Sierra Osorio, Juan de. Asturias, c. 1660 – Manila (Filipinas), 1698. Caballero de la Orden de Calatrava, letrado, oidor en Filipinas.
Hijo de Diego de Sierra, señor de la Casa de Sierra, regidor del concejo de Cangas de Tineo, y de María de Argüelles y Miranda, que fueron el tronco de una gran familia de letrados al servicio de la Monarquía, pues, además de Juan, otros dos hijos del citado matrimonio fueron ministros de tribunales: Bartolomé, fiscal del Senado de Milán y presidente de la Sumaria de Nápoles; Fernando, oidor en Quito y Santafé, y otro hijo: Diego, fue padre de Diego Alejandro de Sierra y Cienfuegos, juez mayor de Vizcaya, fiscal y oidor en Valladolid, consejero de Hacienda y consejero de Castilla, y de Lope de Sierra Cienfuegos, fiscal en Valencia, regente en Mallorca, fiscal del Consejo de Cruzada y del Consejo de Castilla, y togado de este último consejo.
Inició sus estudios en la villa de Cangas de Tineo, y luego pasó a la Universidad de Oviedo, en la que se mantuvo durante nueve años, graduándose en ella de bachiller en Cánones el 3 de febrero de 1682, y leyó por substitución las Cátedras de Prima de Leyes, Vísperas de Leyes y Vísperas de Cánones.
Sobre consulta del Consejo de Indias de 5 de febrero de 1687 fue nombrado oidor de la Real Audiencia de Manila, con futura de alcalde del crimen de la Real Audiencia de México para después de haber servido cinco años, y se le despachó su título por real provisión fechada en Madrid el 17 de abril de 1687.
El 18 de junio de 1687 se le concedió licencia para que embarcara rumbo a su destino en compañía de criados. Tomó posesión de su oficio en julio de 1688 y mientras despachó en él, practicó la visita de la tierra en la provincia de Visayas.
Por Real Cédula de 20 de junio de 1692 se ordenó al gobernador de Filipinas que, producto de la reforma de ministros, no permitiera que este ministro saliera de Filipinas hasta nueva orden, por no consentirse la existencia de supernumerarios. Posteriormente, el 20 de junio de 1695 se resolvió que pasara a la de México como estaba previsto, pero no llegó a tomar posesión de esta plaza debido a su muerte. La residencia del tiempo que sirvió como oidor en Manila le fue tomada por Juan de Espinosa Rivadeneira, quien pronunció la sentencia correspondiente en Manila el 14 de febrero de 1698.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5.448, n. 100; Filipinas, 44, n. 46; Filipinas, 193, n. 30; Filipinas, 273, n. 23; Filipinas, 349, l. 6, fol. 136r- 140r; Filipinas, 522; Indiferente General, 122, n. 83; Indiferente General, 134, n. 70; Indiferente General, 161, n. 446; Indiferente General, 1.517; Méjico, 1.640; Archivo Histórico Nacional (Madrid), Órdenes-Calatrava, exp. 2.465.
E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano–Americanos, 1947, págs. 62, 522; L. Anes, “Don Lope de Sierra Cienfuegos, Fiscal del Consejo de Castilla en el reinado de Carlos III”, en Cuadernos de Estudios del siglo xviii, II.ª Época, 5 (1995), págs. 3-22.
Javier Barrientos Grandon