Estévez, Hipólito. ?, 1758 – p. s. xix. Mariscal del Ejército, veterinario.
Nació en 1758, en lugar desconocido, llegó a ser mariscal mayor (veterinario militar) del Regimiento de Dragones de Lusitania. Ingresó en la Escuela de Veterinaria de Alfort el 23 de septiembre de 1784, cuando contaba con veintiséis años de edad, tal como aparece en el libro de control de alumnos de la escuela.
Su ingreso en la escuela se debió al interés del Gobierno, en especial de Godoy, de organizar la Escuela de Veterinaria de Madrid. Consiguieron así formarse con los profesores del arte de la veterinaria más distinguidos de Europa, especialmente gracias a que, tras su formación en la escuela francesa, dedicaron casi dos años a visitar Alemania, Dinamarca, Inglaterra e Italia para complementar sus estudios sobre economía rural, cría caballar y de otros animales domésticos.
Regresó a principios del año 1789.
Carlos III (1759-1788) que había ordenado, por Real Orden de 7 de septiembre de 1788, el establecimiento en Madrid de una escuela para la enseñanza de la Veterinaria no vería esta institución que haría efectiva su hijo Carlos IV (1788-1808), quien la fundó el 23 de febrero de 1792, recibiendo el nombre de Real Colegio-Escuela Nacional de Veterinaria. El 12 de enero de 1789 terminaron Malats y Estévez la redacción del proyecto de la nueva Escuela de Veterinaria y el 20 de diciembre de 1790 manifestaron que, dada la escasez de buenos profesores, sólo debía crearse una escuela, ofreciéndose ellos como docentes.
Fue por orden de 15 de marzo de 1792 cuando Estévez, siempre de la mano del afamado veterinario Segismundo Malats, fue nombrado segundo director de la Real Escuela de Veterinaria de Madrid y pasarían a encargarse ambos de su organización cuando, el 23 de febrero de 1793, se aprobó definitivamente plantear la escuela de veterinaria.
A pesar de que los dos directores continuaron manteniendo la entonces agonizante albeitería, traicionando la confianza del legislador en lo que se refiere a la defensa de la nueva institución, con esta nueva escuela se inició la formalización de la regulación oficial de los estudios de veterinaria, a través de una enseñanza reglada y al paso del progreso científico que hará posible la formación de unos nuevos profesionales bien formados, quienes sí terminarían con la vieja albeitería que entonces estaba marcada por una carga de ignorancia e irracionalidad y, como argumentó Manuel Godoy, Príncipe de la Paz y promotor también de esta Escuela, “sin verdaderos principios científicos y sin ningún sistema razonado”.
Obras de ~: Elementos de Veterinaria que se han de enseñar a los alumnos del Real colegio de Veterinaria de Madrid. Esterior del caballo. Por Hipólito Estévez, segundo director de dicho colegio (trad. de la de Claude Bourgelat), Madrid, Imprenta de D. Benito Cano, 1794.
Bibl.: Contrôle des elèves, Paris, École Royale Vétérinaire, s. f. (en Archivos departamentales de Creteil); C. Sanz, Historia de la Veterinaria española. Albeitería, mariscalería, veterinaria, Madrid, Espasa Calpe, 1941; A. Palau, Bibliografía hispánica de veterinaria y equitación, Madrid, Universidad Complutense, 1973; J. Rubio, “José Echegaray Lacosta (1806-1869)”, en M. Cordero del Campillo, C. Ruiz Martínez y B. Madariaga de la Campa (eds.), Semblanzas veterinarias, León, Laboratorios SYVA, 1973, págs. 47-52; J. Gómez y M. Pérez, Crónica de 150 años de estudios veterinarios en Aragón (1847- 1997), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2000.
Milagros Benito Hernández
