Villalobos Manrique, Aldonza. Santo Domingo (República Dominicana), 1520 – Madrid, 1575. Gobernadora.
Su nombre se encuentra directamente relacionado con la historia de la isla Margarita, gobernada por la familia Villalobos prácticamente durante todo el siglo XVI a pesar de que ninguno de sus miembros se trasladó a la provincia hasta muy avanzada la centuria. Hija de Marcelo Villalobos y de Isabel Manrique, su padre, al que se considera uno de los hombres más poderosos del momento, había llegado a La Española en 1512 para ocupar el cargo de oidor y juez de apelación de la Real Audiencia. Hacia 1520, al conocer las posibilidades de explotación de la Margarita, negoció con la Corona una capitulación pobladora y solicitó el gobierno de la isla, lo que se le concedió en 1525 al tiempo que se le entregaba la inusual merced de poder designar sucesor en el cargo. La temprana muerte de Marcelo Villalobos en 1526, dejó el gobierno de la isla en manos de su esposa, Isabel Manrique, pues la heredera legítima nombrada por el padre, su hija Aldonza, era menor de edad. En consecuencia, fue la madre y tutora quien se hizo cargo de la gobernación desde 1527 a 1534, a pesar de que nunca visitó la isla y el gobierno efectivo lo ejercieron los tenientes que residían en ella. El incumplimiento de las obligaciones a las que los Villalobos se habían comprometido con la Corona, provocó que en 1534 la Margarita pasase a la jurisdicción de Cubagua; ello obligó a la joven Aldonza, apoyada por su esposo Pedro Ortiz de Sandoval, que había sido compañero de Francisco Pizarro y Hernando de Soto en Cajamarca y Cuzco, a reclamar sus derechos sobre el territorio. La gobernación se le devolvió en 1541 y a partir de ese momento comenzó su largo período de gobierno, que se prolongó durante treinta y tres años y sólo concluyó con su muerte, lo que la convierte en la única gobernadora vitalicia que hubo en toda la historia colonial de la América española.
Igual que había sucedido con sus antecesores, tampoco ella conoció nunca la isla sino que residió siempre en Santo Domingo y ejerció el gobierno por medio de tenientes, lo que no impidió que durante esa etapa se produjera un cierto desarrollo y se establecieran unas firmes bases económicas: se fomentó el crecimiento de la ganadería, el comercio con los territorios vecinos y la pesca; por otro lado, el hundimiento de Nueva Cádiz de Cubagua impulsó el traslado de sus habitantes a la Margarita lo que promovió un importante crecimiento de la población isleña. Entre las preocupaciones prioritarias de la gobernadora estuvo siempre el tratar de extender los límites de su jurisdicción hacia Tierra Firme y la defensa de la provincia.
En 1565 se trasladó a España junto a su hija Marcela, viuda de Juan Sarmiento de Villandrando, uno de los tenientes de gobernador de la Margarita que había muerto en 1561 víctima de la violencia que se extendió por la isla durante la visita de Lope de Aguirre, y sus nietos para tratar de consolidar el régimen hereditario de la gobernación, lo que consiguió no sin esfuerzo.
Coincidiendo con su estancia en España, donde permaneció hasta su muerte, la Margarita vivió una etapa especialmente significativa desde el punto de vista económico, al aparecer en sus costas en 1573 ostrales de perlas sumamente ricos. No obstante, la organización del territorio en esa nueva fase le correspondió a Miguel Maza de Lizana, segundo marido de Marcela, que ocupó la gobernación desde 1575 a 1582 mientras alcanzaba la mayoría de edad Juan Sarmiento de Villandrando, nieto de Aldonza nombrado sucesor en su testamento.
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María Luisa Martínez de Salinas Alonso
