Cardozo, Francisco José. Caracas (Venezuela), s. m. s. xviii – 1808. Ebanista y tallista.
Nació en Caracas en el seno de una familia parda o mestiza libre, como hijo legítimo del segundo matrimonio del ebanista Antonio José Cardozo con Manuela Antonia Solórzano. Este enlace dio fruto a diez hijos, de los cuales José Ramón y Francisco José se dedicaron al oficio paterno. En fecha no precisada Cardozo contrajo nupcias con María Alejandra de Reyes Gresnier, con quien tuvo dos hijas: María de la Merced Elena y Juana Josefa del Rosario. Esta última, bautizada en la catedral el 3 de febrero de 1774, permaneció soltera. Su hija María de la Merced Elena contrajo matrimonio con el mestizo Juan Francisco Irazábal, quien también se dedicó a la ebanistería, participando junto a Cardozo en varios encargos. Su esposa María Alejandra falleció antes de 1792.
A partir de 1768 Cardozo inició su actividad artística con pequeñas labores de carpintería para la cofradía de San Pedro de la catedral de Caracas, que continuaron los años siguientes con la realización de algunos muebles y ataúdes para la hermandad. En 1771 elaboró el sagrario para el altar de la Orden Tercera de San Francisco, en la iglesia conventual de la Inmaculada Concepción (hoy iglesia de San Francisco), conservado en el mismo lugar hasta finales del siglo xx. En 1778 confeccionó un trono para la imagen de Nuestra Señora de la Concepción de la iglesia conventual de frailes dominicos de San Jacinto, actualmente desaparecido. Para 1782 concluyó y modificó el retablo de la Inmaculada Concepción y Candelaria elaborado por Mateo López, para la catedral de Caracas. El retablo se conservó en la testera de la nave, del lado de la epístola hasta 1867.
Su padre falleció en junio de 1784, nombrándolo albacea junto a otros hermanos. Razón por la cual actuó como su representante al entregar las cuentas de la mayordomía de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Altagracia.
En 1789 intervino junto a los ebanistas Domingo Gutiérrez y Antonio José Limardo en la fabricación del túmulo diseñado por el ingeniero militar José del Pozo y Sucre, para la conmemoración de las exequias del rey Carlos III, a un costo de 4.903 pesos. La decoración pictórica y dorados fue encargada al pintor Antonio José Landaeta. Se trató del túmulo más fastuoso levantado frente al altar mayor de la catedral. Al año siguiente se encontraba elaborando un retablo dedicado a San José para la iglesia del Dulce Nombre de Jesús de Petare, donación de José de Fierro y Santa Cruz, quien al momento de morir aún le adeudaba veinte pesos por esta obra.
Para 1791 acometió la construcción del retablo del Santo Sepulcro de la catedral de Caracas, que aún se conserva en la sede catedralicia, a un costo de cuatrocientos pesos. Ese mismo año, elaboró una mesa y un trono tallado para la imagen de Nuestra Señora del Carmen de la iglesia del convento de monjas carmelitas de Santa Teresa de Jesús. En septiembre de 1791 crea el marco para el retrato del obispo Francisco de Ibarra que estaba pintando José Antonio Peñaloza, encargado por la Real y Pontificia Universidad de Santa Rosa de Lima de Santiago de León de Caracas.
En 1793 actuó como examinador en la rama de talla y carpintería de los maestros que pretendían el puesto de alarife de Carpintería y Contraste de Medidas. Para 1798 elaboró el retablo de la Santísima Trinidad de la capilla de la Orden Tercera de San Francisco, el cual todavía se conserva en la iglesia de San Francisco en Caracas, aunque hacia 1953 se le suprimieron unos marcos tallados en sus laterales con indulgencias concedidas por el obispo Juan Antonio de la Virgen y Viana. Por este retablo sin dorar cobró 350 pesos.
En 1799 cobró 198 pesos por un sagrario para la iglesia de Nuestra Señora del Carmen en el puerto de la Guaira. Ese mismo año levantó un nuevo retablo para la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Altagracia, al presente desaparecido. El costo del retablo fue de setecientos sesenta pesos, que para 1807 Cardozo aún no había podido cobrar totalmente.
