o dar a conocer sus impresiones. Una de las pocas excepciones es su colaboración en el libro Montserrat, de Llorenç Estivill, donde a lo largo de 56 páginas reseña las vías de escalada a quince monolitos montserratinos, cada uno representado por un esquemático dibujo suyo.
De Pany se ha dicho que tenía un concepto simple y muy gráfico de la escalada: la referencia era la cumbre, desde donde la línea trazada por una imaginaria plomada le indicaba la ruta a seguir. Fue un escalador sobre roca fuera de serie y probablemente el de personalidad más acusada de su época.
Obras de ~: con J. Ferrera, “Primera ascensión al Gegant Encantat de Montserrat”, en Club Montañés Barcelonés. Circular par los socios (CMB), n.º 43 (mayo de 1941), págs. 17- 18; “Segunda ascensión al Gegant de las Fogarosas, de Sant Llorenç”, en CMB, n.º 52 (febrero de 1942), págs. 55-56; [“capítulo de escalada”], en L. Estivill, Montserrat, Barcelona, M. Arimany, 1949.
Bibl.: J. J. Zorilla, Enciclopedia de la montaña, Madrid, Ediciones Desnivel, 2000, págs. 430-431; J. Ferrández, Diccionari de l’excursionisme català, Barcelona, Enciclopèdia Catalana, 2001, págs. 184-185.
Carles Albesa i Riba
