Gil, Cayetano. Muel (Zaragoza), ú. t. s. xvii – m. s. xviii. Ceramista.
Miembro de una familia de ceramistas de Muel e integrante de su Gremio de Vajilleros en el siglo xviii.
Compaginó —tal como era bastante habitual en este centro— la producción de todo tipo de piezas de vajilla y azulejería, esmaltadas con cubierta blanca de estaño.
Respecto a esta última especialidad, en los libros de fábrica de la seo de Zaragoza, de los años 1723 y 1727, se anotaron los pagos realizados a “Cayetano Gil y Nicolás Araiz, de Muel”, por “las baldosas que iban trayendo a cuenta de su comanda (pagos parciales de 41 libras, y 91 libras y 6 sueldos)” y en concepto de los “gastos por su transporte desde aquella villa (5 libras y 12 sueldos)”, indicándose finalmente la entrega de un total de 5.310 azulejos. Estos azulejos se destinaron probablemente a las solerías que hubo (hasta la restauración de la catedral) y todavía en parte se conservan en las capillas de San Vicente y San Agustín, así como en el oratorio del palacio arzobispal, para las que se eligieron azulejos con motivos decorativos vegetales, iguales a otros hallados en los testares de este alfar. Con ellos se compusieron en sus suelos llamativas “alfombras cerámicas”, con tramas de diseño diagonal o en cuadrícula, que incorporaban en los puntos más visibles cuadros de azulejos con voluminosos jarrones con flores o escenas figurativas, de gusto barroco y tratamiento naturalista, pintados en azul, morado y amarillo-naranja.
Ambos vajilleros están documentados como integrantes del Gremio de Alfareros de Muel: Cayetano Gil, en 1736, y Nicolás Araiz, en 1734, 1736, 1741 y 1751.
Otros miembros de sendas familias desarrollaron antes y después que éstos el mismo oficio en el alfar de los marqueses de Camarasa. Así, en 1670, se pagaba a Gabriel Gil por una partida de azulejos encargados “para las Casas de la ciudad”, por la que se le abonaban “85 libras y 8 sueldos”; sabiendo por otros documentos notariales de ese mismo año y de 1701 que éste tuvo su obrador en Muel, en el término denominado de “los Obradores”, a extramuros de la villa, junto a otro taller perteneciente al vajillero Cristóbal Calvera. A lo largo del siglo xviii se citaba también a Joseph y Gabriel Gil, a Francisco Gil y Artal, a Joseph Gil y Pugeo, a Juan Francisco y Marcos Gil, a Antonio Gil Araiz y a Antonio Gil Tobías, así como a Manuel, Joseph y Nicolás Araiz menor, Joseph Ignacio y Santiago Araiz. Por otra parte, en el inventario de los talleres de alfarería existentes en Muel, en 1818, se registraban aún algunos otros descendientes de los anteriores, que —como tantas otras familias muelanas—, habían seguido este mismo oficio generación tras generación; eran, por una parte, Joaquín, Celedonio y Manuel Gil, y, por otra, Manuel, Blas y Fidel Araiz, que formaban parte del total “de treinta y un alfareros, treinta y cuatro obradores y once balsas” que todavía estaban en plena actividad en esta población.
Obras de ~: Azulejos para La Seo, Zaragoza, 1723-1727.
Bibl.: M.ª I . Álvaro Zamora, Cerámica aragonesa decorada, Zaragoza, Libros Pórtico, 1978, pág. 174 (Colección Estudios, vol. 2); Cerámica aragonesa, vols. I y III, Zaragoza, Ibercaja, 2002, págs. 36-37, 167-168 (nota 416), 219 y 224-225 y pág. 114, figs. 550-556.
María Isabel Álvaro Zamora
