Delclaux Ibarzábal, Isidoro. ?, s. m. s. XIX – p.m. s. XX. Empresario, fundador de Vidrierías de Arte, S.A. de Bilbao Al hablar de Isidoro Delclaux es obligado mencionar también a Luis Lertxundi y a Félix Cañada, que crearon la empresa bilbaína Vidrieras de Arte, S.A.
Delclaux como miembro capitalista, Lertxundi como artista polifacético y Cañada como experimentado vitralista.
Aunque la idea original partió del socio fundador, Delclaux, la labor de Lertxundi y Cañada fue decisiva. Los dos últimos estudiaron en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao y, durante los años iniciales de la primera década del siglo xx, ingresaron en la cristalería Delclaux de la calle de el Cano de Bilbao.
Los tres firmaron el acta de constitución de Vidrieras de Arte S.A, el 6 de noviembre de 1917, cuyo Deleito , Andrés 706 objetivo era “la fabricación y venta de vidrierías artísticas, decoración de vidrios, rótulos marmo-grabados y mosaico y demás industrias anejas”. Se nombró un presidente, Isidoro Delclaux Ibarzábal, un director gerente, Luis Lertxundi Sirotich, y un director artístico, Félix Cañada Bello, además de un secretario del Consejo, cargo que recayó en el hijo de Delclaux, Isidoro Delclaux Aróstegui.
Durante la segunda década de los años veinte y primeros años de los treinta, la sociedad fue imponiéndose en el mercado bilbaíno y vasco, atendiendo encargos para la capilla del pintor Zuloaga en Zumaia, la capilla del palacio de Ajuria-Enea en Vitoria, el palacio del marqués de Triano en Las Arenas, el Instituto Central bilbaíno, la Escuela de Comercio o la biblioteca de la Diputación de Bilbao, por poner algunos ejemplos.
En 1930 ingresa en la empresa el cuñado de Cañada, Manuel Gutiérrez Orive, como pintor de bocetos, y en los años anteriores a la Guerra Civil, otros hijos de Cañada, al tiempo que Luis Lertxundi decide separarse de la empresa en 1936 y vende sus acciones a Félix Cañada Bello y a Manuel Gutiérrez. La familia Cañada tendrá cada vez un mayor peso en el negocio.
Como consecuencia de la inestabilidad social y política del momento, la sociedad se vio seriamente afectada al no recibir encargos. Una situación que se agravó aún más con la Guerra Civil, cuando los Cañada fueron encarcelados en 1936. Sin cabeza visible en la empresa y ante el temor a que los obreros se apropien del negocio, Félix Cañada pide a Luis Lertxundi que se haga cargo de la sociedad. Superado el trance político, Lertxundi traslada de nuevo la empresa a la familia, en octubre de 1937.
Tras la Guerra Civil, en la década de los cuarenta, la empresa vuelve a resurgir gracias al gran número de encargos que se reciben tanto para edificios nuevos, como en reconstrucción. Félix Cañada queda cargo de la dirección y gerencia de la empresa, pero manteniéndose la familia Delclaux como accionista. Entre los años 1945 y 1970, los encargos se disparan y, aunque se producen relevos generacionales en los puestos directivos, la familia Cañada quedará con la responsabilidad de la empresa, y la familia Delclaux terminará vendiendo las acciones de la sociedad a la familia Cañada Gutiérrez en 1979.
Vidrieras de Arte S.A. atendió encargos de vidrieras para edificios civiles y religiosos repartidos por toda la geografía peninsular, pero la zona cantábrica, especialmente Asturias, Galicia y Navarra, fue la de mayor demanda. La empresa no sólo realizó vidrieras originales, también restauró otras de edificios antiguos, principalmente de catedrales españolas, por esta razón se realizaron vidrieras con marcado carácter historicista, recuperando estilos del pasado, como del románico (Colegio del Sagrado Corazón de Algorta), del gótico (iglesia de Sama de Langreo), o del plateresco (catedral de Sigüenza). La intervención en vidrieras de catedrales fue muy intensa: catedral de Palencia, 1940; de Albacete, 1951; de Toledo, 1961; de Murcia, 1966; de Huesca, 1966; de Barbasto, 1967, o de Santander, 1979, etc. Fuera de España, realizaron encargos, sobre todo para el continente americano: Colombia (convento de los Reverendos Padres del Corazón de María, en Bogotá), Paraguay (iglesia de Santa Teresa, en Asunción), Cuba (panteón del primer conde de Ribero, en La Habana) o Nueva York (oratorio de Mr. Knox). La empresa atendió también numerosos encargos para edificios civiles, como, por ejemplo, el Ayuntamiento de Bilbao, 1938; la Sociedad Bilbaína, 1942; o la Casa de Juntas de Guernica, 1944.
Maite Ibáñez, María José Torrecilla y Marta Zabala han realizado un excelente trabajo de investigación sobre esta fábrica, publicado en el catálogo de la exposición celebrada en el Archivo Foral de Vizcaya en 1994.
Obras de ~: Casa de Juntas de Avellaneda, Sopuerta (Vizcaya), 1967-1968; Oratorio de la casa del pintor Ignacio Zuloaga, Zumaya; lucernario del Banco de Vizcaya, Bilbao; Palacio de Ajuria-Enea, Vitoria; Palacio del marqués de Triano, Las Arenas.
Bibl.: VV. AA., “Vidrieras de Arte, S.A. Setenta y cinco años de historia”, en Argi Tailerra, un taller de luz, Vidrieras de Arte, S.A., Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1994, págs. 38-75.
Paloma Pastor Rey de Viñas
