Ayuda

Juan Manuel Hernández de Alva Alonso

Biografía

Hernández de Alva Alonso, Juan Manuel. Arévalo (Ávila), 27.XII.1750 – Cuba, c. 1837. Oidor de Santafé de Bogotá, oidor de Cuba, regente de Cuba.

Hijo de Pedro Hernández de Alva y de Ana Alonso.

Sus abuelos paternos fueron Segundo Hernández de Alva y Gregoria Piral; sus abuelos maternos fueron Manuel Alonso y Manuela Arpizo. Su hermano Lorenzo Hernández de Alva Alonso sirvió como fiscal del Consejo de Indias. Su sobrino Juan Manuel Hernández de Alva fue ministro de Audiencia. Otro hermano, Valentín, tuvo un hijo, Lorenzo, que fue deán de la catedral de Toledo y caballero de la Orden de Carlos III en 1830.

Hernández estudió en el convento de Santo Tomás, Madrid, de 1767 a 1770, antes de entrar en la Universidad de Alcalá en 1770. Sus estudios en Leyes lo unieron con la Real Academia de la Concepción, en la Corte, en 1771, las academias de Leyes de Alcalá, y en 1774, la Real Academia de Práctica de Leyes de estos Reynos y Derecho Público de Santa Bárbara en la Corte. Después de recibir un grado de bachiller en Leyes de Alcalá en 1774, Hernández enseñó por tres años en la Universidad, al tiempo que era pasante con su hermano Lorenzo (futuro fiscal de México) y con Vicente García Hernández. El 10 de enero de 1777, presentó la Oración inaugural de la Real Academia de Santa Bárbara en Madrid. El Consejo Real le aprobó como abogado en 1778 y se unió al Colegio de Abogados de la Corte.

Hernández sirvió como abogado de presos después de 1779 y del conde de Atarés. El Rey eligió a Hernández para sustituir a Juan Antonio Mon y Velarde como oidor en la Audiencia de Santafé después de una consulta del 30 de junio de 1790 (en la cual Hernández no estaba listado) y por título del 23 de septiembre de 1790. Hernández sirvió allí desde el 25 de febrero de 1791, hasta que fue asido por los rebeldes en 1811. En Santafé, tomó una parte activa en asegurar qué entretenimiento teatral fuera disponible, hasta el punto que estableció una compañía para establecer firmemente la actuación de comedias. En 1794 Hernández se opuso a Antonio de Nariño y la publicación de Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, ordenando a varias personas al exilio y ganándose una reputación de ser inflexible y severo.

Durante la investigación de Manuel Martínez Mansilla de supuestos complotes en 1809, encontró que los tramadores criollos habían diseminado reporte que los peninsulares iban a tomar posesión de Bogotá y convertir a Hernández de Alva en “rey de Bogotá”, y luego entregar el reino a los franceses. Ciertamente falsa, esta propaganda despertó a la gente contra Hernández de Alva porque era supuestamente el más prominente opositor de los americanos en Bogotá.

Mientras servía en Santafé, su desalojamiento fue recomendado en 1810 por el comisario regio Antonio Villavicencio, que decía que Hernández odiaba todo lo que fuera americano. En 1810, después de ser encarcelado y encerrado por los rebeldes, logró llegar a La Habana donde recibió salario de emigrado. Estaba en La Habana en 1812 cuando fue electo el 17 de abril a alcalde del Crimen de la Audiencia de México, pero nunca sirvió en el puesto, permaneciendo comoministro “agregado” en Cuba como resulta de la escasez de ministros en la Corte. Mientras estuvo en exilio en las Islas, Hernández sirvió como ministro “agregado” en la Corte de Puerto Príncipe. El 13 de agosto de 1815, buscó a través de un representante en España retener los honores y salario de oidor de México, pero fue nombrado oidor de Cuba para reemplazar al difunto Tomás de Aréchaga. La Cámara de Indias acordó que debía ser designado oidor de la Audiencia de Puerto Príncipe, como lo era el 18 de octubre de 1816, y recibió honores de oidor de México, pero opinó que solamente debía recibir el salario normal como oidor de Cuba. Fue oidor decano cuando pidió preeminencias y honores del Consejo de Indias en 1828. Recibió las preeminencias al fin de 1829. El 8 de junio de 1835 fue nombrado regente de la Audiencia de la isla de Cuba y murió como tal.

Hernández se casó dos veces. Su primera esposa fue Ana Dantés de Olivera Fernández de Arévalo, hija de Joaquín Dantés de Olivera, de Viñas (Portugal), y de María Ignacia Fernández y Pedrote Terán, de Oviedo.

Ellos se casaron en 1779 y tuvieron varios hijos, incluyendo a Ignacio, quien nació en Arévalo, y Juan José Zoilo, quien nació en Santafé. Después de la muerte de Ana en 1804, Hernández se casó en 1809 con María Dolores Navarro, una mujer cuya familia era de Pontevedra. Sus padres eran el teniente coronel Francisco Navarro de Anaya y María Joaquina Alguer de Insausti.

Hernández era caballero de la Orden de Isabel la Católica.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Lima, 1001, relación de méritos de 1784; Ultramar, 781, 797; Santa Fe, 712; Archivo General de Simancas, Secc. XXIII, Dirección General del Tesoro, invent. 2, leg. 74, doc. 219; leg. 93, doc. 310; leg. 97, docs. 171 y 200; Guía de forasteros, 1835, 1836, 1837.

J. M. Restrepo Sáenz, Biografías de los mandatarios y ministros de la real audiencia (1671 a 1819), Bogotá, 1952, págs. 397-403; A. Risco, La Real Academia de Santa Bárbara de Madrid (1730-1808), t. II, Toulouse, Université-Le Miral Institut d’Études Hispaniques et Hispano-Américaines, 1979, págs. 575 y 583; M. A. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Connecticut, Greenwood Press, 1982, págs. 159-160; W. Jaramillo Mejía, Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé: nobleza e hidalguía; colegiales de 1605 a 1820, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánico, 1996, págs. 742-743 y 770; J. Barrientos Grandon, Guía prosopográfica de la judicatura letrada Indiana (1503- 1898), Madrid, Fundación Histórica Tavera, 2000, pág. 685.

 

Mark A. Burkholder