Garay Macua, Eloy. Labastida (Álava), 2.XII.1879 – Bilbao (Vizcaya), 20.III.1974. Pintor, decorador y literato.
Afincado en la capital vizcaína desde los tres años, demostró desde niño unas cualidades naturales para el dibujo que desarrolló en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao para especializarse más tarde en escenografía, oficio que aprendió de Antonio Dalmonte.
Dispuesto a seguir por este camino, a los veinticuatro años marchó a Madrid para trabajar en el taller de Amalio Fernández y luego con Martínez Gari. La Sociedad Coral de Bilbao, consciente de las cualidades que poseía para la pintura, le concedió una beca para completar sus estudios en París.
Regresó a Bilbao al poco de inaugurarse en la capital vasca el teatro Campos Elíseos, que tanta influencia tendría en su carrera artística. En una de sus dependencias, este coliseo tenía un taller que quedó a disposición del pintor, que vivía en un piso inmediato al local, para que realizara los decorados de la sala. Su primer trabajo escénico fue para Sansón y Dalila, al que siguieron diversos títulos: el 31 de mayo de 1910, y en el mismo teatro, participó en el estreno de la obra musical Mirentxu, original del compositor vitoriano Jesús Guridi, aportando unos decorados que llamaron la atención. Al año siguiente repitió éxito con los de la ópera Mendi-Mendiyan, de Usandizaga y Power, en su estreno en Bilbao y posterior representación en San Sebastián. También fue pieza fundamental en el éxito de Libe eta Ixidor; Pedro Ignacio, original de Manuel de la Sota y Aburto; y Maitena con música de Charles Colin y libreto en euskera de Etienne Decrep.
En 1916 pintó las alegorías del techo y todo el decorado general del Coliseo Albia, la sala de mayor aforo que tuvo la capital vizcaína. Los cronistas del momento destacaron las cualidades de los distintos espacios de recreo, “foyer” incluido. Poco después realizó los decorados de La corte de Napoleón, una opereta que se estrenó el 18 de diciembre de 1918 en el Nuevo Teatro, de Vitoria.
Unos años después, el 22 de mayo de 1920 y en el citado Coliseo Albia, Garay tuvo uno de sus éxitos más notables al estrenarse la ópera Amaya, drama lírico en tres actos con libreto de José María Arroita- Jáuregui y música de Jesús Guridi. En consecuencia, sus decorados llegaron a interesar vivamente a las grandes compañías teatrales pasando a ser el escenógrafo favorito de las eminentes actrices María Guerrero y Margarita Xirgú, hasta el punto de que ésta le distinguió con una frase para la Historia: “Eloy Garay es el poeta de la escenografía”.
El artista no sólo se distinguió como pintor y decorador.
Garay compuso con Arniches el libreto de la zarzuela Mari Eli a la que puso música su amigo Jesús Guridi, pintando, incluso, el decorado para el estreno de la obra que tuvo lugar en el teatro Fontalva, de Madrid. Pese a su calidad, la obra pasó desapercibida en aquella ocasión debido a las tensas circunstancias políticas que se vivían en 1936. El 1 de mayo de 1940 fue reestrenada en el teatro Arriaga, de Bilbao, con cargo a la Compañía Lírica de Matilde Vázquez y Pedro Terol, constituyendo un gran suceso. Tanto los autores como los intérpretes fueron aclamados al final de todos los cuadros. Garay realizó una gran escenografía y Guridi, además, dirigió la orquesta. Suyas son también Katalin y la obrita infantil Las dos coronas.
Eloy García Macua, amigo y coetáneo de los pintores Aurelio Arteta y Darío de Regoyos, apenas si exhibió en vida su obra paisajística. Murió en Bilbao a los noventa y cuatro años de edad.
Obras de ~: Escenografías: Sansón y Dalila; Mirentxu, 1910; Mendi-Mendiyan, 1911; Libe eta Ixidor, Pedro Ignacio; Maitena; La corte de Napoleón, 1918; Amaya, 1920. Frescos: Decoración del Coliseo Albia, Bilbao, 1916. Libretos: con C. Arniches, Mari Eli. Escritos: Katalin; Las dos coronas.
Bibl.: VV. AA., Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, vol. XV, San Sebastián, Auñamendi, 1977, pág. 210; VV. AA., [Retrospectiva], catálogo exposición, Bilbao, Galería Caledonia, 1997; M. Bilbao Salsidua, “Eloy Garay Macua. La ópera vasca en imágenes”, en Sancho El Sabio: Revista de cultura e investigación vasca (Vitoria), 16 (2002), págs. 47-66.
Alberto López Echevarrieta
