Caballero de Medina, Sebastián. Querétaro (México), p. m. s. XVII – Guatemala, 1670. Letrado, fiscal y oidor en Indias, autor de obras jurídicas.
Comenzó sus estudios en México y luego pasó a los reinos de España y allí se graduó de licenciado y doctor en leyes por la Universidad de Salamanca, donde, además, regentó diversas cátedras.
Por Real Provisión fechada en Madrid el 25 de noviembre de 1639 se le despachó título de fiscal de la Real Audiencia de Manila, y como era uso y costumbre respecto de los fiscales de Filipinas, por Real Cédula fechada en Madrid el 14 de febrero de 1640 se le libró título de protector de los naturales del Parián de los Sangleyes, y se le concedió licencia para pasar a su destino, en compañía de dos criados, el 17 de marzo de 1640.
Sobre consulta de Cámara de Indias de 17 de febrero de 1645 fue ascendido a plaza de oidor en el mismo tribunal de Manila y se le libró el título respectivo en Zaragoza el 9 de abril de 1645, pero, a pesar de este ascenso, por no llegar su sucesor en la fiscalía se mantuvo en el despacho de ella, junto a la de oidor, durante dos años.
En Filipinas se desempeñó como asesor del Tribunal de Cruzada, tuvo a su cargo en diferentes ocasiones el Juzgado de Bienes de Difuntos, el Juzgado de Naipes, la visita de hospitales, boticas y escribanos, y el juicio de residencia del gobernador Sebastián Hurtado de Corcuera, y allí, le tocó sufrir el terremoto del año de 1645, una de cuyas consecuencias fue la ruina del palacio de la Audiencia.
Fue residenciado del tiempo que sirvió como oidor en la Real Audiencia de Manila por el oidor Francisco Pascual Paño, quien en su sentencia del 18 de febrero de 1659 le puso culpa por tres cargos, multándole con 300 pesos, pero el Consejo de Indias en sentencia de vista de 4 de enero de 1662, le absolvió de dos de ellos y de la multa, y sólo confirmó la culpa que se le había puesto por haber jugado en las tardes con los vecinos de Manila, súbditos de su jurisdicción, al juego “de los cientos” y al “del hombre que llaman renegado”.
Sobre consulta de Cámara de Indias de 13 de noviembre de 1654 fue promovido a plaza de oidor en la Real Audiencia de Guatemala y se le despachó su título en Madrid el 23 de noviembre de ese mismo año, pero sólo embarcó rumbo a su nuevo destino en la nao del año de 1661, momento en el cual el gobernador de Filipinas, Sabiniano Manrique de Lara, sentaba el siguiente juicio sobre él: “Sabrá merecer otras mayores (mercedes) por ser subjeto docto, de entera satisfacción, y crédito en letras, rrectitud, limpieza y asistencia y muy celoso del servicio de V. M.”, similar opinión a la que había expresado sobre él en 1650 el gobernador Diego Fajardo Chacón, pues había informado al Consejo que Caballero de Medina era un ministro que se comportaba: “Con tan grande noticia, pureza y desinterés que, dando satisfacción a la justicia, no ha habido queja de sus procedimientos; trata sólo del cumplimiento de su obligación. Es al presente oidor más antiguo desta Audiencia y ministro que en mayores puestos y sirviendo cerca de los ojos de V. M.
dará muy grandes muestras de sus letras y talentos”.
Durante su servicio en Guatemala se le encomendó que actuase como juez de residencia del obispo de Puebla de los Ángeles, del tiempo que había tenido el gobierno del virreinato, y del oidor Ginés Morote, pero cuando preparaba su viaje a México, el 23 de octubre de 1665, fue recusado y lo comunicó al virrey, quien le informó que el 14 de diciembre el Real Acuerdo de México le había tenido por recusado, y así permaneció en Guatemala.
En 1667 fue ascendido a plaza de alcalde del crimen de la Real Audiencia de México que se hallaba vacante por muerte de Álvaro Fáez de Valdés, pero rehusó esta promoción haciendo presente: “Que por sus muchos achaques se halla imposibilitado de acudir a ocupación de tanto embarazo, que pide fuerzas y salud para dar cumplimiento a las obligaciones de su cargo: y en esta consideración se a de servir V. M. de escusarle el que baya a servir, mandándole quedar en la que oy tiene hasta que su Rl. Voluntad en atención a sus muchos servicios y al dilatado tiempo que ha que los está continuando le onrre y haga merced de darle plaza de oidor en una de las Audiencias de México o Lima, que su servicio es adecuado a sus años y achaques que padece”, renuncia que le fue aceptada, sobre consulta de 18 de julio de 1667, y casi un año más tarde se le dio el ansiado ascenso a oidor en México, oficio del que se le libró título en Madrid el 30 de junio de 1668, pero que no llegó a servir.
Obras de ~: Licentiatus Don Sebastianus Cauallero de Medina Mexicanus In tres iuris repetitiones: quas in augustisimo omnium Salmanticensis Scholae theatro relegendas succepit [sic]: praestantissimo domino Don Ioanni de Solorçano & Pereira [...] (Matriti, ex officina typographica Andreae a Parra, 1637).
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5.422, n. 17; Filipinas, 2, n. 59; 9, r. 1, n. 13; 9, r. 2, n. 35; 22, r. 6, n. 11; 330, l. 4, fols. 184r.-184v. y 189v.- 190r.; 340, l. 5, fols. 26v.-27r.; 347, l. 2, fols. 126v.-128v.; 522; Guatemala, 21, r. 2, n. 30; 22, r. 1, n. 2; 22, r. 22, n. 20; 503; México, 1.639, 1.640.
J. M. Beristain y Souza, Biblioteca Hispano Americana Septentrional o catálogo y noticia de los literatos, que o nacidos, o educados, o florecientes en la América septentrional española, han dado a luz algún escrito, o lo han dejado preparado para la prensa, t. I, México, 1816, fol. 203; A. García Cubas, Diccionario geográfico, histórico y biográfico de los Estados Unidos Mexicanos, t. II, México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1888, pág. 3; J. T. Medina, Biblioteca Hispano Americana, t. II, Santiago de Chile, Elzeviriana, 1900, pág. 380; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, t. II, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1947, págs. 457, 461, 476, 521 y 523.
Javier Barrientos Grandon