Albarracín Teulón, Agustín. Cartagena, 3.X.1922 – Madrid, 26.X.2001. Médico, historiador de la Medicina ensayista.
Nació Agustín Albarracín Teulón en 1922 en Cartagena, doctorándose en la Facultad de Medicina de Madrid, empezando así su larga relación con Pedro Laín Entralgo, de quien fue amigo y biógrafo. Forjósu buen gusto literario en el estudio de la Medicina en Lope de Vega, iniciando entonces una dilatada carrera como historiador de la Medicina. Salvo unos importantes años en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, cuando a Pedro Laín se le concedió allí un Departamento, la labor de Albarracín se desarrolló en el viejo edificio del Centro de Estudios Históricos de la Junta para Ampliación de Estudios, en donde el Consejo fundó sus institutos, entre ellos el Arnau de Vilanova consagrado a la Historia de la Medicina y a la Antropología Médica.
Más tarde, prosiguió en el Departamento de Historia de la Ciencia del Centro de Estudios Históricos, hoy Instituto de Historia. Fue colaborador, investigador y profesor de Investigación, dirigiendo Instituto y Departamento. Fue secretario de redacción de la revista Asclepio desde 1964 y su director desde 1978. Fue también profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, siendo un gran maestro y animador de vocaciones. Casó con Pilar Serra, dejando tres hijos con vocación jurídica y médica.
Su trabajo personal se orientó hacia la historia de las ideas médicas y hacia el pasado de las profesiones sanitarias. Sus estudios sobre el mundo clásico le permitieron señalar el proceso de formación de los saberes y las actividades médicas en los poemas homéricos, así el notable avance de la secularización que en ellos se produce. Se interesó también sobre el gran siglo médico y científico, el siglo xvii, en el que por fin se consigue alcanzar un saber moderno. Sus análisis sobre Thomas Sydenham o sobre William Harvey son preciosos, mostrando en ellos el nacimiento de la medicina moderna.
En fin, su preocupación por el mundo contemporáneo le hizo dedicarse a la figura de Santiago Ramón y Cajal, del que conoció con profundidad su figura y su obra. Cuidadoso y elegante investigador, también supo insertar estas novedades en su excelente historia de la formulación de la teoría celular. No olvidó, sin embargo, su interés por la profesión médica, aportando valiosos trabajos sobre el origen de los títulos en medicina, así como sobre las luchas por la colegiación.
También otras vías profesionales y científicas, como la homeopática, le interesaron. Ferviente católico, siempre supo destacar en su obra y en su vida los valores morales y humanos.
Obras de~: La medicina en el teatro de Lope de Vega, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1954; “Estudio preliminar de Pedro Laín Entralgo y Agustín Albarracín Teulón”, en Th. Sydenham, Sydenham, Madrid, CSIC, 1961, págs. 7-65; Siempre queda esperanza. La obra de Joaquín Sanz Gadea en el Congo, Madrid, Editorial Prensa Española, 1967; Homero y la medicina, pról. de P. Laín Entralgo, Madrid, Editorial Prensa Española, 1970; Santiago Ramón y Cajal o la pasión de España, introd. de P. Laín Entralgo, Barcelona, Editorial Labor, 1982; La teoría celular: historia de un paradigma, Madrid, Alianza Editorial, 1983; (coord.), Misterio y realidad. Estudios sobre la enfermedad humana, Madrid, CSIC, 1988; Pedro Laín, historia de una utopía, Madrid, Espasa Calpe, 1994; Historia del Colegio de Médicos de Madrid, Madrid, Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, Banco Popular Español, 2000; Harvey, Nivola, Madrid, 2001.
Bibl.: J. L. Peset, “Agustín Albarracín (1922-2001)” y “En recuerdo de Agustín Albarracín Teulón (1922-2001)”, en Asclepio, 54 y 56 (1) y (1) (2002 y 2004), págs. 3-6 y págs. 245- 278, respect.
José Luis Peset