En 1800 fue nombrado por el carpintero Serafín Antonio Almeida como perito junto al alarife José Francisco Piñango, para avaluar el coro de la catedral de Caracas que Almeida estaba realizando, concordando en los costos declarados por éste. Al año siguiente el intendente Esteban Fernández de León le encargó el mobiliario para la Real Audiencia de Caracas. Para 1804 elaboró un proyecto para el nuevo retablo del altar mayor de la catedral, a un costo de dos mil pesos, pero pese a su aprobación por el cabildo eclesiástico no se realizó la obra.
Con motivo del fallecimiento del gobernador y capitán general Manuel Guevara y Vasconcelos acontecido el 9 de octubre de 1807, Cardozo se hizo cargo de construir el túmulo, con pinturas de Juan José Landaeta. Guevara y Vasconcelos fue enterrado con gran pompa en la iglesia de San Francisco, en Caracas.
En 1809 elaboró el trono con corona imperial para la cofradía de Nuestra Señora de la Candelaria de la catedral, el cual fue dorado por el pintor Juan José Landaeta. Para 1811 fabricó el trono para la imagen de Nuestra Señora de la Guía, venerada en la iglesia de San Mauricio. Nuevamente para 1813 se hizo cargo de elaborar otro túmulo, esta vez para exhibir la urna con el corazón del teniente coronel Atanasio Girardot, encomendado por el deán de la catedral. Este túmulo se colocó ante el altar mayor catedralicio en donde se ofició el funeral. Entre 1814 y 1816 elaboró varios encargos para la iglesia de la Santísima Trinidad, entre los que destaca una cruz alta de madera. En 1817 fabricó el sagrario para el altar mayor de la catedral. En 1818 construyó el monumento de Jueves Santo para la capilla del convento de monjas dominicas de Caracas. A lo largo de su carrera profesional actuó en varias oportunidades como avaluador de testamentarías, en lo referente a carpintería.
Carlos Duarte le adjudica la introducción del neoclasicismo en la retablística caraqueña, aunque señala que en su obra aún se conservan algunos elementos decorativos rococó. Duarte le atribuye el retablo del Calvario de la iglesia de San Francisco de Caracas, elaborado entre 1785 y 1786, por un costo de 1.172 pesos. Asimismo, relaciona los retablos de San Nicolás (actualmente de Nuestra Señora de la Paz) y el de San Joaquín (hoy de Santa Ana), ambos en el mismo templo franciscano, con el estilo de Cardozo. Sus retablos conservados muestran soluciones sobrias, con esquemas equilibrados, en donde sobresalen las columnas cilíndricas de orden compuesto.
Otorgó su testamento el 15 de septiembre de 1818 en Caracas, en donde solicitó ser enterrado en la capilla de la Orden Tercera de San Francisco, y señaló que aún la mayordomía de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Altagracia le adeudaba una suma importante de dinero por la fabricación del retablo del altar mayor y otras obras de carpintería. Entre sus bienes se destacan numerosos muebles, joyas y dos esclavos.
Obras de ~: Sagrario del altar de la Orden Tercera de San Francisco, 1771; Retablo de San Nicolás de la Catedral de Caracas, c. 1771 (atrib.); Retablo de San Joaquín de la catedral de Caracas, c. 1778 (atrib.); Retablo del Calvario de la iglesia de San Francisco, 1785 (atrib.); Retablo del Santo Sepulcro de la Catedral de Caracas, 1791; Retablo de la Santísima Trinidad de la iglesia de San Francisco, 1798; Sagrario de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, 1799; Retablo de Nuestra Señora de los Dolores de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Altagracia, 1799; Retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Altagracia, 1817; sagrario de la catedral de Caracas, 1817.
Bibl.: C. Duarte, Visión de las artes durante el período colonial venezolano, Caracas, Ediciones de la Asociación Venezolana Amigos del Arte Colonial, 1984; C. Duarte y G. Gasparini, Los retablos del período hispánico en Venezuela, Caracas, Ernesto Armitano Editor, 1986; Historia de la Catedral de Caracas, Caracas, Ernesto Armitano Editor, 1989; C. Duarte, Historia de la iglesia y convento de San Francisco de Caracas, Caracas, Editorial Arte, 1991; Grandes maestros carpinteros del período hispánico venezolano, Caracas, CANTV, Editorial Ex Libris, 2004.
Janeth Rodríguez Nóbrega