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Josep Galcerà Cartellá de Çabastida Olim de Ardena

Biografía

Cartellà de Çabastida Olim de Ardena, Josep Galcerà. Barón de Albi (XXIII), conde (I) y marqués (I) de Cartellà de Çabastida. Castillo de Falgons (Ge­rona), 1651 – p. m. s. xviii. Virrey de Mallorca.

Hijo de María de Cartellà i d’Erill-Desplà, XXII ba­ronesa de Albi, a quien sucedió en 1674. Su padre fue Francisco de Ardena y de Çabastida, nieto de Juan de Ardena y de Ortaffá, señor de Darnius y biz­nieto de Francisco de Ardena y de Darnius, señor de Darnius, elevado a la dignidad de noble el 8 de junio de 1586.

Fue nombrado virrey de Mallorca el 29 de marzo de 1698 por Carlos II, para suceder a Josep de Castellví. Fue el último virrey de Mallorca de los Austrias. Su mandato duró un trienio, hasta 1701, en que fue re­emplazado por Francisco Miguel de Pueyo. Había sido en 1692 uno de los fundadores de la Junta de Comercio, organizada en Barcelona por Narcís Fe­liu de la Peña, y embajador de esa ciudad ante el Rey por elección del Consell de Cent en 1693. En la terna propuesta aquel año por el Consejo de Aragón ocu­paba el segundo lugar, tras el conde de Cardona, lu­garteniente general de la Orden de Montesa.

Llegó a Mallorca el 1 de julio de 1698 y juró su cargo el día 6. El día 4 se celebró la ceremonia so­lemne de su entrada en la ciudad. Los inicios de su virreinato coincidieron con la circulación de noticias sobre la peste en Argel y sobre las sospechas de con­tagio en Livorno. Por eso, los responsables de velar por la sanidad pública sometieron a interrogatorios a mercaderes, patrones y marineros en el puerto de la capital mallorquina. Como consecuencia, el virrey ordenó cerrar todos los puertos de la isla a cualquier nave, tanto española como extranjera, incluso a las procedentes de Menorca, excepto el de la capital, que quedó como el único habilitado para realizar los correspondientes registros e indagaciones. Prosiguió la táctica proteccionista iniciada por sus antecesores de prohibir a los acreedores embargar a los campesinos su ganado de labor. Promovió el arreglo de caminos públicos e intentó reprimir el contrabando de tabaco. Controló las habilitaciones de candidatos a los diver­sos oficios de la Universitat para impedir que recaye­sen en los mismos círculos familiares, a fin de ampliar el número de sorteables. Fue el virrey al que le tocó recibir las noticias sobre la enfermedad del último Austria, el nombramiento de la Junta de Gobierno, presidida por el cardenal Portocarrero, la muerte de Carlos II —recibida en la capital mallorquina el día 10 de noviembre de 1700— y la orden de la reina Mariana de Neoburgo de que después del luctuoso acontecimiento, tanto el virrey como los restantes ofi­ciales reales se mantuviesen en sus puestos respecti­vos. Con este motivo se declararon tres días de duelo oficial (17, 18 y 19 de noviembre), y el día 29 se cele­braron en la catedral las exequias solemnes por el Rey difunto. El nuevo monarca, Felipe V, le ordenó en mayo de 1701 que permaneciese en el cargo hasta la llegada de su sucesor. Desde el primer momento pro­siguió con la táctica de controlar los nombres extraí­dos a suerte para desempeñar los diversos oficios y ex­cluyó por decreto a sorteables en las bolsas de jurados y de consejeros por los estamentos de caballeros y de ciudadanos, que después precisamente serían escogi­dos por Felipe V para nutrir el primer ayuntamiento borbónico de Palma. El último virrey designado por Carlos II no fue mantenido en el oficio por el nuevo Monarca. El día 30 de junio se le advirtió del nom­bramiento real de otro virrey, que debía ser quien to­mara posesión del reino en nombre de Felipe V.

Después fue miembro de las Cortes catalanas de 1701, en las que fue habilitado noble, de las de 1705, y de la Junta de Brazos de 1713. Fue uno de los em­bajadores de la ciudad de Barcelona enviados ante el archiduque en abril de 1706. Por su militancia aus­tracista fue ennoblecido por Carlos de Austria y nom­brado, en primer lugar, en 1706, conde, y después, en 1707, marqués de Cartellà de Çabastida (I). Un her­mano suyo, Oleguer, se exilió con otros catalanes aus­tracistas al Imperio y sirvió como militar en Hungría. A propuesta del Consejo de Aragón, Cartellà de Ça­bastida ocupaba el segundo lugar, después del conde de Cardona.

 

Bibl.: A. Campaner, Cronicón Mayoricense, Palma, Juan Co­lomar y Salas, 1881; T. Aguiló, Virreyes de Mallorca, Palma, Editorial Mallorquina de Francisco Pons, 1959; F. Morales Roca, Próceres habilitados en Cortes del Principado de Cataluña (1599-1713), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Salazar y Castro, 1983; J. Juan Vidal, El Sistema de Gobierno en el Reino de Mallorca (siglos xv-xvii), Palma, El Tall, 1996; Els Virreis de Mallorca (siglos xvi-xvii), Palma, El Tall, 2002; A. de Fluvià i Escorsa, “Ratificación de dos baronías inmemoriales catalanas por pérdida del título original: El Albi y Canyelles”, en Hidalguía (Ma­drid), año LII, n.os 310-311 (mayo-agosto de 2005), págs. 297 y 298.

 

Josep Juan Vidal

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