Hildesindo (o Ildesindo). Condado de Ampurias (Gerona), c. 925 – Elna (Francia), 991-992. Abad benedictino (OSB), obispo.
Fue originario del condado de Ampurias, e hijo de los nobles Tasio e Hisblanda. Su padre fue un gran protector de la vida monástica, porque restauró el monasterio de Sant Quirze de Colera (Gerona) y seguramente también el de Sant Pere de Roda (Gerona), donde ofreció como oblato a su hijo Hildesindo, que luego fue el primer abad conocido del monasterio, apareciendo como tal el 5 de abril de 947. Trabajó por independizar el monasterio de Roda del de Sant Esteve de Banyoles (Gerona), cosa que logró en el 949, con autorización de los condes de Ampurias y de Barcelona, de Gotmar, obispo de Gerona, y del abad de Banyoles, Acfredo. Todo esto fue aprobado por el rey de Francia, Luis IV, que tomó el monasterio de Roda bajo su protección, confirmó todas sus posesiones y derechos y le concedió el derecho a elegir su propio abad. En el 953 el mismo Rey le confirmó los derechos de pesca sobre el lago de Castelló d’Empúries, que le había dado el conde Gaufredo, juntamente con tres islas del mar.
En el 974 Hildesindo recibió del mismo conde un importante alodio situado entre la montaña de la Verdera y el valle de Llançà. También otros nobles le favorecieron, de manera que el patrimonio de la abadía de Roda se extendió muy pronto por los condados de Besalú, Gerona, Barcelona, Vic, Cerdaña, Rosellón, Conflent y Vallespir, como se constata en la confirmación de todos los bienes del monasterio que hizo el rey francés Lotario en el 982. Asimismo, acudió a Roma, donde los papas Benedicto VII en 979 y Juan XV en 990 le dieron sendas bulas de confirmación de dichos bienes, derechos y privilegios. Sin dejar de ser abad de Roda, Hildesindo fue elegido obispo de Elna, apareciendo por primera vez como tal en una bula de Benedicto VII de abril de 979, luego en sendos documentos de 987 y de 990, y por última vez en una escritura del 18 de febrero de 991, siendo la primera escritura de su sucesor en el obispado del 19 de diciembre de 992, por lo que hay que situar la muerte de Hildesindo entre estas dos fechas. Sus restos fueron sepultados definitivamente en el transepto de la iglesia abacial de Roda el 28 de agosto de 1023, como lo indicaba una inscripción in situ, hoy desaparecida, que decía: “Anno Christi M. XXIII. IIII. Klas. Sebs / V. N. S. G. O. J. G. / Hic Jacet Ildesindus Elnensis Epis / Abbas Istius Loci”.
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Ernesto Zaragoza Pascual