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Antonio de Deza y Ulloa

Biografía

Deza y Ulloa, Antonio de. Huejotzingo (México), 29.VII.1658 – México, 20.V.1728. Militar, gobernador de Nueva Vizcaya, gentilhombre de cámara, maestre de campo.

Hijo de un militar afincado en México desde hacía tiempo, donde se había hecho gran reputación como corregidor, Antonio de Deza representó al nacer uno de los pocos ejemplos de criollos que supieron ganarse el respeto y la admiración de sus contemporáneos, hasta poder llegar incluso en su carrera política y militar a las más altas instancias de gobierno, en un momento en que los peninsulares acaparaban la mayor parte de los cargos importantes en América.

Sus antecedentes familiares sin duda le ayudaron a que la de en fecha tan temprana como la de 1676, ocupara ya el cargo de alcalde mayor de Zacatlán, en México. En 1682, abandonado ya el cargo político, recibió su primer nombramiento militar, al ser investido como capitán de una compañía de Infantería destinada al castillo de Acapulco. No duró mucho en este empleo, ya que los entresijos políticos de su padre Fernando Deza hicieron que Antonio pudiera acceder a un empleo más suntuoso y sin duda mejor remunerado que el anterior. Así fue como, a finales de 1682, fue nombrado contador de la Real Contaduría de la ciudad de México. Al año siguiente acudió a la defensa de Veracruz frente a un ataque inglés, no sólo en calidad de contador, sino también como capitán, que aún lo era, de Infantería, aunque sin plaza activa.

En 1685 recibió el hábito de Santiago, después de un prolongado proceso para comprobar la pureza de sangre de sus antepasados.

En 1692, con motivo de un tumulto provocado por los indios en algunos barrios de la ciudad de México, fue nombrado por el virrey, conde de Galve, capitán de Corazas de una de las compañías mexicanas. Su valor y buen hacer en la pacificación de estos disturbios, en los que llegó a pagar de su propio bolsillo parte de los sueldos de sus hombres, le valieron un reconocimiento por parte del virrey. En 1697 fue elegido alcalde de la propia ciudad de México, sin duda con el apoyo del virrey. Se mantuvo en este puesto, y también como contador, hasta su máxima ascensión política en 1708, al ser nombrado gobernador de la Nueva Vizcaya.

El cargo de gobernador le fue concedido gracias a su excelente labor al frente de la Contaduría, así como a su carácter tremendamente trabajador y profesional.

Su familia, que mantuvo siempre una posición preeminente en el Cabildo de México y estuvo muy cercana a los diferentes virreyes, sin duda ayudó también en este ascenso.

Una de sus labores más significativas fue la fundación del asentamiento de San Francisco de Cuéllar como cabecera de su importante región minera, que más tarde, en 1718, tomó el nombre de San Felipe el Real de Chihuahua. Durante su mandato se descubrieron las minas de San Pedro de Matopilas, de las más fructíferas del virreinato novohispano. Su gobierno concluyó en 1712, un año antes de los cinco inicialmente previstos por la cédula de nombramiento. Sufrió, como era costumbre, un juicio de residencia del que sin duda salió bien parado, dada su intachable trayectoria.

Fue nombrado gentilhombre de cámara y llegó al grado militar de maestre de campo. Aunque no volvió a ocupar ningún cargo administrativo realmente importante, sus sucesores y herederos continuaron perteneciendo a la elite local e influyeron decisivamente en la política local del virreinato, gracias a la posición y el prestigio ganados por Antonio Deza.

Casó en 1699 con María Chacón de Barrera y en segundas nupcias, en 1703, con Ignacia de Barrios y Patiño.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Indiferente, 133, N.136; 136, N.77; Mexico 56, R.1, N5; Contaduría, 773-781.

F. Almada, Diccionario de Historia, Geografía y Biografía Chihuahuense, Chihuahua, Talleres Gráficos del Gobierno del Estado, 1927; L. Navarro García, Don José de Gálvez y la Comandancia General de las Provincias Internas del Norte de Nueva España, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1964; A. Saravia, Apuntes para la historia de la Nueva Vizcaya, México, Universidad Autónoma, 1979; J. Sanchíz, “Redes vasco-navarras de poder en el México Virreinal. la Orden de Santiago”, en Los vascos en las regiones de México, siglos XVI-XX, vol II, México, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 1996; M.ª L. Rodríguez Sala, Los gobernadores de la Nueva Vizcaya en el siglo XVIII. Análisis Histórico-Social de las fuentes primarias, 1700-1769, Durango, Gobierno del Estado de Durango, 2001.

 

José Manuel Serrano Álvarez