Fundador y primer presidente de la Real Federación Española de Tenis, dedicó su no larga existencia a la familia, al trabajo, a la política y al deporte siempre bajo una profunda devoción religiosa que se traducía en trascendentales obras sociales impropias de la época que le había correspondido vivir.

Cuarto y último hijo de Georgina Barrié y Labrós (Madrid, 1839-1919) y de Patricio de Satrústegui y Bris, II barón de Satrústegui (San Sebastián, 1823 – Barcelona, 1888), perteneciente a una de las familias más notables de la Marina Mercante española, Jorge Satrústegui se casó en Ciboure con Eugenia Petit de Meurville, con la que tuvo ocho hijos, varios de ellos buenos tenistas que participarían en el Campeonato Nacional. Jorge Satrústegui fue uno de los primeros jugadores de polo que hubo en España; propulsó las carreras de caballos, ganando varios premios; jugó al criquet, al hockey, al golf, la pelota vasca y el rebote; entusiasta del automovilismo, organizó distintas pruebas; amaba el remo tan profundamente que lo representó en el Commité Olímpico... [...]