Huerta Gutiérrez, Juan de. Trujillo (Perú), 1602 – Lima (Perú), 26.VI.1678. Oidor e inquisidor en Indias.
Hijo legítimo del extremeño Juan de Huerta Gutiérrez, natural de Lobón, que pasó a la ciudad de Trujillo en los reinos del Perú en 1586, y de Francisca de Bohórquez, natural de aquel Trujillo peruano.
Estudió en el seminario de Santo Toribio en Lima, y alcanzó la borla doctoral en la Universidad de San Marcos. En esta última fue elegido catedrático de Decreto en 1637, y en 1639 de Prima de Leyes, la que ganó a sus maestros Juan Blásquez y Juan del Campo. En Lima se desempeñó como asesor del virrey marqués de Mancera (1640-1643) y como abogado de presos de la Inquisición (1641-1645).
Por Real Provisión del 12 de mayo de 1645 se le libró título de fiscal de la Real Audiencia de Santiago de Chile, oficio del que tomó posesión el 22 de marzo de 1646 y en el que se mantuvo hasta el 9 de marzo de 1655, día en que asumió una plaza de oidor en el mismo tribunal, cuyo título se le había librado el 24 de mayo de 1652.
En 1655 pasó a la Frontera nombrado auditor de Guerra y visitador de los oficiales reales de Concepción, y allí tuvo una activa participación en la deposición del gobernador Antonio de Acuña y Cabrera y en el acuerdo de transferir el mando al maestre de campo Juan Fernández de Rebolledo, decisión a la que se oponía el vecindario, que intentó asesinarle, pero como no dieron con él, escribe Silva y Molina citando al padre Miguel de Olivares, “le acuchillaron su cama y rasgaron los papeles de su oficio”. En ese mismo año 1655 fue nombrado comisario de la media anata.
En septiembre de 1660, cuando ya tenía la calidad de oidor decano del tribunal, sin licencia alguna marchó a Lima a bordo del navío Santiago Apóstol, pero el virrey del Perú le hizo regresar y así hubo de volver al servicio de su plaza en Santiago de Chile en 1661, año en que, por Real Provisión del 6 de abril, se le dio título de oidor fundador de la Real Audiencia de Buenos Aires, pero rehusó este traslado y solicitó al Monarca la gracia de la jubilación. No fue jubilado, pero en 1664 fue nombrado inquisidor de Lima, ciudad a la que se dirigió a mediados de 1664 y en la que se mantuvo hasta su muerte, pues en el año de 1674 declinó pasar a la presidencia de la Real Audiencia de Santafé del Nuevo Reino de Granada, de la que se le había dado título el 4 de febrero de aquel año.
Obras de ~: Don Diego Perez Gallego sigue causa contra los Herederos de Alonso Rodríguez de Vera, y los de Garcilopez de Morales, sobre la venta de una chácara, Lima, 1638; Informe en defensa de la Sagrada Religión de Santo Domingo sobre los diezmos, que la Santa Iglesia Metropolitana de esta Ciudad de los Reyes le pide de los bienes, que sin este cargo a tenido y tiene en los terminos deste Arzobispado, Lima, 1645.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 1, 2, 223; Archivo Histórico Nacional, Inquisición, 1231, exp. 10; Archivo Nacional Histórico de Chile, Copias Archivo de Simancas, 7; Real Audiencia, 487, 497, 3136; Universidad de San Felipe, 8.
M. de Mendiburu, Diccionario Histórico-Biográfico del Perú, vol. IV, Lima, Imprenta de J. Francisco Solís, 1880, pág. 282; J. T. Medina, Biblioteca Hispano Chilena (1523-1817), vol. I, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1897, pág. 551; A. de Silva y Molina, “Oidores de la Real Audiencia de Santiago de Chile durante el siglo xvii”, en Anales de la Universidad de Chile, CXIII (1903), págs. 47-48; J. T. Medina, Diccionario biográfico colonial, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1906, pág. 411; E. Madrid Rebolledo, El Ministerio Público en el Derecho Indiano, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de Chile, 1950, págs. 48-49; G. Lohmann Villena, Informaciones genealógicas de peruanos ante el Santo Oficio, s. l., 1957, págs. 90-91.
Javier Barrientos Grandon
