Arenzano, Sebastián de. ?, s. xvi – Madrid, 1592. Ayuda de Botica de la reina Ana de Austria (1576-1586) y boticario de los criados de Sus Altezas (1585-1592).
Actualmente se desconoce el lugar de nacimiento de Sebastián de Arenzano, aunque podemos suponer fuera natural de la ciudad italiana de Arenzano (provincia de Génova, región de Liguria) e incluso que formase parte del séquito que acompañó a Fernando el Católico en su regreso de Nápoles.
En 1576, Arenzano, se incorpora al servicio de la Botica de Su Majestad la Reina y Sus Altezas, con el nombramiento de Ayuda, jurando el cargo el día 8 de febrero. Llevaba su actividad una consignación de 27.000 maravedís año y una ración ordinaria.
En abril de 1586, al regresar la Corte a Madrid, tras el viaje realizado a Monzón, el Rey encargó a Sebastián de Arenzano la atención en medicinas a los criados de Sus Altezas. Como Arenzano no tenía botica pública en Madrid fue preciso abriera una con toda celeridad; el día 21 de agosto de 1586 juró el cargo, concediéndosele la colaboración de un Ayuda.
El sistema de atención conllevaba la obligación de preparar en su botica las recetas prescritas para los criados que gozaban de este beneficio, y prescritas por los médicos del Real Servicio que correspondieran.
Tasadas las recetas, según lo estipulado, eran pasadas al cobro y éste se llevaba a cabo con un retraso que podía alcanzar varios años.
En 1589, por instancia del protomédico Francisco Valles, se tramitó la modificación de las pesas y medidas de curso en las boticas por el sistema ponderal romano, cuya equivalencia con el anterior suponían un incremento de producto; al no ir acompañada esta medida con la oportuna revisión de la tarifa vigente, los boticarios se sintieron perjudicados en sus intereses y comenzaron a facilitar cantidades inferiores de las prescritas con el fin de que, sin perder calidad la medicina, se ajustara al valor de la nueva tasación.
Los criados del real servicio elevaron sus quejas contra los boticarios que asumían su atención y a partir de 1590 se inició una investigación llamando a declarar a los denunciantes: ocho denuncias pesaban contra Arenzano y de la vista, en todas, resultó cargo contra el boticario.
El fallecimiento de Arenzano, acaecido en febrero de 1592, evitó que el boticario fuera apartado del servicio, como ocurrió con sus compañeros. A partir de aquí quedaba a sus herederos (sus hijos Antonio y Pedro) la penosa tarea de reclamar las cantidades que se adeudaban a su padre, que, al final, fueron satisfechas.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio (A.G.P.). Exp. personal 125/10; A.G.P. Sección Administrativa, leg. 429; A.G.P. Cuentas de la Real Botica, leg. 6656.
M. E. Alegre Pérez, “Los orígenes de la Real Botica y sus actuaciones al servicio de los Austrias”, en Arbor, n.º 665 (mayo de 2001), págs. 239-265; M. C. Sánchez Téllez, Estudio histórico de la Real Botica de Palacio como Institución Real, tesis doctoral, Granada, 1977; J. Vega Portilla, “La Botica Real durante la Dinastía Austríaca”, en Anales de la Real Academia de Farmacia, XII (3), 1946, págs. 349-405.
María Esther Alegre Pérez