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Ramón Madina y Orbeta

Biografía

Madina y Orbeta, Ramón. Bilbao (Vizcaya), 1824 – Guadalajara, 11.VII.1875. Militar, coronel de Ingenieros.

Ingresó en el Ejército el 9 de abril de 1838 como cadete, siendo herido en el campo de batalla cuando tenía once años, en el marco de la Primera Guerra Carlista. En 1841 ingresaba siendo oficial del Ejército en la Academia de Guadalajara, de donde salía como teniente de Ingenieros el 23 de septiembre de 1845, después de terminar los estudios reglamentarios. Su primer destino fue al entonces único Regimiento del Arma, el Regimiento de Zapadores Minadores, desde donde pasaba a la Dirección-Subinspección de Ingenieros de Galicia en 1847. 

Con fecha de 21 se septiembre de 1850 era promovido a capitán de Ingenieros, permaneciendo en el mismo destino (Galicia) hasta el 10 de agosto de 1860 en que ascendía a primer comandante de Batallón. En el aspecto civil, realizaba el Proyecto solicitado por José Álvarez Mora para reedificar la fachada de una vivienda de su propiedad en Vigo (28 de marzo de 1850).

Con anterioridad, en 1859 marchaba integrado en el Ejército de África (Guerra de África, 1859-1860) como mayor de Ingenieros del Primer Cuerpo de Operaciones. En la citada campaña obtendría la Cruz de San Fernando de 1ª Clase por méritos de guerra.

En 1861 estaba destinado en la Comandancia del Cuerpo en las islas Baleares y en 1863 pasaba a la Inspección de Ingenieros de Cataluña. El 20 de enero de 1864 ascendía a teniente coronel de Ingenieros, siendo nuevamente destinado a la Inspección de Galicia.

Ascendido a coronel del Cuerpo el 2 de mayo de 1872, pasaba con destino a la Inspección de Castilla la Vieja, y posteriormente fue, entre los años 1874 y 1875 (fecha de su muerte), director de la Academia de Guadalajara, donde realizó una importante labor.

Siendo capitán, Madina representaba un importante papel en la fijación de límites entre España y Portugal. En efecto, su realización del Plano de un trozo del río Miño desde la plaza de Tuy a Caldelas…, fechado en Orense el 1 de octubre de 1855 (Escala de 4000 pies para el plano y 400 para los cortijos), levantado en septiembre y octubre de 1855, como miembro de la Comisión de Límites, se convirtió en un instrumento auxiliar clave no sólo para visualizar los principales problemas que dicho tramo fronterizo presentaba, sino también para tratar de probar algunos de los argumentos defendidos por la delegación española. El plano, además, estaba acompañado de una extensa memoria.

Con respecto a la llamada “Ínsula Grande”, situada muy cerca de la orilla derecha del Miño, el informe complementario de Madina y Orbeta, sostenía que el dominio de facto de los portugueses sobre la misma les dotaba de control de las aguas y la corriente en ese tramo del río, algo no sólo perjudicial para los intereses españoles, sino también peligroso desde el punto de vista militar: “es tal, que si conviniese a sus miras e intereses futuros construir una plaza de guerra o cualquier fortaleza, (los portugueses) tendrían la ventaja inmensa de colocarse a caballo sobre el río, como se observa en algunas plazas de la Alemania que se hallan sobre el Rhin”. Del reconocimiento del terreno y de su análisis topográfico y representación cartográfica (materializados en un plano adjunto a su informe), así como de “las declaraciones de muchos vecinos”, el comisionado español concluía que en los últimos años el río había cambiado significativamente su cauce…y que, por tanto, el cauce natural y antiguo era el que transcurría entre dicha isla y la orilla portuguesa y allí debía situarse el límite entre ambos países, de manera que esta isla había de ser devuelta por los portugueses a España.

Finalmente se decidió en el Tratado de Límites de 1864, asignar las islas (en el cauce común del Miño), en función de su proximidad geográfica a una u otra orilla. Era la tesis defendida desde el inicio por la parte española, que lo consideraba no sólo el más equitativo, sino también, según quedó constancia en los informes de Madina, el más aconsejable desde el punto de vista de la defensa del territorio nacional y del control policial del contrabando.

 

Obras de ~: Estado actual defensivo de la frontera de Galicia y Portugal con la importancia relativa e intrínseca de las plazas y puntos fortificados que en la misma existen, 1848.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales.

Estados (escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1845-1876; J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, M. Tello, 1876; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.os 63-66 (2001 y 2002); J. García Álvarez y P. Puente Lozano, “La delimitación de la frontera luso-española en el río Miño (1855-1906). Conflictos territoriales y representaciones cartográficas”, en Terra Brasilis, 6 (2015) [en línea], disponible en http://journals.openedition.org/terrabrasilis/1708; Jacobo García Álvarez y Paloma Puente Lozano, “La frontera hispano-portuguesa en el río Miño en el Tratado de Límites de 1864. Deslinde y ordenación de un territorio fluvial conflictivo”, en J. F. Vera, J. Olcina y M.ª Hernández (eds.), Paisaje, cultura territorial y vivencia de la Geografía. Libro homenaje al profesor Alfredo Morales Gil, San Vicente del Raspeig: Publicaciones de la Universidad de Alicante, 2016, págs. 761-787.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño