Padrós Rubió, Carlos. Barcelona, 9.XI.1870 – Madrid, 30.XII.1950. Directivo de fútbol y comerciante.
En 1876 su padre trasladó la familia a Madrid para iniciar un negocio de telas que se concretó en un comercio que instaló en la calle Alcalá, n.º 48, esquina a la calle Cedaceros. El nombre era “Al Capricho” y bien podía equipararse a lo que hoy se llama una boutique en la que podía encontrarse toda clase de tejidos, desde los más caros y recién importados de París hasta los más modestos; amén de los complementos correspondientes.
Apasionado por los deportes desde su infancia, pese a padecer una cojera, secuela de alguna enfermedad infantil, su proyección en el fútbol fue a través de la organización, la disciplina, el rigor. Fundador y organizador en 1902 de lo que hoy es el Real Madrid, prefirió que su amigo Palacios presidiera la etapa previa y luego su hermano Juan Padrós el arranque oficial del club. Él ya tenía proyectos más ambiciosos, cual era, en primer lugar, crear la Asociación Madrileña de Fútbol, auténtica Federación, como primer paso a la creación de la Federación Española. En 1904 envió su adhesión a la creación de la FIFA, metiendo a España en el grupo de los fundadores del máximo organismo futbolístico europeo.
Montó el “concurso” de fútbol de Madrid en 1902, primer torneo nacional de fútbol, con el nombre de Copa del Ayuntamiento de Madrid, con ocasión de las fiestas que organizó éste para celebrar la mayoría de edad del rey Alfonso XIII. Fue el antecedente del Campeonato de España que comenzó a jugarse al año siguiente, también organizado por el Real Madrid.
Tomó las riendas del club blanco en 1904 y bajo su mandato consiguió tres títulos de Campeón de España (1905, 1906 y 1907) Cuando la Federación Española sufrió la crisis provocada por la Unión Española de Clubs en 1909, el propio Alfonso XIII —con quien mantenía una cordialísima relación— le hizo llegar su deseo de que interviniera en ese caos con el fin de que el fútbol español no sufriera una interrupción que podía poner fin a su organización. La Federación se salvó.
En 1912 construyó el Real Madrid el campo de O’Donnell, donde Padrós se volcó física y económicamente para dotar al club del mejor campo de Madrid. Poco a poco fue apartándose del club y del fútbol, quizá debido a no pocos desengaños sufridos por parte de los recién llegados a este deporte. Dedicó su actividad a la agricultura en las posesiones que tenía su familia en El Escorial. También intervino en política, en el Partido Liberal del conde de Romanones, con quien le unía una sólida amistad, y obtuvo acta de diputado por Mataró, desde 1911 a 1918; en esta población dejó recuerdo imperecedero arreglando en 1916 el grave problema que tenía con los cauces. Aún hay una calle a su nombre en Mataró.
Durante la Guerra Civil estuvo a punto de ser fusilado por los milicianos; logró fugarse de su cautiverio y, tras refugiarse en una embajada, llegó a Francia, donde pasó toda la contienda. Retornó a Madrid en 1939, encontrándose su domicilio arrasado. Afortunadamente pudo sobrevivir hasta su muerte, merced a los pocos bienes que le quedaban en El Escorial.
Carlos Padrós fue un personaje fundamental en el devenir del fútbol español; sin sus acciones, ni este deporte hubiera seguido el curso que él le imprimió, ni el Real Madrid hubiera remontado el vuelo a la altura que lo hizo. La ingratitud y el olvido de ambos estamentos resultan inexplicables.
Fuentes y bibl.: Archivo del Centro de Investigación de la Historia y Estadística del Fútbol Español.
F. Martialay, Implantación del profesionalismo y nacimiento de la Liga, Madrid, Real Federación Española de Fútbol, 1996; Amberes. Allí nació la Furia Española, Madrid, Real Federación Española de Fútbol, 2001; J. C. Pasamontes, Todos los jefes de la Casa Blanca, Madrid, Pearson-Alhambra-Marca, 2003; V. Martínez Calatrava, Historia y Estadística del Fútbol Español, Barcelona, V. Martínez, 2003.
Félix Martialay