París, Juan de. Francia, s. XIII – ?, c. 1344. Tesorero de Navarra, clérigo.
Clerc o contable de origen francés, ejerció el cargo de tesorero del Reino desde diciembre de 1335. La coincidencia de su nombramiento con la designación de Saladino de Angleure como gobernador indica la sintonía entre ambos personajes, colocados al frente de las responsabilidades más elevadas de la Administración navarra.
Durante su mandato el problema monetario se convirtió en asunto de difícil solución, especialmente en 1338, tras la elevada suma prometida por los Reyes a Pedro IV de Aragón como dote de la infanta María.
En medio de la crítica situación alguien denunció que el tesorero Juan de París estaba implicado en turbias operaciones de falsificación de moneda. No está clara la identidad de los promotores de la acusación pero, inmediatamente, el lugarteniente del gobernador Pedro Sánchez de Monteagudo, respaldado por el procurador y el abogado reales y por varios alcaldes de Cort, ordenó la encarcelación de Juan de París. El tesorero fue arrestado en Pamplona y conducido al castillo de Tiebas el 22 de septiembre de 1339, junto con sus colaboradores Juan de Leyoz y Guillén Auvre.
Al día siguiente fueron trasladados al castillo de Estella, donde permanecieron bajo la custodia del merino hasta el 23 de febrero de 1340.
Nada más ingresar en la prisión de Estella, Juan de París inició una maniobra para resolver su penosa situación. El 24 de septiembre envió un emisario a Francia, a los reyes Felipe y Juana de Evreux y a los arzobispos de Reims y de Sens, entre otros consejeros regios, comunicándoles lo ocurrido. Las investigaciones continuaron, pero la respuesta de los reyes no se hizo esperar. Felipe de Evreux tomó bajo su protección y salvaguarda especial al tesorero y a sus gentes y bienes. Poco después, el 12 de marzo de 1340, nombró a tres inquisidores con amplias facultades para investigar la situación general del Reino, especialmente el fraude monetario. Los inquisidores concluyeron que el tesorero Juan de París no estaba involucrado en los crímenes imputados y el gobernador ordenó el restablecimiento de su buena fama.
Juan de París no llegó a ser relevado de su cargo durante el proceso pero, tan pronto como fue declarada su inocencia, transmitió al Rey su deseo de descargarse de sus funciones. Continuó al frente de la Tesorería a la espera del nombramiento de su sucesor, Guillén Le Soterel, precisamente uno de los inquisidores.
El propio Felipe de Evreux despejó cualquier duda sobre el relevo e insistió en que había procedido a petición del interesado. Juan de París volvió a Francia, donde se encontraba cuando el Rey ordenó al nuevo tesorero la revisión de las cuentas de la Tesorería de los últimos años. Todavía en 1343 Juan de París ordenaba a su procurador Juan de Lecumberri que trasladara a su casa los libros de la Tesorería para confeccionar varias cuentas atrasadas. Después de su muerte, ocurrida probablemente en 1344, la Señoría ordenó inventariar todos sus bienes y escrituras.
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Félix Segura Urra
