Escrivá d’Ixar Portugal y Montpalau, Baltasar Cristóbal de. Conde de Alcudia de Carlet (III). Valencia, 9.VI.1673 – ?, 1.II.1738. Virrey de Mallorca.
Hijo de Francisca Felipa de Monsoriu y de Centellas, condesa de Gestalgar y señora de los lugares de Sans, Sot de Xera, así como de las baronías de Estivella, Belsega y Arenes, y de Onofre Vicente Escrivá d’Ixar Lloris y Montpalau, II conde de Alcudia de Carlet, que desempeñó importantes cargos en el gobierno y en la administración de la ciudad de Valencia, aunque realmente pasó a la historia por su formación académica y porque conformó una de las bibliotecas más importantes de su época. Éste falleció finalizando el año 1688, sucediéndole su hijo en plena adolescencia, pero no se amedrentó por ello, sino que incluso superó a su padre en los cargos, pues fue mayordomo de Carlos II, gentilhombre de cámara de Su Majestad y el último virrey de Mallorca designado por Felipe V. Sustituyó en este cargo al aragonés Francisco Miguel de Pueyo. Llegó a la isla a través de Ibiza, el 31 de agosto de 1704 y tomó posesión del reino el día 2 de septiembre. Tanto España como gran parte del continente europeo se debatían entonces en plena Guerra de Sucesión por la Corona de España. Además de a este evento, tuvo que hacer frente a problemas de defensa planteados por la omnipresencia de la piratería norteafricana en las costas baleáricas y a otros derivados del mantenimiento del orden público.
A comienzos de 1705 hizo embarcar cien artilleros hacia Barcelona. En el verano de ese año llegaron a Mallorca las primeras noticias de los éxitos en la Península de los austracistas. El día 22 de agosto se supo que el archiduque había sido proclamado Rey, con el nombre de Carlos III, en Denia, y que una escuadra aliada navegaba rumbo a Barcelona. El 27 de diciembre se conoció la entrega de la capital valenciana. A partir de entonces, Mallorca recibió un flujo de inmigrantes proborbónicos desde el reino de Valencia. Durante su mandato, después de que la mayor parte de Valencia, Cataluña y Aragón se hubiera adherido a la soberanía austracista y de que las fuerzas aliadas hubieran ocupado incluso Madrid, se puso en práctica un plan de ocupación de las Baleares consistente en levantamientos populares a favor del archiduque apoyados por una escuadra angloholandesa que a finales de septiembre de 1706 hizo que el reino de Mallorca se transfiriese del felipismo al austracismo. Abandonó Mallorca a principios de octubre de 1706, acompañado del regente, del fiscal y de otro magistrado de la Real Audiencia, del comendador de Malta y de otros partidarios del archiduque, rumbo a Almería. Sus bienes y señoríos en Valencia le fueron secuestrados entre 1706 y 1707 por el gobierno del archiduque. Estaba casado con una noble castellana, Ana María de Bracamonte, hija del marqués de Fuente el Sol, que era dama de la Reina. Él era filoaustracista y tenía todas las condiciones para estar ligado a la Casa de Austria, pero por su cargo de virrey, nombrado por Felipe V, debía especial fidelidad al monarca borbónico y a la legalidad vigente. Se comportó como el resto de virreyes, aunque una vez fuera del cargo mantuvo una actitud de descontento hacia los Borbones y acabó por ser encerrado en el castillo de Pamplona. Constituye uno de tantos ejemplos que demuestran que durante la guerra muchos posicionamientos fueron decididos en función del nombramiento o relevo de un cargo. Pese a todo, mantuvo contactos con un núcleo de proborbónicos mallorquines, a los que dictaba desde Valencia las normas a seguir. Sus cartas eran recibidas por Joan Sureda, principal conspirador mallorquín a favor de Felipe V.
Bibl.: F. Porcel Zanoguera, Mallorca durante el primer período de la guerra de Sucesión a la Corona de España, Palma, A. Rotguer, 1921; P. de Montaner y Alonso, Una conspiración felipista: Mallorca, 1711, Palma de Mallorca, Guillermo Canals, 1990.
Josep Juan Vidal
